Un hombre que se dice trans ha sido condenado a 25 años de prisión por obligar a su hija de 7 años a participar en la creación de material de abuso sexual infantil.

Marina/Matthew Volz, fue arrestado en 2019 después de que el Departamento de Protección Infantil de Nueva Jersey se diera cuenta de que estaba creando pornografía en una casa donde residía una menor.

Se ejecutó una orden de registro en la propiedad al descubrirse que la niña había estado probablemente expuesta a material sexualmente explícito, y posteriormente se incautaron de dispositivos electrónicos. Durante el examen forense de los dispositivos, se encontraron varias fotos y videos sexualmente explícitos de la niña.

La niña fue sacada de la casa y comenzó una larga investigación sobre los residentes de la propiedad. Cuatro adultos fueron arrestados, incluido Volz, quien es el padre de la niña.

Los cuatro habían dirigido lo que se describió como una compañía «familiar» de producción de pornografía transgénero especializada en BDSM (sadomasoquismo y bondage), fetichismo y contenido tabú.

En el momento de los abusos, la madre de la niña vivía en Oregón. Volz y Ashley Romero, otro hombre transidentificado, se habían llevado a la niña de casa de su madre a Nueva Jersey con el propósito de obligarla a ingresar en la industria de explotación sexual infantil.

La niña vive actualmente con parientes, y Volz ha renunciado a todos los derechos parentales.

Durante el juicio, los fiscales dijeron al juez que la niña había sido sometida a «un vórtice de oscuridad» después de haber sido retirada del cargo de su verdadera madre.

El fiscal adjunto del condado de Somerset, Brian Stack, dijo que los cuatro, que habían formado una unidad familiar sádica, eran «incapaces de redención», y señaló que ninguno había asumido la responsabilidad del daño que habían hecho.

Si bien evitó proporcionar detalles completos sobre el alcance de la terrible experiencia de la niña, el juez Peter Tober señaló que había sido sometida a condiciones similares a la tortura, mencionando collares para el cuello, una jaula en el sótano y juguetes sexuales.

«Esto es la definición de abominable, cruel y depravado», dijo el juez Tober, afirmando que la niña había sido arrebatada de su madre real «únicamente para la gratificación sexual» de los demás.

Hoy, Volz fue sentenciado por cargos de trata de personas, agresión sexual agravada, conspiración y poner en peligro el bienestar de un menor, y recibió una condena de 25 años por sus crímenes.

Ashley/Adam Romero, también fue sentenciado a 25 años después de admitir haber ayudado a Volz a llevarse a la niña de su madre con el propósito de abusar sexualmente de ella. En una grabación recuperada de la casa, se ve a Romero abusando sexualmente de la niña con Sean Allen, de 54 años, quien recibió una sentencia de 12 años por su papel en los crímenes.

Otro adulto, Dulcinea Gnecco, también fue acusado de cuatro cargos de poner en peligro a un menor. Gnecco era el cocinero de la casa y estaba a cargo del cuidado básico de la niña.

Los cuatro se declararon culpables el 21 de noviembre como parte de un acuerdo con la Oficina del Fiscal del Condado de Somerset, y recibirán crédito por el tiempo cumplido desde su arresto en 2019.

En la cobertura mediática del horrible caso, los periodistas se refirieron a Volz y Romero como «mujeres» y usaron pronombres femeninos para referirse a ellos. Volz también fue identificado como la «madre» de la niña en las noticias locales.

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