Genspect, una organización fundada para ayudar a los menores a procesar sus sentimientos sobre lo que se les está vendiendo como identidad de género, y a los padres que han perdido a sus hijos e hijas por ello, se ha transformado en un nuevo tipo de ONG LGBT. Su mensaje, como la propia palabra «transgénero», no tiene límites y la gente se está dando cuenta.
Los días 4 y 5 de noviembre, Genspect celebró una gran conferencia en Denver, Colorado, con ponentes que debatieron todo lo relacionado con el leviatán de la ideología de género. La conferencia The Bigger Picture fue ciertamente grande.
Escribo sobre el dinero que mueve la propaganda de la ideología de género, que hace que parezca como una cuestión médica (y al mismo tiempo similar a las cuestiones de derechos humanos de lesbianas, gays y bisexuales), así que no compro la idea de que los menores están teniendo un problema médico. Por lo tanto, ya no apoyo a Genspect. Por supuesto, una vez que se empieza a tratar médicamente un problema de propaganda, se crea un problema médico encima de un problema de propaganda, lo que a su vez alimenta la narrativa de que es un problema médico. Basta con mirar al pobre Jazz Jennings, un niño al que antes le gustaban la purpurina y los arcoíris, que ahora es un hombre adulto que se hace pasar por una mujer, y cuyo cuerpo antes sano ha sido sometido a una castración médica, y a dos cirugías posteriores en sus genitales sintéticos.
Como llevo una década investigando este tema, los seguidores de mi trabajo me han pedido que opinara sobre la confusión y la rabia que algunos sintieron al ver a un hombre exhibiendo su fetiche autoginéfilo y comercializando su libro sobre su parafilia, en la reciente conferencia de Genspect. Su libro promueve la desestigmatización de su fetiche cambiando el nombre de su compulsión autoginéfila a «autoheterosexualidad».
La autoginefilia, también conocida como transexualismo, es la compulsión sexual masculina de poseer la feminidad. Es la raíz de lo que se está convirtiendo en una industria de productos de características de sexo sintético que se vende a los menores.
Genspect existe para ayudar a las familias afectadas por la normalización e industrialización de esta industria fetichista convertida en depredadora, y a los fetichistas mismos. Intentar ayudar a ambos, como organización pública, fue una mala idea desde el principio, y ahora que Genspect está creciendo, también lo hacen sus problemas.
He echado un vistazo al programa de conferencias de Genspect. He llegado a respetar el trabajo de varios de los ponentes que mostraban su análisis. Pero, ponerlos todos juntos en una conferencia, desmentía la falta de enfoque que tiene esta organización que genera tanto conflicto. El programa reflejaba la hidra de la ideología de género, y esta hidra es asombrosamente incoherente cuando se mira a toda la bestia a la vez.
Genspect quiere ser demasiadas cosas para demasiada gente. Quiere servir a dos amos, igual que las ONG LGBT que quieren apoyar a LGB y TQ+. Todo lo que viene después del acrónimo LGB intenta socavar el dimorfismo sexual sobre el que existen las personas LGB (junto con el resto de nosotros).
Genspect quiere aferrarse a una idea médica (psiquiátrica) del género, mientras intenta deshacer el daño que la profesión médica está haciendo a los menores al crear categorías de sexo imaginarias. Pero a menos que los profesionales de la medicina alejen a los niños y a las familias de un paradigma médico y les ayuden a comprender cómo han sido adoctrinados, no hacen más que concretar el problema.
No hay «infancia transgénero» (ni adultos, de hecho), y ciertamente no hay menores con el fetiche sexual masculino adulto de la autoginefilia, que la industria médica está comercializando.
La Dra. Miriam Grossman es la única terapeuta que conozco que utiliza sus conocimientos como psiquiatra para ayudar a las personas atrapadas en esta secta, para procesar sus sentimientos, mientras dice pública y claramente, que los menores están sufriendo un muy avanzado y penetrante, tecnológico y político, adoctrinamiento de culto.
La Dra. Grossman también ejerce la medicina privada. No ha intentado convertirse en una ONG.
Genspect crea un bucle de retroalimentación médica porque ha creado una ONG. No intenta sacar a la gente del problema ofreciendo apoyo y luego educación sobre lo que le ha ocurrido (adoctrinamiento). Apoya su continuación, como hacen todas las ONG LGBT (escribí sobre esto en 2022 (artículo en español)).
Al igual que el transexualismo ha sido rebautizado como «transgenerismo» por otras ONGs LGBT, para hacer el transexualismo más atractivo para el marketing a las masas, Genspect ha rebautizado el modelo de ONG LGBT como Marco de Género, haciéndolo más acogedor y novedoso para la gente que no sabe lo que está pasando. Es una forma de captarlos hacia una forma más moderada de abordar el problema (¡No tan rápido con las drogas y los bisturís, por favor!). Pero está vendiendo exactamente la misma narrativa. Promueve el «género» y el «transgenerismo» como algo real, como si tuvieran definiciones coherentes. Dice a las familias que la atención médica (psiquiátrica) puede ayudar a la gente. Promociona individuos que intentan renegar de su realidad sexuada, como portavoces, y sugiere que los menores tienen una multiplicidad de «géneros». Esto ha estado ocurriendo desde que se fundó Genspect. Su nuevo «marco de género» es, por supuesto, el mismo espectro de género que otras ONGs LGBT sugieren que existe, con menos énfasis en la medicalización. Esto se expresa claramente en su página web:
«Nuestra organización internacional incluye a profesionales, ‘personas trans’, detransicionadores y grupos de padres que trabajan juntos para defender un enfoque no medicalizado de la diversidad de género».
¿Necesita toda una organización de profesionales médicos y de otros campos para explicar a los menores que pueden llevar ropa típicamente asociada al sexo opuesto? ¿Qué quiere decir con «diversidad de género»?
Genspect también afirma apoyar a las personas LGB, y dice ser intolerante con la homofobia, mientras que apoya el concepto de «personas transgénero», y un espectro de géneros (diversidad de géneros), que ha contribuido a socavar todo el progreso conseguido por el movimiento LGB de derechos civiles desde su creación. La diversidad de géneros promueve la ruptura de los límites entre los sexos. Esto apoya la duplicidad del modelo LGBT, al igual que otras ONGs LGBT.
Genspect no tiene ningún interés en acabar con la industria del género. Ahora es una organización internacional que depende de la continuidad y el crecimiento del asunto del género si quiere subsistir, como cualquier ONG LGBT.
Esto no es física avanzada. Es un procedimiento operativo estándar. Si algo he demostrado en mi trabajo, es cómo funciona esto. Basta con mirar la posición de Genspect:
«Hay muchas rutas que pueden llevar al desarrollo de la angustia por el género de una persona. Pero también hay muchos caminos para salir de esa angustia. Por eso nos gustaría ver una gama más amplia de opciones de tratamiento y más enfoques basados en la evidencia para criaturas y jóvenes que se cuestionan su género.»
¡Más «tratamientos»! ¡Más investigación! Más financiación, para las muy diversas razones por las que los menores pueden sentirse angustiados por «su género», sin propaganda de que tal cosa exista.
El marketing es clave, y el de Genspect es cada vez más ajustado y astuto, si no más coherente. Sus eufemismos para lo que equivale a un proyecto eugenésico no son menos inquietantes que los de cualquier otra ONG LGBT. «Niños que se cuestionan su género» y «angustia por su género» no transmiten en absoluto la brutalidad que impera en esta industria.
Esto podría continuar indefinidamente. Y ten por seguro que así será, hasta que decidamos detenerlo. No me hago ilusiones; simplemente creo que es un buen uso de mi tiempo intentar hacer retroceder este peligroso y repetitivo sinsentido. Para quienes piensen que soy demasiado extremista, alguien tiene que ser el adulto en la habitación. No creo que Genspect sea plenamente consciente de lo que está apoyando ni de cómo se está convirtiendo en el nuevo modelo de ONG LGBT. No son malévolso, pero tampoco lo son la mayoría de las personas dentro de la mayoría de las ONGs LGBT hoy en día, diciendo que quieren proteger a los «niños de género». Se entusiasman por ayudar. Consiguen que otras personas se impliquen. Hacen crecer su ONG para que la información llegue a más gente. Les falta autoconciencia porque ahora hay mucha gente implicada. Consiguen algunas victorias. Las preocupaciones expresadas, fuera de su narrativa, se ven como una amenaza y se acallan. Los partidarios de Genspect calificaron a las mujeres que expresaron su preocupación por la salvaguarda acerca de un hombre adulto fetichista en la conferencia de puristas impulsadas por el ego, narcisistas, feministas timoratas y extremistas, no muy diferente de los mantras de los TRA (Activistas por los Derechos Trans): Nazis, de extrema derecha, fanáticas, con la intención de hacerlas callar.
Cuanto más se normaliza y discute el transexualismo por parte de Genspect y otras ONGs LGBT, más hombres aparecen con él. Quieren que se hable de ellos, que se les preste atención y que se les examine, y se genera más daño al hacerlo (artículo en español). Al reinforzar este bucle de retroalimentación, se pone a más hombres con esta compulsión en posiciones de poder político, como la reciente victoria en el senado estatal de Danica Roem en Virginia, un hombre que ha dicho claramente que se va a dedicar a cambiar la política para la «infancia trans». ¿Se refiere a criaturas con un fetiche masculino adulto como el suyo (¿deberíamos permitir que los hombres proyecten sus fetiches en los menores?), a criaturas que padecen un tipo de disforia corporal, a criaturas autistas o que presentan confusión sobre su realidad sexuada por otros motivos, a criaturas adoctrinadas en las redes sociales por influencers y profesionales de la medicina (artículo en español), o a criaturas que expresan su rebelión ante los estrictos estereotipos de los roles sexuales? ¿Qué quiere decir exactamente con «infancia transgénero»?
Genspect parece estar creando esta misma proyección del fetiche masculino adulto de la autoginefilia en los menores, configurando todo un nuevo prototipo de menores (adolescentes con AGP) y los expertos para «tratarlos». Repito, no me tomo la ignorancia como una mala intención, pero al final, ¿importa que lo sea?
Genspect no amenaza el statu quo. Si lo hiciera, no se le habría permitido crecer como lo ha hecho.
Las personas que abordan el problema con campañas políticas directas que no medicalizan la cuestión de los fetichistas masculinos, crean mucha menos confusión a la gente, y son atacadas con saña. Kelly Jay Keen, una defensora de los derechos de la mujer en el Reino Unido, casi muere pisoteada en Nueva Zelanda este año, por promover el hecho de que las mujeres son hembras humanas adultas.
Genspect, como cualquier otra ONG LGBT, cree que está resolviendo un problema, cuando el problema es sí mismo. Está consolidando la ideología de género. Tras una década de resistencia, estamos desesperadas por encontrar salvadores y nos agarramos a un clavo ardiendo. Pero no se puede ganar una batalla política diseñada para socavar la realidad sexuada de la humanidad, que se nos vende como un problema médico, con un paradigma médico contrario.
Artículo original (sólo la mitad, el resto es de pago. Esta traducción es del artículo completo)
2 respuestas
Que Genspect es otro negocio más surgido al albor de la nueva religión cuir, algunas lo teníamos claro hace tiempo.
Gracias A Bilek por el artículo, y a ti Nuria por traducirnos lo
Algunas llevábamos años diciéndolo, pero no es una opinión popular. Entiendo que, cuando tienes a un hijo o hija en esa situación, te agarres a un clavo ardiendo, pero no sé si será peor el remedio que la enfermedad en este caso. Es un negocio millonario, y Stella O’Malley cree en el trutrans. No me hagas mencionar a AGP Hayton…
Gracias a ti Ane, sabía que te iba a gustar.