Un laboratorio de EE.UU. «transicionó» monos machos para estudiar el VIH/SIDA.

 

Se ha descubierto un estudio financiado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) que busca determinar por qué los hombres biológicos que se identificaron como transgénero tienen tasas más altas de VIH / SIDA que otros grupos.

El experimento sometió a monos machos a una terapia hormonal feminizante, inyectándoles los mismos medicamentos utilizados por hombres transidentificados para suprimir la testosterona y provocar el desarrollo de características sexuales secundarias femeninas.

En el sumario, el proyecto se presenta afirmando: «El VIH/SIDA prospera en los márgenes de la sociedad, donde la baja educación, la vivienda inestable y la pobreza aumentan la vulnerabilidad de las personas al VIH. Ninguna población se ve más afectada por estas injusticias sociales que las personas transgénero».

Realizado por Scripps Research, el proyecto fue financiado con más de $200,000 durante diciembre de 2021, pero los experimentos comenzaron en diciembre de 2020. El proyecto intentó determinar si las hormonas que los hombres transidentificados se toman afectan o no a su sistema inmunológico para explicar por qué sus tasas de VIH no son más bajas de lo que son.

Si bien el estudio alude a las condiciones de las personas transgénero en general, acaba refiriéndose solo a hombres identificados como trans en la siguiente oración y durante la totalidad del estudio: «Un ejemplo de ello son las mujeres transgénero (TGW), individuos a los que se les asignó un sexo masculino al nacer, pero expresan su género a lo largo de un espectro femenino. Lamentablemente, TGW tienen algunas de las epidemias de VIH más concentradas en el mundo …»

No parece que se haya realizado ninguna investigación en mujeres transidentificadas. De hecho, las mujeres transidentificadas también están completamente excluidas de la hoja informativa de los CDC (Centros para Prevención y Control de Enfermedades) sobre los datos del VIH. Esto puede deberse al hecho de que sus tasas de infección son extremadamente bajas en comparación con sus homólogos masculinos.

Fuentes externas muestran que la tasa de infección por VIH entre las mujeres transidentificadas («hombres trans») es muy similar, si no estadísticamente idéntica, a la de las mujeres biológicas en general: 3% frente a 4% respectivamente.

El experimento trans-mono aún no ha publicado ningún resultado o artículo sobre sus hallazgos.

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