Los críticos advierten que el cartel alemán «se burla» de las víctimas, cuando la gran mayoría de los delitos son cometidos por hombres

Un ayuntamiento alemán ha recibido críticas por un cartel contra el acoso sexual en el que aparece una mujer blanca metiéndole mano a un chico negro con una pierna ortopédica.
El cartel fue pegado en una piscina al aire libre de la ciudad de Büren, al oeste del país, con la leyenda: «¡Alto! Está prohibido meter mano».
Al pie del cartel, una tortuga con gafas de buceo y manguitos de piscina informa al lector: «Si algo te parece que no está bien, tienes derecho a pedir ayuda gritando mi nombre: ¡Tiki!».
La campaña se originó a raíz de la polémica suscitada en Alemania por un incidente reciente en el que un grupo de hombres sirios fue detenido por sobar a unas niñas en una piscina del estado cercano de Hesse.
Sin embargo, los críticos afirmaron que el cartel era un intento desconcertante de hacer una declaración políticamente correcta sobre el acoso sexual, al convertir al agresor en una mujer blanca y dándole a la víctima una discapacidad física.
Las estadísticas oficiales alemanas muestran que los hombres son responsables de la inmensa mayoría de las agresiones sexuales en piscinas al aire libre. En 2024, 237 de los 367 incidentes registrados también fueron cometidos por extranjeros.
Rainer Wendt, jefe del sindicato de la policía alemana, advirtió que el cartel probablemente envalentonaría al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que se opone abiertamente a los valores «woke».
«Esta campaña solo tiene un ganador, el AfD. Pero hay muchos perdedores: las mujeres y las niñas. Se está ridiculizando su terrible situación», declaró al tabloide alemán Bild.

Manfred Pentz, ministro de Asuntos Europeos del estado de Hesse, declaró: «Después de los incidentes que hemos vivido recientemente aquí, esto tiene que ser una broma de mal gusto, que se burla de las personas que se han visto afectadas. Si no encaja en la visión que tienen del mundo, no se permite. Es simplemente increíble».
La ciudad de Büren se disculpó por las ofensas causadas por el cartel y afirmó que no era su intención molestar a las víctimas de acoso sexual ni trivializar el tema.
«La ciudad se toma en serio las críticas públicas a los elementos de diseño de la campaña Summer Sun Security (Verano Sol Seguridad)», declaró un portavoz. «Este incidente es una oportunidad para que la administración municipal reflexione. Estamos reevaluando nuestros métodos de comunicación y, en el futuro, serán más sensibles y diferentes».
La polémica ha llamado la atención de la derecha estadounidense, y Charlie Kirk, aliado de Donald Trump y activista, publicó en las redes sociales: «Alemania tiene un problema con los inmigrantes del Tercer Mundo que soban a las mujeres alemanas.
Así que el Gobierno alemán ha publicado un anuncio de servicio público en el que se advierte sobre las mujeres blancas que meten mano a los inmigrantes vulnerables que, por alguna razón, también tienen piernas protésicas».
La Administración Trump ha chocado en repetidas ocasiones con Berlín por lo que considera una erosión de la democracia en Alemania, donde el AfD es ahora el segundo partido en número de votos del Parlamento, pero es tratado como un paria por el Gobierno.