Un niño de 10 años está siendo noticia por ser el modelo trans más joven del mundo en desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York representando a la marca Trans* Clothing Company.
Noella McMaher, nacido varón, fue modelo en la Semana de la Moda de Nueva York en febrero, pero la historia del niño no ha tenido una amplia difusión hasta ahora. Muchos medios lo elogian y tratan de pionero al enterarse de que el niño de 10 años ha sido contratado para trabajos de modelo hasta noviembre.
Según los padres de Noella, el menor comenzó a expresar disforia de género alrededor de los 2 años.
Refiriéndose al niño, que usaba pronombres femeninos, la madre de Noella declaró: «Ella se negaba a usar ropa de niño y cogía berrinches porque era muy joven. Sabía lo que quería, pero no tenía las palabras para decirlo … Debería haberme dado cuenta antes, ya que odiaba cualquier cosa masculina, así que me lo llevé a una clínica de género».
A los 4 años, a Noella le hicieron la «transición social», que es el proceso por el cual un niño es «afirmado» en su identidad de género elegida al presentarse como de ese género en público. Fue por aquel entonces que la madre de Noella llevó al niño a terapia en la clínica de desarrollo de género en el Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie de Chicago. Durante las sesiones, Noella le dijo a un consejero de género que era una «niña». A los 6 años, Noella ya tenía la documentación legal cambiada.
Pero a menudo se omite información sobre la familia del niño en esas reportajes entusiastas.
Dee McMaher, la madre biológica de Noella, es una defensora de la justicia social que se identifica como no binaria, parece estar en terapia de reemplazo hormonal y recientemente se sometió a una mastectomía cosmética. Tanto ella como su actual pareja son mujeres que se identifican como trans masculinas.
Según el sitio web de la Point Foundation, McMaher, Kalick de soltera, ha sido una «defensora y educadora» de niños transgénero durante 10 años, aproximadamente desde el momento en que nació Noella.
En 2019, McMaher y Noella aparecieron en People’s World en un episodio legal en el que McMaher peleaba con el padre biológico, Timothy McCord, por la custodia total de su hija.
Según McMaher, McCord se había opuesto a la identidad transgénero de Noel, de 4 años. McCord y McMaher estaban separados en aquel momento, pero el padre tenía derechos de visita y ambos progenitores compartían las tareas de cuidado del niño durante la semana mientras ella estaba en el trabajo. Por aquel entonces, McMaher estaba empleada en el Centro de Apoyo Familiar Rainbow (Arco Iris) como defensora transgénero, y las visitas de McCord a menudo incluían preparar la cena y acostar a Noella.
En julio de 2016, McCord le provocó una fractura en el brazo a Noella, algo que McMaher declaró haber sucedido cuando el padre le estaba obligando a Noella a ponerse un «pijama de niño». Parece que McCord le dio pastillas a Noella y lo mandó a la cama. A la mañana siguiente, cuando Noella dijo que tenía dolores, McMaher denunció a McCord a los servicios de protección infantil y éste fue arrestado acusado de abuso infantil agravado.
McMaher también luchó para que McCord fuera acusado de un crimen de odio, pero el tribunal determinó que no había pruebas suficientes para eso. En 2018, McCord se declaró culpable de un cargo menor y se le otorgó libertad condicional en lugar de tiempo en prisión. Actualmente trabaja como químico analítico en Chicago, habiendo trabajado anteriormente como médico forense y toxicólogo para el condado de Cook, Illinois.
En 2019, McMaher se casó con Ray, una mujer biológica que también se identifica como transgénero y que trabaja en «justicia para la salud LGBTQ».
Ese año, Noella y McMaher salieron en Chicago Parent, donde se puede leer que McMaher ya tenía planeado que Noella se sometiera a «cirugías de género» en cuanto cumpliera los 16 años, e iba a empezar el proceso dándole bloqueadores de la pubertad y terapia hormonal antes de esa fecha.
McMaher y su pareja parecen tener otro bebé que están criando como no binario, se refieren a él como un «theybie»(¿«ellebebé»?) y a menudo sale en las fotos con un jersey que dice «agénero es mejor».
Hablando con Reduxx sobre el caso, Sinead Watson expresó incredulidad ante esos detalles alarmantes.
«No me puedo creer que este niño haya sido afirmado a una edad tan temprana. No me puedo creer que este niño, este bebé, haya sido considerado «equivocado» a los 2 años». Watson dice: «¿Y los cambios legales a los 6? El caso entero es aberrante».
Watson es una voz muy activa de una comunidad en línea dinámica y creciente de detransicionadores, personas que comenzaron, pero pararon y trataron de revertir la transición de género. Watson tomó testosterona durante 3 años tras decidir que se identificaba como hombre, pero más tarde se dio cuenta de que esos sentimientos provenían de una lucha contra la misoginia y el trauma. Watson ha sido abierta acerca de su experiencia: fue inmediatamente «afirmada» por los médicos, y ninguno de ellos investigó su historial de problemas mentales.
«Que ambos progenitores sean ‘trans’ o ‘queer’ no me sorprende. Están forzando sus propias ideologías sobre un bebé inocente». Watson dice que el fenómeno no es nuevo para ella, y que había visto historias de padres transicionando a niños no conformes con el género ya en 2015.
«Al igual que con el contagio social entre niños vulnerables, estamos viendo cada vez más padres con síndrome de Münchausen por poder. No son los niños los que son trans, son los padres los que quieren que lo sean».
Sobre el plan de la familia de que Noella se someta a «cirugías de género» a los 16 años, Watson lo llama claramente «abuso infantil».
«Muchos niños sufrirán daños por esto en el futuro. Pero tantos. Solo puedo decir que estoy completamente asqueada por lo que esta gente le está haciendo a ese pobre niño. Es imperdonable».
La transición infantil se ha convertido en una preocupación creciente en los últimos años y muchos han sido testigos de una explosión tanto en las cantidad de clínicas de género, como en la prevalencia de los «niños trans». Según Gender Mapper, América del Norte ha visto crecer el número de clínicas pediátricas de identidad de género de un mero puñado a «más de 200» en solo 10 años.
El 25 de febrero, la Academia Nacional de Medicina de Francia emitió un comunicado a sus miembros profesionales señalando que se había dado cuenta de un «fuerte aumento de la demanda» en jóvenes y adolescentes que buscan servicios de identidad de género.
La Academia lo llamó un «fenómeno epidémico» y advirtió a los médicos que tengan cuidado al tratar con jóvenes que presentan inquietudes de identidad de género.
Pero los profesionales médicos franceses no estaban solos en su inquietud. A nivel mundial, varios países y autoridades sanitarias han tomado medidas para tratar de detener o restringir la transición infantil, citando consecuencias negativas a largo plazo para el menor.
En abril, el Departamento de Salud de Florida emitió un comunicado de prensa para intentar impedir todas las formas de tratamiento médico y social para la «disforia de género» en niños y adolescentes. El Departamento señaló un informe de Suecia en el que a una niña que se identificaba como trans se le recetaron bloqueadores de la pubertad a los 11 años y que desarrolló efectos secundarios médicos graves. La niña desarrolló osteoartritis severa en la columna vertebral tras 5 años con el medicamento. Su altura también estaba atrofiada, y los rayos X demostraron una serie de anomalías en su esqueleto.
Incluso la «transición social» ha sido objeto de escrutinio, y algunos detransicionadores señalan que no está exenta de consecuencias negativas a largo plazo.
Según el Dr. Leor Sapir, miembro del Instituto Manhattan, la «afirmación social» a menudo pone a los niños en el camino hacia la transición médica completa.
En un hilo publicado hoy, el Dr. Sapir señaló: «Las escuelas no están siendo ‘solidarias’ o ‘inclusivas’ cuando adoptan políticas de ‘afirmación’. Al contrario, están cambiando potencialmente el curso de desarrollo psicosocial y llevando a los niños a convertirse en estériles, sexualmente disfuncionales y pacientes de por vida de la industria médica».