Un ex maestro de primaria en Australia se enfrenta a penas de cárcel después de filmarse a sí mismo teniendo relaciones sexuales con muñecas sexuales infantiles que llevaban puestas máscaras con las fotos de sus alumnos.
La policía de Queensland ya había arrestado antes a James William Treasure de Melbourne después de haberlo pillado filmando a niños en una playa de Noosa en 2018.
Se encontraron más de 3.900 imágenes de abuso infantil en el portátil de Treasure y cámaras ocultas en sus zapatos.
La investigación también descubrió videos de Treasure realizando actos sexuales con una muñeca infantil en uniforme escolar y películas de actos sexuales con su cara y las caras de estudiantes actuales y anteriores editados digitalmente en ellos.
Treasure también guardaba un registro de sus encuentros con los estudiantes y había acumulado una colección de 30,000 videos e imágenes de actividades de las tres escuelas donde había dado clase.
El lunes 8 de noviembre, Treasure se declaró culpable de producir y poseer material de abuso infantil y de dos cargos de acto indecente con un menor de 16 años. En enero de 2021 se le había dado libertad condicional por grabar niños y ahora se enfrenta a una sentencia de cárcel.
Treasure invitaba a los estudiantes a su clase a la hora de comer, atrayéndolos con chocolates. Una estudiante dijo que en una ocasión se arrodilló y le hizo cosquillas antes de manosear sus genitales por fuera del pantalón. La estudiante dijo que lloró y Treasure la regañó.
Otro ex alumno dijo que hacía cosquillas a uno de ellos en al menos cinco o seis ocasiones en «lugares extraños o equivocados».
Una de sus víctimas fue descrita como «brillante, feliz y segura», pero después del abuso sexual de Treasure, comenzó a tener problemas de salud mental y a consumir drogas y alcohol, según una declaración de impacto de la víctima leída ante el tribunal.
«El aspecto más grave es el uso de su posición como maestro de escuela primaria, los padres esperan que proteja a sus hijos», dijo la jueza Frances Hogan.
En los últimos años, la policía australiana ha tomado medidas drásticas contra la importación de muñecas de abuso sexual infantil que viene del extranjero. Las muñecas suelen venir de China o Japón, donde se fabrican.
El 22 de octubre, James Sharp se convirtió en la primera persona en el país en ser encarcelada por importar una muñeca sexual que se asemeja a un menor. Sharp había importado la muñeca de China y la había vestido con ropa infantil y uniforme escolar.
«Una gran proporción del material muestra a niñas siendo sujetadas con cuerdas, collares, cadenas, vendas en los ojos y cinta adhesiva mientras son violadas», dijo el juez Barrett al tribunal. «Cada película, cada imagen, cada disco representa a un niño siendo abusado».
Un informe psicológico afirmó que Sharp tenía una «orientación sexual pedófila». Sharp recibió una sentencia de tres años, pero se espera que le den la libertad bajo fianza después de solo 18 meses.
En otro incidente, un australiano llamado Terrence Kelly ha sido acusado del secuestro de una niña de 4 años, Cleo Smith. Kelly posee una extensa colección de muñecas Bratz y publicó fotos y videos de su habitación llena de juguetes en las redes sociales.
Kelly creó una vida falsa en las redes sociales, dijo estar casado y tener hijos. Compartió videos de una niña en bañador, «mi princesa», de un niño sentado en un sofá, «mi hijo en Australia, te echo de menos, hombrecito», y una foto de una mujer embarazada «ya no falta mucho «.
El año pasado, una madre en Florida se horrorizó al descubrir que las fotos de su hija de ocho años habían sido robadas de Facebook y utilizadas para diseñar una muñeca personalizada de abuso sexual infantil. La muñeca estaba a la venta por 559 dólares en Amazon.
La madre dijo a NBC6: «Cuando vi la que se parecía a mi hija, hice clic en ella y cuando vi la cara, las poses, empecé a llorar y no pude parar». «No puedo dormir porque no puedo dejar de pensar en hombres que tienen relaciones sexuales con esas muñecas».
Australia aprobó una ley que prohíbe las muñecas de abuso sexual infantil en 2019. La organización sin fines de lucro Child Rescue Coalition (CRC), con sede en Estados Unidos, está haciendo campaña por una ley federal que prohíba las muñecas.
Actualmente, no existe tal legislación, aunque la Ley CREEPER (Curbing Realistic Exploitative Electronic Pedophilic Robots) se introdujo por primera vez en el Congreso en 2017. (Creep, o creeper, quiere decir asqueroso, pervertido)
Según el proyecto de ley, «existe una correlación entre la posesión de muñecas obscenas y robots, y la posesión y participación en pornografía infantil».
Cinco años más tarde, la legislación aún no ha sido aprobada por el Senado.