Las lesbianas están solas.
Sé lo que estás pensando en este momento: apoyas a las lesbianas, crees que merecen que las dejen en paz los hombres que se dicen trans y que tratan de convencerlas de la magia de la polla femenina a través de la táctica coercitiva de lo que yo llamo homosexualidad semántica: no tienes nada en contra de las lesbianas.
Lo sé, y lo agradezco pero ni las buenas intenciones ni la legítima indignación pueden cambiar la aplastante realidad de que, si eres lesbiana, siempre has estado sola y probablemente siempre lo estarás, no veo una posibilidad de cambio, si soy honesta solo veo crecer la oscuridad, y no estoy diciendo nada de esto porque quiero que sientas lástima, o porque quiero deprimir aún más a mis lectoras lesbianas, lo digo porque nadie lo dice, lo digo porque a veces escuchar la verdad más fea presentada sin una capa de azúcar es catártico y nunca he sentido la necesidad de catarsis más que ahora mismo, así que espero que sigas leyendo este ensayo no tan positivo y espero que entiendas mi ira.
Acostúmbrate a ser borrada por la comunidad trans es lo que me dice esta imagen
Las características definitorias de una lesbiana son que es mujer y homosexual, no tiene interés hacia los hombres, no centra a los hombres en su vida, es única en la forma en que el deseo sexual masculino no da forma ni influye en su vida, nadie más que las lesbianas puede decir esto sobre sí mismos, esto es lo que distingue y separa a las lesbianas de toda la sociedad: hombres homosexuales, mujeres heterosexuales, personas bisexuales, todas estas sexualidades dependen del sexo masculino de una manera u otra, y no estoy usando la palabra «depender» de una forma denigratoria, todos los humanos tienen necesidades y algunas de esas necesidades en muchos casos deben ser satisfechas por un compañero: los hombres homosexuales aman a los hombres, las mujeres heterosexuales aman a los hombres, las personas bisexuales también aman a los hombres, las lesbianas no, las lesbianas aman exclusivamente a las mujeres, el Eje de la Polla no tiene control sobre una lesbiana.
Es muy importante que entiendas esto, que te des cuenta de lo impactante que es esta diferencia, porque es la razón por la que las lesbianas están solas y son tan profundamente odiadas, incomprendidas, ignoradas por la gran mayoría de la gente.
No sirve de nada negar el poder que los hombres tienen sobre la sociedad, el mundo pertenece a los hombres, está gobernado por los hombres, sus necesidades, su deseo, si no te importan los hombres, no te importa el jefe de la casa, el líder de la sociedad, no te importa el Dios cuya religión te ha sido impuesta, y ¡cómo te atreves! Eres una hereje y un peligro para la estructura establecida, no se te puede permitir mostrar a los demás que la felicidad es posible sin el Dios, el líder, el hombre. Incluso la sexualidad lésbica se mide en relación con los hombres, está en todas partes en el lenguaje utilizado para describirnos: no somos lesbianas porque amamos a las mujeres, somos lesbianas porque no nos gustan los hombres, tenemos relaciones sexuales con mujeres porque los hombres piensan que es sexy, nos besamos porque los hombres lo encuentran excitante, pero luego debemos tener sexo «real», la realidad es el pene.
Ambas imágenes fueron etiquetadas como «mujeres» bajo la etiqueta lesbiana.
Me he visto obligada recientemente a tomarme un descanso prolongado de twitter – es evidente que mis opiniones no son bien vistas por los censores – durante este descanso me dije a mí misma que iba a evitar temas relacionados con el activismo trans, el culto del género, me dije a mí misma que iba a intentar simplemente existir como una lesbiana feminista radical sin compartir mis opiniones. Voy a leer un libro, a ver un programa de televisión, voy a echarles un ojo a las redes sociales solo para entretenimiento personal.
No hace falta decir que no salió bien, todos los días, y no estoy exagerando, me topaba con algo que hacía que se me cayera el alma a los pies, se me dijo como quien no quiere la cosa, que las «lesbianas trans butch» (también conocidas como hombres heterosexuales conformes con el género) necesitan más apoyo y visibilidad que las lesbianas butch reales, que la literatura tiene que ser «cuireada» por personas heterosexuales, que no necesitas ser homosexual o tener tendencias homosexuales para pertenecer a la comunidad LGBT, que Virginia Woolf era «queer», vi como llamaban a un grupo de sexo mixto un grupo de mujeres porque el hombre del grupo llevaba maquillaje y un vestido, Las mujeres heterosexuales son queer si sus maridos visten de rosa, los hombres heterosexuales son queer si admiran a las lesbianas, una pareja heterosexual es queer si su boda fue poco convencional, todo es queer, no soy lesbiana, solo las mujeres trans son lesbianas, lo que soy es queer, qué extraño, ¡e incorrecto!
Sé queer pero por favor no en el sentido de homosexual.
Vi a lesbianas butch con confianza en sí mismas celebrar mastectomías dobles y recetas de hormonas para convertirse en su verdadero yo: «hombres», me dijeron que la atracción por las mujeres debe significar que en el fondo eres un hombre en el cuerpo equivocado, las lesbianas no son necesariamente mujeres, son no-hombres atraídas por no-hombres, me dijeron que la novia de alguien que ha nacido con pene no significa que uno de los dos sea menos lesbiana, que de vez en cuando disfrutar del sexo con hombres convierte a una lesbiana en válida y yo soy una odiadora, que se necesitó una pandemia y un consumo saludable de pornografía para hacer que una lesbiana saliera de lo que antes era un hombre heterosexual, vi a una mujer que decía ser lesbiana bromear sobre enamorarse inexplicablemente de un hombre.
¿Ves esa etiqueta? Poner este video donde las lesbianas pueden encontrarlo es homofóbico.(Dos años sin coger el virus. (se cae) se enamora de un hombre)
Fue una constante, solo por el simple hecho de existir en el mundo como yo misma, sin opiniones controvertidas compartidas, sin un algoritmo que me meta a propósito contenido transactivista que desafiar, porque soy una lesbiana que solo busca contenido que centre a las lesbianas, estoy constantemente expuesta a lo que tengo que llamar una forma de violencia.
No puedo escapar de esta monstruosidad, no hay salida y cuanto más trato de sonreír bajo el dolor y continuar, más me siento enjaulada, atrapada, sola. Si quiero ser aceptada, si quiero participar en la sociedad, promover mi escritura, conseguir seguidores en las redes sociales, debo mentirme a mí misma, debo convertirme en otra persona, debo negar mi realidad para atender a un grupo de personas que no soporta pensar que hay una mujer a la que no le importan los hombres.
Si no eres lesbiana no puedes imaginar lo que se siente al conocer y hablar con otra lesbiana, toda tu vida varada en un país extranjero cuando de repente viene alguien que habla tu idioma, entiende tu cultura y no necesita que se lo expliques. Cuando estoy con las pocas amigas lesbianas que tengo soy libre, no importa el tema, no importa si no estamos de acuerdo, todo lo que decimos cae en oídos que crecieron en la misma lucha solitaria.
Quiero a mis amigas lesbianas, estoy orgullosa de ser lesbiana y estoy enfadada por lo que nos están haciendo, estoy enfadada porque nadie realmente entiende la enormidad del problema, lo imposible que es escapar, estoy enfadada porque todavía (¡TODAVÍA! ) tengo que explicarle a la gente que las lesbianas son mujeres, que no estamos exentas de la misoginia solo porque no nos importan los hombres, somos los objetivos más vulnerables e interesantes del activismo trans porque englobamos las dos cosas que más odian, somos mujeres y homosexuales al mismo tiempo, ¿quién nos creemos que somos diciendo que no nos atraen los hombres? No importa, lesbiana tontita, ahora los hombres también son mujeres, así que aguántate, ahora puedes tener relaciones sexuales con un pene, por qué no, es un pene femenino, y a ti te gustan las chicas.
Como mujer no se te permite poner límites, como lesbiana tus límites existen para que los rompan, no hay paz para las lesbianas.
El amor es amor es amor es una mierda
Antes de mi descanso del activismo en Twitter, un grupo de hombres homosexuales me dijeron que no quieren oír hablar de lesbianas, que no están en el movimiento crítico de género para oír hablar de las lesbianas y, francamente, todas deberíamos dejar de actuar como si estuviéramos peor que todos los demás. Bueno, no me importan las competiciones de quién está más oprimido y no espero que este ensayo abra los ojos de nadie si no tiene interés, hice las paces con la soledad que conlleva ser lesbiana, con lo que no puedo hacer las paces es con el esfuerzo activo de obligarnos a agacharnos y desaparecer, a las lesbianas ya no se les permite existir, debemos ser queer o bisexuales, de lo contrario somos inaceptables, y si somos respetadas como mujeres homosexuales, tenemos que callarnos porque los hombres necesitan más a la audiencia; no, no me callaré y te preguntaré si puedes encontrar en ti que estás más enojado, te pediré que te enfades, que te enfades incluso más de lo que ya estabas antes porque esto no es solo una cuestión de justicia o moralidad, hay jóvenes lesbianas a las que se les dice que no pueden existir, hay una generación de mujeres que solo pueden elegir entre la mutilación y la violación a menos que oculten quiénes son.
No puedo terminar esto con un mensaje alentador porque no sé dónde encontrarlo en este momento, camino por el mundo tratando de averiguar si el arco iris despreocupado en forma de «aliado LGBT» frente a mí es, de hecho, un lesbófobo que cree que mi naturaleza está equivocada de la misma manera que lo haría un sacerdote católico.
Me podría ir a vivir a la cima de una montaña con mi esposa y olvidarme de estos asuntos, estoy entre las afortunadas, era fuerte y orgullosa antes de que nos cayera el meteorito trans, pero creo que le debemos a la generación más joven de lesbianas no rendirnos, así que voy a decir esto, si sientes que no hay esperanza, entiendo por dónde vas y te escucho, tal vez el camino permanezca oscuro, pero voy a sumar mi luz a la tuya y tal vez así veamos los peligros antes de que sea demasiado tarde.
—cathemeralidad
2 respuestas
Si miro en el entorno local lamento tener que decir que algunas lesbianas han caído rendidas a la influencia del transgenerismo y no les da para advertir lo que amargamente relata este artículo; han abierto su espacio y habitación propia a estos intrusos.
Sencillamente desgarrador, aunque grandiosa su lucidez y qué justa su rabia.