En delitos callejeros, como robos, agresiones y acoso, los alemanes tenían una tasa de 168 por cada 100 000 habitantes. Los sirios y los afganos registraban 1291 y 1218, respectivamente.
Los nuevos datos sobre delincuencia en Alemania muestran que los extranjeros, especialmente si son jóvenes y proceden de Siria, Afganistán, Argelia y Marruecos, son mucho más propensos a ser imputados en casos penales que los ciudadanos alemanes, según American Renaissance.
Las cifras se publicaron en las últimas estadísticas policiales sobre delincuencia de la Policía Criminal Federal (BKA). Una nueva cifra denominada «recuento de sospechosos» (TVBZ, Tatverdächtigenbelastungszahl) mide cuántos imputados se identifican por cada 100.000 personas en un grupo determinado, excluyendo los delitos relacionados con la inmigración.
Entre todos los grupos de edad, los imputados alemanes tienen un TVBZ de 1.878. Los sirios tienen un TVBZ de 8.236 y los afganos de 8.753, más de cuatro veces superior. Pero entre los jóvenes de 14 a 18 años, la diferencia es aún mayor: los sirios son cinco veces más propensos a ser imputados que los alemanes de ese mismo grupo de edad.
Los jóvenes norteafricanos presentan las tasas más altas. Los adolescentes argelinos son 56 veces más propensos a ser nombrados sospechosos que sus homólogos alemanes. Los adolescentes marroquíes son 19 veces más propensos.
En delitos callejeros, como robos, agresiones y acoso, los alemanes tenían una tasa de 168. Los sirios y los afganos obtuvieron 1.291 y 1.218, respectivamente.
Los datos se publicaron tras una solicitud formal de Martin Hess, miembro del partido AfD. «Este es el resultado previsible de una política migratoria que lleva décadas fracasado por completo», afirmó Hess.
Una cuestión que se plantea en el informe es que muchos imputados catalogados como «alemanes» pueden tener aún orígenes extranjeros, algo que Alemania no registra. En regiones como Renania del Norte-Westfalia, se han utilizado los nombres de pila de los imputados, como «Mohammad», para sugerir raíces extranjeras. Una lista filtrada de los disturbios de Año Nuevo en Berlín también reveló que muchos imputados «alemanes» tenían nombres no alemanes.
Los fiscales de Berlín estiman que tres de cada cuatro miembros de bandas criminales tienen la ciudadanía alemana. Sin embargo, sus delitos siguen contabilizándose en la categoría alemana.
Los partidarios del seguimiento de los antecedentes, como la AfD, argumentan que conocer el origen familiar de un imputado es clave para medir la integración, especialmente a través de las generaciones.
Los nuevos datos también cuestionan las afirmaciones de que las altas tasas de delincuencia entre los inmigrantes se deben únicamente a la edad. Al comparar a los jóvenes alemanes con los jóvenes extranjeros, los imputados extranjeros siguen apareciendo con mucha más frecuencia. El sólido sistema de bienestar social de Alemania proporciona a todos los residentes acceso a las necesidades básicas, lo que sugiere que la pobreza no es el principal motor de la delincuencia.