Es preocupante que se permita a los médicos autoidentificarse a voluntad sin más comprobaciones
Al menos 77 médicos han cambiado de género en el registro del Consejo Médico General (GMC), según puede revelar The Telegraph.
La cifra, facilitada por el GMC a la baronesa laborista Hayter, crítica de género, corresponde a los registros desde 2003 y ha suscitado la preocupación de que haya pacientes que puedan ser tratados por médicos del sexo opuesto sin su conocimiento o consentimiento.
Sólo dos de los 77 médicos han informado al GMC de que han obtenido un Certificado de Reconocimiento de Género (GRC) del Reino Unido, el documento que proporciona reconocimiento legal del cambio.
Esto plantea la posibilidad de que se esté permitiendo a los médicos autoidentificarse a voluntad para cambiar de género en el registro sin más comprobaciones.
Un número desconocido ha pasado por un proceso de «reconocimiento de cambio de género» antes de llegar al Reino Unido.
Un total de 14 médicos cambiaron de género en el registro del GMC en 2022 y nueve en 2023.
En una carta a la baronesa Hayter, la profesora Dame Carrie MacEwen, presidenta del GMC, dijo que «los datos del registro publicado pueden no reflejar, en todos los casos, el sexo de un médico al nacer».
Esto significa que los pacientes no pueden saber si su médico es hombre o mujer en el registro.
Dame Carrie dijo a la baronesa Hayter: «Creemos que es más probable que los pacientes que quieran ver a un médico de un sexo o género concreto busquen, y puedan obtener esta información, de sus proveedores sanitarios locales, no de nuestro registro».
Cuando la baronesa Hayter insistió en la importancia de que los pacientes conozcan el sexo de su médico, el GMC respondió que «el objetivo principal» del registro es demostrar que los médicos tienen «la formación, las competencias y la experiencia adecuadas».
El GMC también tranquilizó a los pacientes asegurándoles que podían recurrir a un acompañante, pero la política significa que los pacientes no sabrán de antemano si pedirlo, porque no se muestra el sexo biológico de su médico.
El GMC dijo que había dejado de pedir un GRC a los médicos en 2010 «porque a muchos les resultaba difícil conseguir uno».
Y añadió: «La inscripción del médico en el registro médico con su nombre, género y número de GMC anteriores se mantendrá en la mayoría de los casos, a menos que exista el riesgo de revelar su condición de transgénero, que tiene protección legal».
Algunos críticos sostienen que la política del GMC sobre los Certificados de Reconocimiento de Género está en contradicción con sus propias directrices, que establecen que los médicos «deben estar seguros de que [ellos] tienen el consentimiento u otra autoridad válida antes de examinar o tratar a los pacientes».
«Prioriza las identidades trans»
Maya Forstater, directora ejecutiva de Sex Matters, que aboga por la claridad sobre el sexo en la legislación y en la vida cotidiana, afirmó: «La gestión de este asunto por parte del Consejo Médico General es espeluznante y demuestra que da prioridad a las identidades trans por encima de la seguridad y el bienestar de las pacientes de sexo femenino».
«Si a una mujer se le ha dicho que va a ser examinada por una doctora, es una violación de su consentimiento que se encuentre con un hombre que se hace pasar por mujer. De forma similar a lo que ocurre con los policías varones que cachean a las mujeres, esta política vulnera los derechos humanos de las mujeres y las expone a sufrir agresiones sexuales sancionadas por el Estado.
«Las normas sociales y la dinámica de poder entre médicos y pacientes hacen casi imposible que las pacientes se opongan a ser examinadas por un médico varón que puede haber intentado aparentar ser mujer, y esto puede ser especialmente así si intervienen factores de edad, culturales, lingüísticos o cognitivos».
En relación con la política del GMC, la baronesa Hayter afirmó: «Aunque aplaudimos la capacidad de los médicos para vivir con el género que hayan elegido, esto no debe anular los derechos de los pacientes. Todos los pacientes deben poder pedir un médico de su propio sexo biológico y no enfrentarse, sin su consentimiento, a un hombre biológico. Me preocupa que el GMC, al poner los intereses de los médicos por encima de los de los pacientes, esté incumpliendo su deber legal».
Un portavoz del GMC dijo: «Reconocemos que algunas personas, por diversas razones, querrán ver a un médico de su mismo sexo, y el proveedor de asistencia sanitaria pertinente -ya sea una consulta de medicina general, una clínica de salud sexual u otro servicio- es el más indicado para atender esas peticiones y garantizar que se satisfagan las necesidades de esos pacientes. También podrán tomar otras medidas cuando proceda, por ejemplo, proporcionando un acompañante.
«Llevamos tramitando solicitudes de cambio de género desde principios de 2000. Nuestro enfoque actual para permitir a los inscritos cambiar su género en el registro médico está conforme con el marco legislativo vigente».
«Hemos respondido directamente a la carta más reciente de la Baronesa sobre los puntos que ha planteado».
4 respuestas
Estoy muy cansada y enfadada de que personas aparentemente cultas confundan sexo con género.
El género nos encorseta, nos oprime, nos ordena a mujeres y a hombres, nos dice cómo tenemos que hacer, qué pensar. Nos daña. ¡Deseo tanto que se deje de utilizar esta palabra que tanto confunde!.
Me pasa lo mismo. Dejé los términos en el artículo según venían, porque utilizaba los dos. Mal, claro, pero en fin.
A título personal, ya casi ni uso género, porque da pie a confusiones por parte de los demás. Uso «estereotipos de sexo».
Debido a las nefastas experiencias con ginecólogOs, nunca permitiría que me tratase un hombre, convencional o travestido. No me importa en otras especialidades, aunque nunca un travestido porque está probado que, en general, no nos aprecian. Siempre que es posible elijo mujeres, claro que estoy en una mutua privada.
Te entiendo, yo estoy encantada desde que encontré una ginecólogA, no hay color.
Pero imagínate que no pudiéramos escoger. O que nos mientan.