Esta es la historia de una niña de 15 años, Sage Lily. La autora, su madre adoptiva (que es también su abuela), quiere que el mundo sepa qué está sucediendo con los niños vulnerables que se dicen trans como su hija. En cuanto nos llegó su historia, la pusimos en contacto con personas de nuestra red de contactos que podían estar en condiciones de ayudarla y de dar visibilidad a su historia. Todo eso está actualmente en marcha. Por favor, lee esta desgarradora historia.
Soy la abuela de una niña de 15 años, Sage Lily.
Adopté a Sage cuando ella tenía casi 2 años. Sage y yo vivimos en Virginia con mi marido.
Sage comenzó a tener confusión de género en 8º grado (13/14 años). Hasta ese momento era una muy buena estudiante que disfrutaba tocando el piano y escribiendo poesía. En su pequeña escuela, según me dijo Sage, todas las chicas eran bi, trans o lesbianas. Llegó un momento en que la influencia social pudo con ella. Dijo a sus amigos y maestros que quería ser trans y que Sage ya no sería su nombre: pidió que la llamaran «Draco» y que se refirieran a ella como niño. La escuela lo hizo, puesto que el estado de Virginia, por ley, requiere que los estudiantes sean afirmados por el personal de la escuela. Desafortunadamente, la escuela no me dijo a mí, su madre legal, nada en absoluto. Ojalá lo hubiera sabido. Si lo hubiera sabido, esta habría sido una historia muy diferente.
En agosto pasado (2021), Sage comenzó el 9º grado (14/15 años) en la escuela secundaria local con su identidad trans, sin que yo lo supiera. Le hicieron bullying y se volvió extremadamente vulnerable. La empezaron a explotar online, un hecho que no supe hasta más tarde.
El 25 de agosto se escapó de casa. Notifiqué inmediatamente al sheriff local. Su caso llegó rápidamente al FBI e incluso el US Marshall se involucró. Sage había sido traficada desde Virginia a Washington DC y luego llevada a Maryland. El FBI y el US Marshall la encontraron en una habitación cerrada con llave en la casa del abusador a las 10 pm del 2 de septiembre, y me llamaron para avisarme e informarme que podía recogerla a la mañana siguiente para llevarla a casa a Virginia. Me dijeron que necesitaba pasar la noche en un centro de detención, ya que estaba siendo tratada en el hospital, y necesitaba un kit de violación completado. Yo estaba frenética, como te puedes imaginar y angustiada, porque no se me permitió verla de inmediato.
Llegué al centro de detención temprano a la mañana siguiente. Sin embargo, una vez allí recibí noticias sorprendentes y devastadoras: Sage ahora estaba siendo representada por un abogado de menores y no se le permitiría regresar a Virginia con nosotros, y no se me permitiría verla hasta que pudiera tener lugar una audiencia judicial. Y, además de eso, mi esposo y yo íbamos a ser investigados por «abuso» porque la llamábamos «Sage» y no «Draco», y usábamos pronombres femeninos en referencia a ella.
Se presentaron cargos de abuso contra mi esposo y contra mí y Sage fue puesta en el módulo de NIÑOS del centro de acogida de menores, donde fue abusada OTRA VEZ. Después de esto, le dieron una habitación privada. Una vez más, no me avisaron de que Sage (con un cuerpo femenino), había sido puesta en un módulo de niños. Así que ahora mi traumatizada hija ha sido secuestrada, traficada y luego abusada sexualmente nuevamente mientras estaba bajo la custodia del estado, en lugar de regresar al hogar donde es querida para recuperarse. En lugar de recibir tratamiento para el trauma que Sage necesitaba desesperadamente cuando fue rescatada, fue manipulada y nuestra familia fue tratada injustamente. En lugar de obtener la ayuda que necesitaba y merecía desesperadamente, estaba destinada a experimentar aún más dolor y sufrimiento.
Después de una investigación por parte de Maryland y Virginia DSS (Departamento de Servicios Sociales), se determinó que los cargos de abuso eran infundados. Sin embargo, a Sage todavía no se le permitió volver a casa: la pusieron bajo los focos para impulsar una agenda política y de género para el beneficio de un defensor público de Maryland que claramente no tenía ni idea del trauma sufrido por una menor causado por la explotación sexual.
Una niña típica de 14 años es emocionalmente inmadura y tiene muchos problemas. Sage tenía problemas a mayores, además de estas preocupaciones normales, ya que había experimentado un trauma severo antes de los dos años. Ahora, con este nuevo trauma de ser traficada sexualmente, era aún más vulnerable. A pesar de los programas de terapia en Virginia que estaban dispuestos a aceptarla, el abogado defensor público de Maryland dijo que Sage no podía ir debido a que se identificaba como trans. ¡Y el juez del tribunal de menores de Maryland le dio la razón!
El 8 de noviembre de 2021, el juez de Maryland finalmente dio la libertad a Sage para ir a una instalación en Virginia. Esto fue apelado inmediatamente al día siguiente (al ir en contra de la ley interestatal para la custodia) y Maryland continuó conservando la custodia de mi hija, con la esperanza de colocar a Sage en un hogar de acogida en Maryland. ¿Por qué? Porque la llamaba Sage, su nombre legal, y no Draco. En este caso, fue simplemente porque mi esposo y yo no conseguíamos acordarnos de hacerlo, porque desesperados por recuperar a nuestra hija hubiéramos hecho cualquier cosa, incluso utilizar el nombre de Draco. Ahora nuestro niña abusada, víctima de un delito federal de tráfico sexual, estaba siendo enviada a un hogar de acogida debido a la ideología de género. No hay forma de interpretar que esto era lo mejor para mi hija.
Para empeorar las cosas, un día, el 12 de noviembre, Sage no regresó al centro de acogida después de la escuela. Se había escapado de nuevo. La policía, el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) y el FBI fueron notificados.
En aquel momento solo podía esperar y rezar para que Sage no volviera a caer en manos de depredadores. Recé por que estuviera viva. Todos deberían haber estado buscándola. Sin embargo, la apelación de Maryland permaneció activa y los abogados se centraron en usarla para establecer jurisprudencia para personas transgénero (¡la abogada llegó a decirle a mi hija que tenía la intención de presentar una apelación y, si eso fallaba, iría a la Corte Suprema!). Esta era la intención principal de la abogada de Maryland, y lo iba a conseguir aún a riesgo de la salud mental de mi hija y ahora de su vida.
Para mi horror, el oficial de justicia de Maryland descubrió que Sage había sido enviada de Maryland a Dallas, Texas. El 24 de enero de 2022, el oficial de justicia de Texas, por la gracia de Dios, la encontró en una habitación cerrada con llave donde, una vez más, había sido abusada por un depredador. La había usado para pornografía, había vendido su cuerpo por dinero, la había casi matado de hambre, la había golpeado y drogado. Fue un verdadero milagro que la encontraran. Hay tantos niños que nunca son encontrados. Pero su explotación nunca hubiera ocurrido si no fuera por la intervención del estado de Maryland.
Ahora Sage estará ingresada los próximos 1-2 años en un centro terapéutico residencial, dependiendo de cómo responda al programa. Ella luchará con estas consecuencias el resto de su vida. Solo tiene 15 años. Pasó su cumpleaños número 15, el 20 de octubre en Maryland y ni siquiera se me permitió visitarla. Lloré todo ese día.
Quiero compartir su historia con cualquiera que quiera escucharla. Soy solo una pequeña voz para miles de estos niños que nuestra sociedad está poniendo en peligro al aprobar leyes que les dan más derechos a ellos que a los padres que están allí para salvaguardarlos y protegerlos. Estas nuevas leyes están poniendo en peligro a niños vulnerables como la mía. Estos niños no son capaces de tomar las decisiones con las que están empoderados, y los adultos se están aprovechando para explotarlos, mientras que sus padres han sido relegados a un segundo plano. ¡Los cerebros de estos niños ni siquiera están completamente desarrollados hasta los 25 años! Estamos permitiendo que estos niños, escuelas e instalaciones médicas escondan legalmente secretos de los padres. Esto es muy real y muy aterrador. Yo lo sé bien.
Necesitamos convertirnos en una voz fuerte y advertir a las personas que las vidas de sus hijos están en juego, literalmente. Hay depredadores enfermos por ahí observando y esperando a estos niños confusos. Nuestra sociedad los está llevando por mal camino al permitir que se aprueben estas leyes. Es un tema muy real que merece mucha más atención. ¿Crees que esto no te puede pasar a ti? Sí que puede. Por favor, ayuda compartiendo la historia de Sage.