España: Profesora de antropología tiene que dar clase con guardaespaldas por las amenazas de un grupo de estudiantes transactivistas

Esta es la versión ampliada de un artículo publicado en Reduxx

Una organización estudiantil de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) pide la expulsión de una destacada profesora de Antropología Social, alegando que es “tránsfoba”. La Organización Juvenil Socialista, también conocida como OJS, exige el cese de la doctora Silvia Carrasco, tras haber impartido al principio del semestre unas charlas en las que hablaba de la necesidad de las clasificaciones por sexo en antropología.

El 12 de febrero, la OJS publicó un video en las redes sociales titulado “Contra la transfobia, organicémonos!”. En él, una estudiante leía un discurso señalando a Carrasco y criticando a la universidad por permitir una “intocable libertad de cátedra” en temas delicados.

“Hoy vuelve la actividad al campus de la UAB, vuelve el control ideológico, vuelven los discursos reaccionarios y transfóbicos a nuestras aulas… Abanderándose con la intocable libertad de cátedra permiten que el profesorado imparta el contenido bajo criterios ideológicos y científicos convirtiendo el aula en un espacio de producción y legitimación de discursos reaccionarios y… transfóbicos… propios de la política socialdemócrata, relatos que tratan de explicar la opresión de género desde un esencialismo sexual desde posturas biologistas…”.

Al día siguiente, al lado de la puerta del aula en la que Carrasco da clase, aparecieron ampliaciones de publicaciones que Carrasco había hecho en las redes sociales, donde expresaba críticas a la ideología transgénero y a la “Ley Trans” española, promulgada a principios del año pasado y que facilita considerablemente que los hombres puedan cambiar de nombre y sexo registral.

La OJS garabateó “alerta tránsfoba” con rotuladores fluorescentes sobre las copias impresas de los mensajes.

Ese mismo día también aparecieron mensajes de “alerta tránsfoba” en varios lugares de la facultad y en el pasillo del Departamento de Antropología Social y Cultural. La OJS también distribuyó folletos y octavillas, que dejaron sobre las mesas por todo el campus.

El 19 de febrero, la Comisión Ejecutiva del Departamento de Antropología emitió un comunicado condenando firmemente cualquier acto destinado a “intimidar” al profesorado para que guarden silencio.

“El Departamento de Antropología Social y Cultural de la UAB quiere expresar que las acciones que intenten intimidar o boicotear al personal docente e investigador no tienen cabida en una institución académica democrática”, reza el comunicado traducido por Reduxx. “La pluralidad de opiniones y de orientaciones teóricas son imprescindibles para debatir y avanzar en la producción de conocimiento antropológico, y eso empieza con el respeto y reconocimiento a la valía académica de todo el profesorado”.

Pero la situación se agravó cuando la Organización de Juventudes Socialistas exigió “la expulsión inmediata” de Carrasco y de sus “compañeras de departamento abiertamente tránsfobas”. El comunicado fue publicado en las redes sociales en forma de un breve video en el que una alumna leía en voz alta las demandas.

Al día siguiente, los estudiantes celebraron una asamblea justo después de la clase de Carrasco, con el objetivo de “organizar la respuesta a la transfobia”.

Pero Carrasco no estaba dispuesta a dejarse intimidar, y esa misma noche apareció en un programa de televisión para hablar de un proyecto de ley local destinado a facilitar el proceso de cambio de género. Fue una de las primeras veces que una voz crítica con la ideología trans aparecía en la televisión nacional para condenar los intentos de borrar el sexo biológico, y fragmentos del programa se hicieron virales en las redes sociales españolas.

Aunque el rector de la Universidad puso a disposición de Carrasco un equipo de seguridad para que pudiera impartir su clase del 5 de marzo sin peligro, ella decidió tomar medidas adicionales y denunció la Organización de la Juventud Socialista ante los Mossos d’Esquadra (la policía autonómica de Cataluña) para que se documentara la campaña de intimidación contra ella.

Los recientes problemas de Carrasco con los transactivistas se agravaron el año pasado cuando fue invitada a hablar en un panel titulado “Hablemos de sexo. Por qué el sexo biológico sigue siendo una categoría analítica necesaria en Antropología”. El panel iba a tener lugar durante el Congreso Anual de la Asociación Americana de Antropología (AAA) 2023, en el que iban a participar 5 mujeres antropólogas críticas con la ideología de género.

Pero el panel fue cancelado en el último momento, y la AAA declaró que había “llegado a la decisión de eliminar la sesión del programa del congreso de la AAA/CASCA 2023” basándose en una evaluación de que las “ideas expuestas podrían resultar dañinas para los miembros Trans y LGBTQI de la comunidad antropológica, así como para la comunidad en general”.

Tres días después, la AAA publicó un aviso en su página web oficial donde dice que “no hay lugar para la transfobia en la antropología“.

En declaraciones a Reduxx, Carrasco contó que había “decenas de casos” de profesoras, tanto en la universidad como en secundaria, que tienen que autocensurarse debido a la intimidación de los transactivistas.

“Están sufriendo porque ven cómo el transgenerismo está entrando en la educación, utilizando la propaganda cuir como supuesta actualización del profesorado en perspectiva de género”, explica. “Las Unidades de Igualdad están actuando como policía del pensamiento, introduciendo lo que llaman ‘perspectiva de género’, que es directamente ideología queer, en toda la universidad”.

Junto con Ana Hidalgo, Araceli Muñoz y Marina Pibernat, Carrasco es autora del libro “La Coeducación Secuestrada“, una crítica feminista a la penetración de las ideas transgénero en la educación, y que ya va por la tercera edición.

Carrasco cuenta a Reduxx que ni siquiera se plantearon proponer a su propia universidad hacer una presentación del resultado de la investigación publicado en el libro, porque saben que sería boicoteada.

Cabe destacar que Silvia Carrasco tiene una causa abierta desde 2013, en la que denunció 7 agresiones (3 de ellas físicas) y que 11 años más tarde todavía no se han juzgado.

En los últimos años, se han producido múltiples incidentes en España de académicos que han sido blanco de ataques por parte de grupos transactivistas.

Como ya informó Reduxx (artículo en español), los profesores de la Universidad de Oviedo, José Errasti y Marino Pérez, autores de Nadie nace en el cuerpo equivocado: Éxito y miseria de la identidad de género, se vieron obligados a cancelar una conferencia en la Universidad de Palma debido a graves amenazas de violencia.

Y aunque la universidad de Carrasco se mantiene firme en el apoyo a su libertad de expresión, al menos en privado, otras profesoras no han tenido tanta suerte.

La misma Universidad Autónoma de Barcelona echó a Juana Gallego del máster que ella había creado sobre Género y Comunicación, por motivos ideológicos: Gallego conceptualiza el género como un constructo social y cultural, no como una “identidad sentida”. La Universidad de Granada no renovó el contrato de Tasia Aránguez, profesora de Filosofía del Derecho, por ejercer su derecho a la libertad de expresión y de cátedra. La Universitat de València cesó a Amparo Mañés como jefa de Igualdad por decir que la mujer “es la hembra humana”. La Universidad Rovira i Virgili substituye a Inma Pastor, profesora de sociología, como directora de la Unidad de Igualdad por un equipo pro queer.

Escritoras, como la filósofa Alicia Miyares, sufrieron el boicot de la presentación de su último libro. Como ya informó Reduxx, Lucia Etxebarria fue denunciada por “malgenerizar” en las redes sociales a un hombre que se dice “no binario”. Carola López Moya fue perseguida por un tuit de “odio tránsfobo”, por el que se pedía su inhabilitación como profesional durante varios años y una multa de 120.000 euros. 

Desde la llegada al poder de la coalición PSOE y Podemos en enero de 2020, la censura en las universidades españolas es algo tristemente habitual.

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4 respuestas

  1. Nuria, me haces pensar. No tengo tan claro que no exista una minoría de hombres y mujeres trans, aparte de esa masa que responde a la moda de «hacerse trans». Ahora estoy mirando películas y documentales sobre el tema para tener una mejor idea. Y leyendo El Género daña de Sheila Jeffreys. Qué opinas de este texto?

    Toda la suerte para Silvia Carrasco, ¿finalmente el Rectorado de la UAB, como ella pidió, se ha manifestado condenando las amenazas y acoso que recibe?.

    1. Pues lo tengo en la montaña de espera, pero suelo estar muy de acuerdo con Sheila Jeffreys. Cuando lo acabemos las dos, lo comentamos.

      El rectorado dijo que amenazar estaba mal, pero no veo un apoyo a muerte. A ver qué pasa hoy. Un abrazo, Lola.

  2. El libro de Helen Pluckrose TEORIAS CINICAS explica los orígenes de lo que está sucediendo ahora en los campus universitarios y otros ámbitos. Confieso que cuando lo leí me di cuenta que es mucho mas fuerte y peligroso que lo que pensaba. Se trata de todo un constructo (para esta «religión» todo es construido, el sexo también) socio-politico-económico de gran alcance (la Big-Farma). Y es LA VERDAD indiscutible. La interseccionalidad es una de sus columnas…las leyes trans son otra. La crítica concretamente a la ley trans española realizada magistralmente por Silvia Carrasco a través de investigaciones como el Informe Transit le han valido el acoso que está sufriendo…son implacables…el feminismo está siendo manipulado…atención…

    1. Es curioso, Lola, no me fío de Helen Pluckrose un pelo, no me fío de nadie que piense que «la gente trans» existe.
      En otro orden de cosas, a ver qué tal le va mañana a Silvia Carrasco, que tiene clase. Cruzo los dedos.

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