Christy Olezeski sonríe a la cámara mientras promociona la clínica de género de la Universidad de Yale en un video en Twitter la semana pasada y habla con los ojos muy abiertos y en un tono cantarín acerca del ataque médico a los órganos sexuales sanos de los niños en aras de la expresión. Está sufriendo un profundo caso de adoctrinamiento de culto, promovido por élites que impulsan una ideología demencial de disociación de la realidad sexuada en la sociedad.
La Dra. Olezeski es profesora adjunta de psiquiatría en la Universidad de Yale y directora y cofundadora de su «programa de género», un bonito eufemismo para referirse a las clínicas que atacan médicamente el sexo sano de niños y adultos jóvenes. La base de consumidores del programa de género de Yale, dice, tiene entre 3 y 25 años. La manera despreocupada en que habla de esta barbarie solo es superada por la ausencia de la palabra disforia. Ella habla de «individuos de género expansivo», aquellos que se identifican como «transgénero» o «no binarios» y aquellos en un «viaje de género».
Durante una década, el lobby de género (es decir, las élites que han invertido en el complejo tecnomédico) ha estado promoviendo la idea de personas (y niños) que están tan incómodos en su propia piel que no hay más remedio que mutilarles los órganos sexuales con drogas y las consecuentes cirugías, proporcionando facsímiles sintéticos de genitales humanos, un mercado ahora floreciente. De repente, ya no se habla de personas con disforia corporal sino de expresión, de un viaje y personas (y niños) con sentimientos expansivos sobre su «género».
He esbozado en mi investigación anterior (aquí en español) sobre la familia Pritzker, una de las familias más ricas de Estados Unidos, su difícil situación para tramar la normalización de las identidades sexuales sintéticas a través de la financiación de nuestras instituciones médicas, legales, culturales, militares, educativas y de otro tipo. La Universidad de Yale estaba al tanto de una inesperada lluvia de dinero de Pritzker y, posteriormente ha visto la creación de un programa en expansión en la fabricación de sexo sintético.
Karen Pritzker, parte de la familia multimillonaria, tiene una fortuna de 6.100 millones de dólares. Pritzker y su esposo, Michael Vlock, han estado financiando a la Universidad de Yale desde 2007, año en que donaron $ 3 millones a la clínica pediátrica de Yale. Posteriormente, han dado 20 millones de dólares a la escuela de medicina de Yale. Karen Pritzker es hermana de Jennifer Pritzker, anteriormente James, teniente coronel retirado del ejército. Este último se intentó apropiar de la condición de mujer en 2013 y comenzó a sistematizar la normalización de los sexos sintéticos a través de nuestras instituciones con montones de dinero en efectivo. Al igual que su hermano, Karen Pritzker invierte en empresas privadas de tecnología médica, biotecnología y dispositivos médicos. También ha invertido considerablemente en la compañía Apple.
La Dra. Olezeski ha sido usada como arma, como muchos en la comunidad médica, para institucionalizar la ideología de género, una religión tecnológica elitista ideada para transformar a la humanidad, mediante unas cantidades inmensas de propaganda que vende intrusiones médico-tecnológicas en el sexo como un movimiento progresista de derechos humanos.
Anuncios de video similares a los protagonizados por la Dra. Olezeski, de la «Clínica de Género» del Hospital de Niños de Boston, aparecieron simultáneamente en Twitter, promocionando innumerables opciones de histerectomías de «afirmación de género» para las jóvenes.
El Servicio de Multiespecialidad de Género del Boston Children’s Hospital abrió el mismo año en que Karen Pritzker y su esposo comenzaron a financiar la clínica pediátrica de Yale. Muchos de los médicos de la clínica son graduados de la Universidad de Harvard, donde Penny Pritzker, prima de Karen, está en la junta desde 2018 y se convirtió en asociada principal de Harvard Corporation en 2022. Los Pritzker tienen fuertes lazos con Harvard desde 2002.
La comunidad psiquiátrica ha sido comprada con enormes cantidades de dinero de multimillonarios que han invertido en las industrias tecnomédica y biotecnológica, impulsando un culto religioso a través de los medios de comunicación y todas nuestras instituciones. Esta es una empresa lucrativa, pero también actúa como un proceso de grooming destinado a desamarrar a la humanidad de la biosfera y aclimatarnos a una conexión más íntima con la tecnología.
La Fundación Arcus, la organización no gubernamental LGBT más destacada de los Estados Unidos, fundada por Jon Stryker en 2000 y financiada por sus acciones en Stryker Medical Corporation, de la que es heredero, ha realizado grandes transformaciones a la Asociación Americana de Psicología, que promueve el trabajo de la Dra. Olezeski, a través de diversas donaciones y la creación de «especialidades de género». La familia Pritzker ha seguido una trayectoria similar de financiación de la industria psiquiátrica a través de importantes contribuciones filantrópicas a los departamentos psiquiátricos universitarios de los Estados Unidos. Estos departamentos psiquiátricos trabajan en colaboración con las «clínicas de género» universitarias.
En 2021, John y Lisa Pritzker donaron 60 millones de $ a UCSF (Universidad de California, San Francisco) para un nuevo edificio psiquiátrico de última generación. El edificio permitirá la investigación colaborativa y la atención clínica entre los miembros de los departamentos de pediatría, neurología, radiología, neurocirugía, psiquiatría, anestesiología y obstetricia/ginecología de la UCSF, todo bajo un mismo techo. También cuenta con un Centro para Niños, Adolescentes y Familias que proporcionará un ambiente acogedor para que los jóvenes visitantes se sientan más cómodos mientras reciben atención de salud mental de primera clase. UCSF también tiene un centro de atención «transgénero«.
La Universidad de Michigan tiene un departamento de neuropsicología que lleva el nombre de Pritzker y una clínica de género.
El Programa de Desarrollo de Género y Sexo en el Lurie Children’s Hospital abrió sus puertas en Chicago en 2013 con una donación de 500,000-$ 1.000.000 de Jennifer Pritzker (El marido de Jean «Gigi» Pritzker, otra prima, forma parte de la junta directiva de Lurie). El Departamento de Psiquiatría y Salud Conductual de Pritzker en Lurie se fundó con una donación de 15 millones de $ de la Fundación Pritzker en 2019 y recibió otros 6.45 millones de $ en 2022 para abordar «las preocupaciones sobre las consecuencias en la salud mental de niños y adolescentes derivadas de la pandemia de COVID».
Cuando a las universidades (y otras instituciones) con problemas de liquidez se les dan enormes cantidades de dinero de ideólogos oligárquicos con la misión de transformar la realidad, producir una generación de niños que no entienden la evolución humana y el sexo reproductivo, la sociedad se vuelve, como ya lo está ahora, completamente desestabilizada. ¿Cómo podemos competir con este nivel de propaganda que está cambiando las mentes de los jóvenes y creando líderes de culto de profesionales de la industria médica?
El gobernador de Illinois y primo de Jennifer Pritzker, J.B. Pritzker, lanzó una iniciativa de salud conductual infantil (salud mental pediátrica) en marzo de este año y propuso una iniciativa de financiamiento de salud mental de $ 140 millones para Chicago en general.
Jeanne Pritzker, casada con el hermano de J.B., Anthony, es profesora de psicología en UCLA. Ella y su esposo crearon la Beca de la Familia Anthony y Jeanne Pritzker para apoyar a los estudiantes de medicina de la Escuela de Medicina David Geffen de UCLA. Pritzker es miembro de la Junta de Visitantes de la Escuela Geffen, afiliada a un hospital infantil que lleva el nombre de Mattel. El «programa de género» de la escuela adapta sus «tratamientos médicos de género» al «sentido interior de sí mismos» de adultos y niños.
Olezeski, al igual que otros médicos psiquiátricos y pediátricos, está siendo manipulada para servir a una agenda más extensa alimentada por millones de dólares provenientes de élites que han invertido en el complejo tecnomédico, cosa que probablemente desconozca por completo. Ella está atrapada en el bucle de adoctrinamiento de este nuevo culto tecno-religioso, como gran parte de la nación, que prepara a la gente para que crea que disociarse de nuestra realidad sexuada es solo otra forma de ser humano. Ella no es menos culpable de promover atrocidades médicas que la familia Manson, que iban de puerta en puerta masacrando a sus víctimas. Ella es un peón adoctrinado en una industria que se propuso cambiar la forma en que pensamos de nosotros mismos como seres humanos.