No es lo que te crees …
¿Por qué Elon Musk quiere Twitter tan desesperadamente? ¿Es porque es un gran defensor de la libertad de expresión, que quiere «salvar al mundo», salvarnos a todos de las garras de BIG TECH?
¿Por qué está Elon Musk tan preocupado por el número de cuentas bot? ¿Es porque verdaderamente quiere eliminar influencias extranjeras?
¿Por qué Elon Musk quiere devolverle a la gente las cuentas cerradas? ¿Es porque realmente se preocupa por los científicos y la capacidad de los conservadores para interactuar en redes sociales?
La respuesta, por supuesto, es no a todas estas preguntas.
Estamos siendo manipulados para que veamos a Elon como el portador del escudo de la libertad de expresión, pero ¿qué ha revelado Musk recientemente acerca de sus verdaderas motivaciones para querer Twitter tanto?
La visión de Musk para Twitter es «un único punto de compra». El comercio electrónico. Tiene la intención de llevar las redes sociales, la banca, los préstamos para coches, la compra tipo Amazon, los seguros, el pago de préstamos y recibos, el seguro médico, los presupuestos, lo que sea, bajo el paraguas de Twitter. Todo lo que haces, compras, necesitas, se puede comprar en el sitio web de Twitter. Se trata de poder y dinero.
¿Por qué le importan las cuentas bot? Porque lo que está comprando es acceso a ti, a mí, a todos y cada uno de nosotros en el Twitter de hoy o en el Twitter del futuro. Quiere saber el número exacto de gente vivita y coleando que puede vender a sus inversores. Recuerda: con la compra de Twitter, tendrá una base de clientes tal vez de miles de millones, ¡incluso antes de lanzar un solo producto! Esa base de clientes incluye algunas de las personas más influyentes, ricas y educadas del planeta.
¿Por qué es eso tan malo?
Volvamos a la libertad de expresión.
¿Qué pasa si eres maleducado, compartes pornografía, usas lenguaje inapropiado o solo usas descriptores de género binario? ¿Qué pasa si crees que Rusia debería invadir Ucrania? ¿Qué pasa si eres un contestatario o un «negador de la ciencia»? ¿Qué pasa si no crees en el matrimonio gay, o si crees en el matrimonio gay? ¿Quién sabe cuáles serán los impulsores sociales en el futuro? Quién sabe cuál será el próximo «tema».
Porque ahora está bien pensar que Twitter no va a cambiar, a evolucionar hacia algo nuevo y desconocido. Pero la verdad es que las plataformas de redes sociales se transforman en nuevas identidades tan pronto como cambian las nuevas aplicaciones, tecnologías e incluso ideologías políticas culturales.
El plan principal de Musk para Twitter es convertirlo en una «súper aplicación» que «actúe como un sistema operativo para la vida digital de las personas. «
Musk declaró recientemente en la reunión anual de accionistas de Tesla:
«Es una visión bastante grandiosa. Y obviamente podría comenzar desde cero, pero creo que Twitter ayudaría a acelerarla de tres a cinco años».
(Un poco de historia: cuando Elon Musk creó PayPal, lo llamó «X». Musk acaba de comprar a PayPal los derechos a usar el nombre X y ha hablado abiertamente de que quiere que el sitio de comercio electrónico/Twitter use ese nombre.)
Tener una súper aplicación para el comercio y las redes sociales significa que el riesgo de que te echen de Twitter se convierte no solo en una cuestión de libertad de expresión y censura, sino de riesgo financiero para todas y cada una de las personas que confían en Twitter como una aplicación de comercio electrónico completa y única.
Todo lo que se necesitaría es un poco de presión o amenaza de eliminar la capacidad de alguien para pagar una factura o cobrar una deuda y la necesidad de censurar desaparecería, puesto que la autocensura se convertiría en la norma. La cantidad de poder que tal corporación tendría sobre individuos, industrias, incluso naciones enteras sería enorme.
Punto final: integrar una enorme plataforma de «redes sociales», en este caso la compañía de redes sociales más influyente del mundo, con una aplicación completa de comercio electrónico y servicios financieros es una mala idea.
El hecho de que una corporación «pueda» crear tal entidad, no significa necesariamente que «deba». Hubo un tiempo, hace mucho, en el que teníamos una legislación antimonopolio y un departamento de justicia que la hacía valer. Eso ahora parece tan anacrónico. Nuestro gobierno federal y el Departamento de Justicia parecen haberse convertido en una herramienta, un juguete, de los grandes intereses corporativos transnacionales.