El NHS (Servicio Nacional de Salud, en sus siglas en inglés) cierra su clínica infantil de identidad de género debido a un informe condenatorio que prueba que falló a menores vulnerables.
Se ordenó el cierre del servicio de identidad de género en Tavistock & Portman NHS Foundation Trust para la primavera de 2023.
Será reemplazado por centros regionales en los hospitales infantiles existentes que ofrecen más «atención holística» con «fuertes vínculos con los servicios de salud mental».
El Servicio de Desarrollo de Identidad de Género (GIDS, en sus siglas en inglés) de Tavistock ha sido acusado de presionar a menores a someterse a tratamientos que les alteran la vida con bloqueadores de la pubertad.
La pediatra Dra. Hilary Cass, que dirige el informe, emitió hoy una serie de recomendaciones para una revisión radical de cómo el NHS trata a la juventud que cuestiona su identidad.
Descubrió que la clínica de Tavistock “no era una opción segura o viable a largo plazo” y que otros problemas de salud mental se “eclipsaban” cuando las criaturas referidas a la clínica planteaban el tema del género.
Cass, expresidenta del Royal College of Paediatrics and Child Health, dijo que el modelo actual de un único proveedor de servicios de género debería descartarse, ya que no logra satisfacer las necesidades holísticas de adolescentes angustiados y vulnerables.
Dijo que Tavistock debería ser reemplazado por centros regionales con una “fuerza laboral multiprofesional adecuada que les permita brindar un modelo integrado de atención que gestione las necesidades holísticas de este grupo”.
En medio de preocupaciones de que la clínica no tiene en cuenta problemas de salud más amplios antes de poner a las criaturas a tratamientos con bloqueadores de la pubertad, Cass agregó: “El personal debe mantener una perspectiva clínica amplia para integrar el cuidado de la infancia y la juventud con incertidumbre de género dentro de un contexto más amplio de salud infantil y adolescente”.
NHS England, que encargó a Cass que revisara el servicio en septiembre de 2020, dice que implementará sus recomendaciones en su totalidad y desmantelará la clínica Tavistock.
Han anunciado que creará dos nuevas clínicas para menores con disforia de género para la primavera de 2023, que reunirán a varios médicos de una amplia gama de especialidades.
La primera, en Londres, tendrá su sede en el Great Ormond Street Hospital y recibirá apoyo especializado en salud mental del South London and Maudsley NHS Foundation Trust.
La segunda, en el noroeste, será dirigida por una asociación entre Alder Hey Children’s NHS Foundation Trust y el Royal Manchester Children’s Hospital.
Cass dijo que estas clínicas deben tener «funciones académicas y educativas establecidas» para controlar la evidencia de las criaturas que reciben terapia hormonal. La clínica Tavistock no pudo recopilar datos suficientes sobre el impacto de los bloqueadores de la pubertad en menores de 16 años.
Dijo que actualmente no había «evidencia suficiente» para poder hacer recomendaciones firmes sobre su uso rutinario.
Cass ordenó al NHS que «inscriba a la juventud que está siendo considerada para un tratamiento hormonal en un protocolo de investigación formal con un seguimiento adecuado hasta la edad adulta, con un enfoque más inmediato en las preguntas relacionadas con los bloqueadores de la pubertad».
El NHS dijo que iniciaría ensayos clínicos en asociación con el Instituto Nacional para la Investigación de la Salud y la Atención para seguir a las criaturas a tratamiento con bloqueadores de la pubertad hasta la edad adulta.
Un portavoz dijo: «Esto asegurará que haya una mayor transparencia para los niños y sus padres/cuidadores sobre los beneficios clínicos inciertos y los impactos en la salud a largo plazo asociados a su uso».
La clínica se ha visto desbordada por un aumento repentino de derivaciones, particularmente entre niñas y niños con espectro autista. El año pasado recibió más de 5.000 derivaciones, frente a las 250 de hace una década.
El informe final de Cass se publicará el próximo año. Su revisión provisional publicada en marzo descubrió que los servicios se habían desarrollado sin reglas claras y que había una «lotería de médicos», con enfoques de tratamiento muy variados.
Descubrió que había “falta de acuerdo y, en muchos casos, falta de discusión abierta” sobre si la infelicidad con el género en la adolescencia era permanente o temporal. Sin embargo, el año pasado, el Tribunal de Apelación anuló una controvertida decisión del Tribunal Superior de que era poco probable que los menores de 16 años pudieran dar su consentimiento informado para recibir bloqueadores de la pubertad.
El caso fue presentado contra Tavistock y Portman por Keira Bell, de 24 años, quien comenzó a tomar bloqueadores de la pubertad cuando tenía 16 años para hacer la transición a hombre antes de «detransicionar» más tarde.