El idiota de alto impacto

IA woke wanker, Blog de Salagre

Rico rico. Che Guevara de boutique.

No se nota a simple vista, porque ha aprendido a camuflar el privilegio como si fuera humildad. Camina como si acabara de salir de una sesión de meditación tántrica con playlist de Bon Iver. Come ecológico con perejil a 14 euros el matojo.

El queso lo compra si el envoltorio llora. Si pone “ético”, “pastores libres” o “rebaño no patriarcal”, ya tiene desayuno virtuoso.

Va vestido de “paso de la ropa”, pero su camiseta sin logo cuesta como tu implante, y el pantalón lo firma un diseñador noruego que sólo cose los martes si hay luna nueva. Cada prenda fue escogida con esmero para parecer un descuido adorable, pero en realidad dice: “soy multimillonario pero con valores, quita de ahí, gilipollas”.

Y por supuesto, es de izquierdas. Muy de izquierdas. Izquierda de alto impacto, de standing brutal, de empatía gestionada por asesor fiscal.

Súper Superioridad Moral.

Y ahí está el tío, sorbiendo su tisana detox después de haberse tragado una vaca wagyu masajeada por monjes tibetanos. La conciencia tranquila, el aura limpia y el discurso afinado para indignarse con elegancia.

Cuando dona algo, lo hace con esa falsa modestia tan bien entrenada: no lo anuncia, lo filtra. Lo deja caer con una sonrisa humilde, como quien no quiere decir nada, aunque lo dice todo. Y si llega a tus oídos, no es por accidente. Es porque él ha decidido que ya era hora de que te enteraras.

Y ahora toca Palestina. No con los yazidíes, ni con los uigures, ni con los venezolanos que comen de la basura, ni con las mujeres iraníes que se queman vivas ni, por supuesto, con sus compatriotas pobres. Eso no, o no ahora, se verá según su anuario de causas nobles.

Su indignación es selectiva, de temporada, como las trufas. Porque él no va donde hay injusticia: va donde hay foco.

Te votaba, pero me diste asco.

Y cuanto más habla este idiota, más gente se va lejos.

Porque el pueblo que madruga, que carga sacos, que come una lata delante de un informativo que ya no entiende, hace tiempo que dejó de escuchar. No por ignorancia ni por odio. Por saturación.

Así que sí, se va yendo a la derecha, cada vez más lejos. No por devoción a ningún banquero ni por nostalgia del dictador. Lo hace porque la izquierda que conocía, la que defendía a los suyos, ha sido secuestrada por una élite de cenutrios ilustrados que predican desde escenarios, platós y asambleas mimadas por el sistema. Una izquierda que adoctrina y sermonea. Que ha convertido la solidaridad en postureo obligatorio y la crítica en un test de pureza.

Porque si la única izquierda visible es lo que muestra este iluminado, el pueblo pensará que mejor que se la metan donde el sol no llega.

Porque no se trata sólo de él, no… Se trata del aparato que lo aplaude, de los portavoces que deciden desde arriba qué dolor es legítimo, qué causa merece pancarta, y qué emoción debes exhibir si no quieres ser señalado como paleto, o peor aún: facha.

Hoy toca Palestina. Se va yendo lentamente lo trans y veremos qué toca en septiembre.

El resto puede esperar. Tu precariedad, tu inseguridad, tu hartazgo, tu salario microscópico no tienen glamour ni visibilidad, así que no existen.

Y cuando uno no tiene nada, no pide pureza ideológica. Pide pan, respeto, políticos serios y entregados. Y si no puede tener eso, pues va a votar contra ti. Lo opuesto a lo que tú eres.

Pero no por ignorancia. Por despecho.

Te votaba. Pero me diste asco.

Porque no eres mi familia ni nada mío.

Eres un partido. Uno más.

Y si no me sirves, te vas.

De un hilo de X

Recibe nuestros artículos por correo electrónico, haz click AQUÍ para suscribirte

7 respuestas

    1. ¿Verdad que sí? No hace mucho descubrí a esta mujer en X y escribe verdades como puños con una gracia y una agudeza impresionantes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Salagre.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Lucushost S.L. que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Otros artículos

Suscríbete a nuestra newsletter


Loading

Buscar en el blog

Buscar
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.   
Privacidad