El Informe Cass me parece un compromiso cobarde

 

En 2020, NHS England (el servicio de salud pública de Inglaterra) encargó a la Dra. Hilary Cass, pediatra, una investigación acerca de los servicios de «identidad de género», especialmente sobre el suministro de bloqueadores de pubertad a menores.

Muchas esperábamos con ansia el Informe Cass. Todas sabíamos el impacto que iba a tener sobre el futuro de la infancia, no sólo del Reino Unido, sino de todo el mundo. Las reacciones no se hicieron esperar: Team Trans gritó transfobia y Team Terf escribió largos artículos e hilos en X elogiando el fin de la mutilación de menores.

Veo mucho entusiasmo, y a mí lo que me provocó fue una decepción enorme.

No estoy cualificada para hacer una crítica a los aspectos médicos y jurídicos, pero sí sé leer, así que me voy a concentrar en el lenguaje.

El documento consta de 388 páginas, y ya os aviso que no voy a leerlo todo, me centraré en algunos capítulos y señalaré lo que me chirría.

El informe provisional

Primero, un inciso: en febrero de 2022, la Dra. Cass publicó un informe provisional, que también creó polémica y esperanza. Fue la razón del cierre de la tristemente famosa clínica Tavistock, hecho que fue muy comentado y alabado. Sólo dos cosas acerca de esto:

1- Ya en la página 7, en la introducción, donde explica de qué se trata la evaluación, deja claro que considera que el género existe: «Este informe se dirige principalmente a los responsables y proveedores de servicios para niñas, niños y jóvenes que necesitan apoyo en relación con su género».

2- Es cierto que se cerró la clínica Tavistock, pero se abrieron dos nuevas: una en el sur de Londres y otra en Manchester, al noroeste de Inglaterra.

El informe final

La revisión fue encargada por el NHS de Inglaterra para hacer recomendaciones sobre cómo mejorar los servicios de identidad de género del NHS, y garantizar que los niños, niñas y jóvenes que cuestionan su identidad de género o experimentan disforia de género reciban un alto nivel de atención, que satisfaga sus necesidades, sea seguro, integral y eficaz.
El informe describe lo que se sabe sobre los jóvenes que buscan apoyo del NHS en relación con su identidad de género y establece el enfoque clínico recomendado para la atención y el apoyo que deben esperar, las intervenciones que deben estar disponibles y cómo deben organizarse los servicios en todo el país.

Usa registradas mujer al nacer, registrados hombre al nacer. Por supuesto, identidad de género y angustia relacionada con el género.

Este informe no va de definir lo que significa ser trans, ni de menoscabar la validez de las identidades trans. Más adelante: adultos transgénero.

La página 14 es tenebrosa:

Primero: «… la medicación es binaria, pero el grupo de mayor crecimiento que se identifica bajo el paraguas trans es el no binario, y sabemos aún menos sobre los resultados de este grupo. Algunos de vosotros también tendréis una identidad de género más fluida a medida que vayáis creciendo. No sabemos cuál es el punto óptimo en el que una persona se asienta en su identidad, ni qué personas tienen más probabilidades de beneficiarse de una transición médica.«, donde valida el concepto de la «identidad de género». No sólo eso, sino que ésta fluye, como el Miño. Pero no nos preocupemos, porque finalmente se «asienta», el problema es dar con el cuándo. Y luego, claro, hay que averiguar a quién le va a sentar bien la mutilación de pechos o genitales.

Segundo: «…, organizar la preservación de la fertilidad...«, lo que quiere decir que, si eres una o uno de esos que ha optado por la mutilación, acuérdate de guardarte unos óvulos o algo de esperma, no vaya a ser que se te disipe la «disforia de género» o simplemente decidas que lo que el mundo necesita es un mini tú.

Recordemos que la Dra Cass está hablando de pre púberes, de preservar los óvulos y el esperma de pre púberes.

La Dra. Cass y El Lenguaje, en sus propias palabras

Tiene un capítulo entero dedicado al lenguaje. Utiliza «disforia de género» porque lo recomienda la American Psychiatric Association, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, que tuvo que retractarse después de decir que las mutilaciones, también llamadas «operaciones de afirmación de género», mejoraban la salud mental.

Justifica el uso de «incongruencia de género» por ser el término utilizado por la OMS para describir «una incongruencia marcada y persistente entre el género experimentado por una persona y el sexo asignado». El «sexo asignado«. La misma OMS que se monta un panel de 21 miembros para crear normas de salud para personas que se dicen transgénero, y más del 75% del panel son transactivistas.

Suelta cosas como «En este informe se utiliza el término «transgénero» para describir a las personas transgénero binarias y «no binarias» para las que no tienen un género binario tradicional de masculino o femenino«. 

La «gente que se cuestiona su género» describe a aquellas criaturas y jóvenes que están en proceso de entender su identidad de género. Identidad de género sin comillas, es decir, es un concepto en el que cree.

Más cosas al azar

Para algunos, la mejor solución es la transición. Quisiera que pararais a pensar un minuto en esa frase. La Dra. Cass cree que para los problemas mentales de algunos menores, la solución es la mutilación o la hormonación.

Como era de esperar, el tratamiento hormonal indujo la pubertad en el género deseado.

 

En varias directrices se habla de la educación sobre los riesgos y beneficios de los compresores de pecho (binders) y los paquetes prostéticos (packers, simulan un pene), y de su uso seguro, según proceda. Está hablando con una naturalidad pasmosa de niñas con problemas mentales tan graves que usan unos artefactos que les oprimen los senos hasta el punto de casi no poder respirar.

Vuelve a confundir sexo con género. Da validez a la creencia de que hay criaturas que van a clase pretendiendo ser del sexo opuesto, y ni compañeros ni profesores se dan cuenta (living stealth).

Esto me pareció un golpe bajo: En el Reino Unido existen debates polarizados sobre una serie de cuestiones sociales relacionadas con las personas transgénero, que van desde el uso de espacios segregados por sexo hasta la participación en deportes. Aunque estas cuestiones quedan fuera del ámbito de este Informe, tienen un impacto en la gente joven que se cuestiona su género debido a la inflexibilidad de la opinión de las facciones y a la toxicidad resultante de los debates.

Puedo seguir, pero veis por dónde voy. El último pantallazo que pongo me parece una declaración de intenciones: El primer paso que debe dar el NHS es ampliar su capacidad, ofrecer intervenciones más amplias y mejorar la cualificación del personal en general, …

Lo único que tenemos a nuestro favor es la realidad objetiva, porque el transgenerismo tiene el resto: las instituciones públicas, los gobiernos, los sindicatos, las escuelas y universidades, la medicina y las farmacéuticas. Ellos tienen el poder y el dinero, y saben usar ambos. Utilizar el lenguaje transgenerista es ceder la única arma que tenemos para luchar en esta guerra.

Para terminar: el Informe Cass valida la identidad de género. ¿Quiénes luchan por la legitimización del concepto de identidad de género? Los transactivistas.

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18 comentarios

  1. Muchísimas gracias Nuria,
    Yo era uno de los que, al leer a algunas personas a las que considerada formadas en este tema, pensaba que el informe Cass era una gran aportación en la lucha contra esa falacia anticientífica que es el dogma transactivista.

  2. Muchas gracias por este artículo. Cass y su equipo muestran, entre otras carencias, falta de conocimientos sobre los derechos de las mujeres y sobre feminismo, y sí, mucha cobardía.
    Bjportraits (Jennifer Bilek) ha escrito que la mejor crítica al informe Cass proviene de Kellie-Jay Keen y estoy de acuerdo, añadiendo además la tuya.
    La parte estrictamente médico-científica está muy bien hecha y servirá para que soporte el envite de la «medicina de activistas» que tanto prolifera en la academia y en los sistemas sanitarios y para que apoye la eliminación de estos «mal-tratamientos» (espero) de la práctica clínica.
    Y esto también es una crítica porque es una vergüenza (especialmente para ella que ha sido pediatra en ejercicio) que se haya demostrado que el «tratamiento de tipo afirmativo» fue automáticamente aceptado por todo el ámbito sanitario sin contar con evidencia científica que lo respaldara. Nadie pidió ni revisiones sistemáticas ni metaanálisis ni más estudios ni se puso en duda nada. Nadie lo enfrentó como han hecho ahora, ya muy tarde. Una vergüenza para la ciencia y para la médica, en particular. ¿Cass dijo algo entonces y durante?
    Se cumple una vez más lo de que es muy fácil incorporar medicamentos y prácticas clínicas nuevas si tienen buena publicidad y beneficios para los profesionales y la industria, y que luego, es muy difícil desterrarlas, demandándose entonces, el mayor nivel de evidencia científica posible. Evidencia que no se pidió para incorporarlos, tal y como se hizo, de manera tan irresponsable y acientífica.
    Las mujeres conocemos bien estos casos: terapia hormonal, talidomida, episiotomía, parto en litotomía, separación de bebés y criaturas de las madres en hospitales… Nadie rindió cuentas ni pidió perdón. Una vez movilizadas las mujeres, que son las que realmente hemos conseguido tumbar esas prácticas clínicas, había que ir a por la infancia y la adolescencia y medicalizarlos de por vida.
    Estos «tratamientos» son un claro caso de malicia sanitaria, es decir, actividades terapéuticas de dudosa utilidad (yo diría nefasta) para el individuo o la sociedad, pero que benefician a quienes las promueven o promocionan.
    Y un ejemplo más de «disease mongering», partiendo de que no existen ni la disforia ni la incongruencia de género ni sus sucedáneos, ya que son conceptos que carecen de evidencia científica de cualquier nivel. Esto último es lo que el informe Cass no denuncia y en lo que cobardemente no se meten.

    1. María, me parece fascinante tu comentario, y me encanta leer que piensas lo mismo que yo acerca de la tan cacareada «disforia de género»: que no existe! Fue otra de las decepciones de Cass, no sólo no la cuestiona, sino que la da por buena. Para ser una científica, esperaba más rigor, más profundidad. El informe provisional no me auguraba grandes avances en la lucha contra la ideología de género, pero fue peor de lo que esperaba.
      He visto a Kellie-Jay, y comparto totalmente su crítica.
      Muchas gracias y un saludo.

  3. Muchas gracias por tu análisis, Nuria. Pero el hecho de que haya sido precisamente una de los suyos quién les ha criticado sus protocolos, sus comportamientos y sus actitudes, nos ha dado la razón en cuanto a que las cosas se estaban haciendo realmente mal. Y si bien no van a reconocer en un solo informe y en una sola actuación que todo esto es un desvarío y un despropósito llevado a cabo desde los gobiernos, esto puede que vaya lentamente volviendo a la normalidad… porque habremos de empujar por nuevos informes y por nuevos resultados. Sé que no vamos a parar.

    1. Me encanta tu optimismo, sin ironía lo digo. A mí me da la impresión de que esta, ESTA, era la oportunidad que tenían de hacer las cosas bien de una vez por todas. ¿Por qué no ir a por todas? ¿Por qué hay que hacer las cosas pasito a pasito? ¿Nos van a dar ocasión de dar más pasitos? Y, mientras lo intentamos, ¿cuántos menores se nos cuelan por las grietas que dejó abiertas y bien abiertas? De verdad que quiero con toda mi alma estar equivocada.

  4. Muchas gracias, Nuria por tu análisis tan certero. Estamos tan necesitadas algún logro que sin leer el informe estaba celebrando lo que parecía un paso atrás de este enorme montaje. Me has abierto los ojos y te lo agradezco.

    1. Gracias a ti, Ana. Eso es lo que me parece, que tenemos que agradecer las migajas que nos lanzan de vez en cuando. A mí me dejó mal sabor de boca, por la oportunidad perdida. Un abrazo.

  5. Nuria, muchas gracias por tu análisis, sin él hubiera seguido pensando que se había avanzado algo a favor de las y los menores. Estamos tan necesitadas de algún logro que nos tragamos sin leer a fondo una buena noticia pero falsa.
    Leí los comentarios de Transgendertrend y no los vi tan críticos, nos has abierto los ojos. Gracias por estar ahí.

    1. Quiero estar equivocada, pero el lenguaje que usa me da muy mala espina. Y está ahí, a la vista de quien quiera leerlo.
      Ojalá sean paranoias mías. Un abrazo, Ana, y gracias.

  6. Ay, qué deprimente ha sido leerte. Según iba avanzando en tu análisis, peor me iba poniendo. Desde luego, si hemos celebrado el informe ha sido porque no lo hemos leído, la verdad sea dicha, y porque se ha hecho tanto daño que cualquier cosa que ponga un poquito, por poco que sea, de sentido común, ya hacemos palmas. Pero tienes toda la razón, es un informe demasiado tibio que acepta el delirio al final para «algunos casos», lo que a la larga volverá a ser el mismo coladero para destrozar a adolescentes.

    1. La verdad es que me estaba dando la impresión de que no estábamos leyendo el mismo informe, de ahí esto. Sigo sin dar crédito. Se perdió una oportunidad de oro de hacer las cosas bien, y ahora no creo que tenga remedio. No estoy nada optimista. Un abrazo, Bell.

  7. Gracias por tu análisis, muy relevador. No sé qué se esperaba de un informe encargado por la propia institución que ha estado haciendo estos experimentos en menores a toda mecha y sin frenos. Una institución que, por poner un ejemplo, le pregunta a machos si están o creen que pueden estar embarazados en formularios médicos… No hay suficiente lejía en el mundo para arrasar con ciertos hongos.

  8. Vaya, «no es oro todo lo que reluce», una vez más queda claro que debemos leer hasta la última letra. Gracias por las pistas.
    Un saludo

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