
Las tácticas para hacer que los espacios solo para mujeres incluyan a todas las mujeres
Las TERF, trans excluyentes fascistas regresivas, son herramientas del establecimiento de extrema derecha / derecha alternativa de Estados Unidos y el Reino Unido. Son intolerantes que promueven la transfobia como postura política. Existen como agentes provocadores encargados de evitar que la comunidad LGBTQ se convierta en una fuerza política cohesiva que pueda oponerse al fascismo. Afirman ser «lesbianas» y «feministas» mientras funcionan como representantes de los oligarcas blancos que buscan enterrar todas y cada una de las cosas extrañas (queerness, queer quiere decir raro) y atrapar a las mujeres en la servidumbre.
A pesar de haber sido expulsadas del movimiento feminista dominante en la década de 1970 debido a su odio, las TERF han formado numerosas organizaciones marginales en todo el mundo para impulsar su agenda misógina. Representan un peligro continuo para la seguridad de cualquier comunidad en la que se encuentren. ¿Qué podemos aprender de las eficaces tácticas antifascistas utilizadas en otros lugares para ayudar a combatir e interrumpir esta amenaza existencial para las mujeres y los cuir?
Algunos argumentan que es mejor ignorar a las TERF y centrarse en la construcción de grupos positivos. La creación de espacios inclusivos siempre es una buena idea. Sin embargo, las TERF reciben fondos de la iglesia evangélica y otras organizaciones anti-LGBT, con las órdenes específicas de sembrar división y promover la misoginia bajo la etiqueta de «feminismo radical». Toda la campaña de «mujer humana adulta» de Posie Parker provino de los patriarcas de la Fundación Heritage, quienes la usaron como marioneta para esconder el privilegio masculino cis heterosexual blanco que subyace en el movimiento.
Al igual que Proud Boys, Atomwaffen Division y National Policy Institute, las organizaciones TERF buscan lavar el cerebro a los jóvenes y promover el odio en las comunidades dondequiera que estén presentes. Ignorarlas no es una opción, como tampoco lo es ignorar la violencia de Charlottesville o Pittsburgh.
Como no podemos quedarnos quietos, debemos actuar. ¿Qué forma deberían tomar esas acciones? Afortunadamente, tenemos muchas buenas opciones.
Instituciones paralelas
Un primer paso sólido es crear organizaciones que sean inclusivas para todos los que son redundantes en cualquier función que ejecuten los TERF. A veces basta con ganarles a las TERF en su propio juego. A la gente le gusta menos discriminación, no más. Nuestra tendencia como sociedad es hacia una mayor comprensión mutua. Para que esto suceda, debes proporcionar una alternativa viable a cualquier función que las TERF ofrezcan en el momento para que la gente puedan optar por evitarlas.
Por ejemplo, en Vancouver, tienes varios grandes refugios para mujeres violadas, como el WAVAW, que atienden a todas las mujeres. Eso contrasta con los centros que abusan de la noción de «espacios solo para mujeres» para prohibir ayuda a todas las mujeres. Todos estos centros son universalmente superiores en seguridad, tamaño y calidad a los centros que no son inclusivos.
En Austin, tenemos Central Texas Femdoms (CTFD), un grupo de kink para mujeres dominantes que es transinclusivo. Se formaron debido a los comentarios transfóbicos del fundador de otra organización pro-Domme. Como resultado, el grupo dirigido por TERFs ha desaparecido, y es el CTFD el que tiene acceso a los espacios de juego y clubes locales.
Un ejemplo histórico famoso es Camp Trans. Esta fue la alternativa al MichFest, un festival de música que estaba enfermo debido a la influencia TERF. Si bien lamentablemente terminó en 2012, su legado sigue vivo. Sirvió a miles de mujeres de todo tipo y proporcionó un puerto seguro para que la comunidad prosperara. (Más sobre MichFest más adelante.)
Reforma del liderazgo
Formas un grupo que hace todo lo que hace el grupo TERF, pero sin el odio innecesario. Sin embargo, el grupo TERF encuentra una manera de subsistir. ¿Y ahora qué?
Una estrategia gradual que puede tener éxito es la infiltración y la sustitución. El entrismo es una táctica no violenta centenaria que funciona en cualquier grupo que utiliza el voto para determinar el liderazgo. Reúne a un grupo de aliados de ideas afines, únete al grupo y luego votaos los unos a los otros para los puestos clave. Atraed a más gente a través de la divulgación y, con el tiempo, el grupo se orientará hacia la promoción de la justicia social y los derechos humanos.
Hemos visto que este enfoque produce resultados espléndidos en la cultura pop. Los clubes para «caballeros sureños» en la ciencia ficción, los videojuegos, los cómics casi han dejado de existir. Hoy, la primera tres veces ganadora del Premio Hugo es N.K. Jemisin. Esa es una ruptura definitiva con la historia de la ciencia ficción de recompensar a los viejos blancos rancios. Eso se logró gracias a la infiltración y sustitución de los fans conservadores por elementos cada vez más progresistas.
También vemos esto en Marvel Comics, que publica trabajos tan innovadores como America Chavez de Gabby Rivera, que pone a las mujeres queer al frente y al centro. Eso habría sido inaudito sin el cambio editorial logrado a través del entrismo concertado en ese negocio por Heather Antos y otros líderes. La magnífica serie she-Ra y las princesas del poder centrada en lo queer de Noelle Stevenson no habría sido posible sin la disolución de las viejas barreras. Stevenson consiguió el papel de productora gracias a su trabajo en cómics.
Con los grupos TERF, muchos probablemente intentarán prohibir a las mujeres trans ser miembros. Esto se puede solucionar. Las mujeres cis aliadas pueden entrar fácilmente en una organización determinada. Si funcionan como un colectivo, es cuestión de averiguar el número necesario para lograr una mayoría simple (o cualquier número que se necesite para anular los intentos de detener el bloque). Por ejemplo, si un colectivo tiene alrededor de 25 miembros, entonces un grupo de tan solo 30 podría arrebatar el control a los intolerantes.
Luego, cuando llegue el momento de seleccionar líderes, elimina a la vieja guardia intolerante e instala un liderazgo racional. Hecho correctamente, este es un maravilloso golpe democrático incruento. Esto es posible ya que las TERF son una pequeña minoría, aunque ruidosa, de todas las mujeres. Encontrar mujeres dispuestas a ayudar a reemplazar su odio con amor e inclusión no es, por lo tanto, una tarea imposible.
Esta táctica es especialmente sólida cuando se trata de hacerse cargo de un grupo que tiene recursos y realiza funciones que son importantes para la comunidad en general, pero que está sesgado contra las mujeres. Por ejemplo, los refugios para víctimas de violación discriminatorios, por un lado, desempeñan una función importante para el segmento de mujeres a las que sirven, incluso cuando imponen definiciones excluyentes misóginas de a quién tratar. Mantener la continuidad para la entrega de este tipo de servicio es importante: nadie gana si se cierran o desaparecen. Una toma de control interna gradual simplemente permite a la organización dejar de ser un grupo de odio mientras sigue cuidando a las mujeres necesitadas.
¿Quién controla el monedero?
Digamos que el grupo ha tomado medidas para dificultar el entrismo o que su tamaño hace que esa táctica sea demasiado difícil. Ahora la presión externa se convierte en el método principal, ya que esto puede producir resultados positivos. El objetivo más fácil: el dinero del grupo. La presión financiera es una forma comprobada de hacer que un grupo se reforme o se enfrente al cierre para que uno de los grupos paralelos mencionados anteriormente pueda tomar su lugar.
Hay varias maneras de dañar el monedero de un grupo de odio: lobbying político, boicots, piquetes y denuncias.
En Canadá, la Coalición contra el Antagonismo Trans (CATA) ha hecho un trabajo increíble en el lobbying de funcionarios de ciudades y provincias para cortar los fondos a los grupos TERF. Su esfuerzo ha costado a los intolerantes mucho dinero de los contribuyentes. Los políticos escucharán y apoyarán la posición que tenga más viabilidad política. Las TERF son una pequeña parte de su base de votantes, mientras que aquellos que apoyan la inclusión tenderán a ser la mayoría, al menos en las partes más sanas de una nación. Eso significa que la voluntad política de un líder de izquierda será dejar de dar dinero a un grupo TERF si lo presionan para que lo haga.
Aún así, esto es asumiendo que no estás en un estado rojo, ya que los votantes de Trump son los principales patrocinadores de las políticas TERF. Recuerda siempre que donde veas una TERF, detrás habrá alguien con un sombrero MAGA (Make America Great Again) animándola.
Los boicots han funcionado muy bien a gran escala. Los boicots funcionan para negar a un grupo patrocinadores y acceso a donantes. Un éxito bien conocido es el MichFest mencionado anteriormente. Los activistas lograron que incluso actuar en MichFest se convirtiera en una marca negra en el expediente de un artista. No volvería a actuar nunca en un festival Pride (Orgullo).
Esta presión se hizo tan grande que MichFest finalmente cerró y el terreno vendido a nuevos propietarios, que se han comprometido a promover festivales musicales inclusivos. Mientras escribo esto, un MichFest renacido, libre del viejo liderazgo intolerante, está en proceso. Fue una gran victoria para las mujeres a nivel internacional.
Los piquetes son tan antiguos como el feminismo de la primera ola y las sufragistas. Estar fuera de un lugar de reunión físico con letreros es una táctica efectiva comprobada para crear conciencia sobre el odio. ANTIFA lo ha utilizado para callar a personas como Ben Shapiro y Milo Yiannopoulos con una eficiencia asombrosa. También fue efectivo para llamar la atención sobre el discurso de odio en la Biblioteca Pública de Vancouver, que lamentablemente le dio voz a la simpatizante nazi Meagan Murphy.
Para cerrar lugares que son un frente para los grupos de odio, los piquetes funcionan bien. Las ubicaciones estáticas son fáciles de patrullar, vigilar y supervisar. A todos los que entran y salen se les puede entregar un folleto que les haga saber por qué se debe evitar un grupo determinado. Esto se hizo contra la Biblioteca de Mujeres de Vancouver, que estaba dirigida por una conocida tránsfoba. Llevó tiempo, pero los activistas pacientes y persistentes ganaron y la biblioteca fue cerrada, poniendo fin a su distribución de discursos de odio que pretendían ser «feminismo».
Las denuncias son una forma típicamente estadounidense de atacar la financiación de una organización. Esencialmente, coges al grupo TERF violando los derechos civiles de alguien (y siempre pasa, ya que discriminan) y luego les pones una demanda por daños y perjuicios. Si suficientes personas denuncian a la organización, puede desbordar su capacidad de defenderse y tienen que cerrar, incapaces de continuar funcionando. Asegúrate de que tu estado o localidad recoja la discriminación basada en la identidad de género en la ley, lo que ayuda enormemente.
El método de denuncias es mucho más desordenado que el método de entrismo, y tiene varias desventajas. Desvía fondos que podrían gastarse en ayudar a las mujeres a las manos de abogados. Las prolongadas batallas legales podrían ayudarles a reunir aún más apoyo de los partidarios de la derecha alternativa. Lleva más tiempo que tomar el control desde adentro, ya que los tribunales pueden tardar años en emitir fallos críticos.
Sin embargo, este método no está exento de resultados. En Canadá, Morgane Oger demandó con éxito al radical cristiano Bill Whatcott en 2019. El tribunal dictaminó específicamente que Whatcott, al burlase de ella por ser una mujer trans y al decir que no era una mujer, violó sus derechos humanos. Eso significó que se le permitió denunciarlo y ganó un juicio contra él por $ 55,000.
Aquí en los Estados Unidos, las denuncias se han usado con éxito contra panaderías y pastelerías que se niegan a atender a los clientes LGBTQ, como Masterpiece Cakeshop en Colorado. Incluso cuando Jack Phillips «ganó» un pleito, perdió tiempo y dinero. Lo que es aún mejor, gastó dinero de los fondos legales que usan los conservadores cristianos, haciéndolos desperdiciar su dinero. Denunciarlo repetidamente funcionará eventualmente para arruinarlo. Una pizzería y otros negocios ya han sido llevados a la bancarrota y al cierre por métodos similares.
Acción directa
«Dejarlas sin voz funciona.» — Jason Koebler
Por desgracia, hay organizaciones TERF que son altamente resistentes a las amenazas contra sus finanzas. La Fundación Heritage es un importante patrocinador para muchos grupos TERF, como se mencionó anteriormente. El lobbying, los boicots, los piquetes y las denuncias no garantizan el logro de los cambios necesarios. Entonces, ¿qué viene después de eso? La acción directa.
La acción directa es donde se pasa de atacar una institución u organización a señalar a los líderes clave y los propulsores del odio. La historia muestra que cuando son señalados, muchos intolerantes reniegan de sus ideas odiosas y comienzan a reformarse. Y si no lo hacen, entonces sus comunidades pueden expulsarlos.
Las TERF, como todos los nazis, no tienen derecho a una existencia pacífica o un empleo estable. Han declarado su apoyo al fascismo y, por lo tanto, han declarado su intención de dañar directamente a la comunidad trans dondequiera que se encuentren. Amenazan la seguridad y la dignidad de los demás y, por lo tanto, no merecen nada hasta que elijan ser humanos una vez más.
Se aplican las advertencias habituales al enfoque de acción directa. Ten cuidado de no identificar erróneamente a la gente. Atacar a gente inocente solo sirve para que las TERF parezcan compasivas. No hagas nada cuyas consecuencias no puedas manejar.
Contra la presencia
La forma más simple de acción directa es trabajar en negar a cada TERF su capacidad para comunicarse y difundir su discurso de odio. Esto incluye plataformas como redes sociales, blogs, YouTube y otros medios.
Las redes sociales tienen resultados dispares cuando se trata de silenciar el discurso de odio. Facebook a veces trata «TERF» como un insulto, a pesar de que nunca lo ha sido. Twitter permite a los neonazis retener cuentas. Reddit ha sido muy permisivo con los subreddits radfem falsos que difunden intolerancia y tienen como objetivo las activistas. Incluso Medium se ha doblegado ante las TERF y censurado artículos que denuncian su odio. Aún así, hacer capturas de pantalla, guardar información e denunciar cuentas es importante para la lucha.
Notifica a tus contactos si una TERF se ha colado en tu lista de amigos. Personalmente, he descubierto a un par de TERFs tratando de abrirse camino en grupos feministas y he conseguido que las echen. Denuncia sus blogs a WordPress y a quien corresponda para intentar que se los cierren. Es posible que no consigas cerrar todas las cuentas de TERFs que veas, pero cada una que suspenden es una victoria. Del mismo modo, cuanto más puedas promover el aislamiento y la contención de las TERF en las redes sociales al negarles la capacidad de asociarse con elementos feministas moderados, más débil será su influencia en la comunidad.
Las TERF mantienen una imagen pública limpia para resultar atractivas para las feministas jóvenes que no saben quienes son. Son como padres abusivos que golpean y abusan de sus hijos en casa, pero insisten en que esos niños sonrían cuando están fuera. Niégales la tapadera de respetabilidad siempre que sea posible. Si un grupo tiene una página de Wikipedia, asegúrate de que haya documentación sobre ellos discriminando a las mujeres. Revisa sus páginas de Yelp y Facebook. Critica cualquier anuncio online con comentarios.
En cuanto a los anuncios en el mundo real, cubre los carteles que colocan por la ciudad con los tuyos donde avises que son un grupo de odio. La pasta de trigo es ideal para esto. Puede encontrar una excelente receta de pasta de trigo en la revista banner Drops, Stencils, & Wheatpaste, disponible en la Biblioteca Virtual Gonzo Zine. Apodérate de los folletos que distribuyan y reemplázalos con los tuyos. Publica revistas condenando al grupo y distribúyelas en los mismos sitios en donde las TERFs se intentaron anunciar. Kit O’Connell tiene grandes recursos (como la Colección Zine Antifascista days of Unity)para la creación de revistas y también es un oponente antifascista de TERFs.
Controla el acceso a espacios seguros. No tengas miedo de vigilar a aquellos que abogan por el odio, como lo hacen los TERF. Prohíbeles la asistencia a desfiles del Orgullo. Si intentan abrirse paso, rodéalas, acállalas y niégales cualquier visibilidad o impacto. CATA y otros tuvieron éxito en esto en la Marcha Lesbiana de Vancouver, cuando sus organizadores se doblegaron mansamente ante los grupos supremacistas cis.
El Doxxing es otra herramienta eficaz contra los fascistas, al igual que puede serlo contra las TERF. Las TERF son muy similares a los incel: son guerreras de teclado. Se esconden detrás de personajes online para escupir maldad y sentirse seguras en su propia burbuja. Doxxing les quita esa seguridad de una manera que hace que muchas se rindan inmediatamente. Dado que el objetivo de combatir el odio es hacer que la persona deje de propagarlo, no hay duda de que el doxxing es una herramienta importante y útil para ese fin.
Doxxing un supremacista blanco ha demostrado ser eficaz para asustarlos. Una vez que se encuentra su información, se contacta a sus amigos, familiares y lugares de trabajo. Los nazis generalmente son despedidos y condenados al ostracismo y, por lo tanto, se les da un castigo social adecuado por abogar por el daño contra otros. Las TERF deben estar sujetas a exactamente las mismas consecuencias. Si puedes hacer que una TERF pierda el trabajo, ¡hazlo! Si quiere encontrar otro trabajo, no tiene más que dejar de ser una terf.
En 2019, el Centro para el Desarrollo Global defendió los derechos trans cuando se enfrentaron valientemente a la TERF Maya Forstater sobre su odio online. La despidieron por violar el código de conducta de sus empleados. Cuando intentó demandarlos, argumentaron en los tribunales que su transfobia significaba que no tenía derecho a un empleo. ¡En una sorprendente victoria para la justicia social y la igualdad, el tribunal laboral estuvo de acuerdo!
«Considero que la visión [de Maya Forstater], en su naturaleza absolutista, es incompatible con la dignidad humana y los derechos fundamentales de los demás», escribió el juez del tribunal en un espléndido fallo. «De esto concluyo… que [Maya Forstater] es absolutista en su visión del sexo y… se refiere a una persona por el sexo que considere apropiado, incluso si viola su dignidad o crea un ambiente intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo. Este enfoque no es digno de respeto en una sociedad democrática». ¡Bien dicho!
Este fallo establece como precedente legal que ser un intolerante, ya sea un supremacista blanco, un homófobo o una TERF, siempre es motivo legítimo para despedir a un empleado. Estás en tu derecho de hacerles saber a la empresa que hay una víbora entre ellos para que puedan echar a la TERF, al igual que han echado a Maya Forstater. Al menos así es en el Reino Unido. Esperemos que Estados Unidos tenga mandatos legales para negar el empleo a fascistas e intolerantes en un futuro próximo.
Es posible que las TERF intenten luchar contra su despido en los tribunales. Forstater, por ejemplo, está apelando actualmente el fallo del tribunal. Esto ayuda a la causa porque, al presentar tales desafíos legales arrojan luz sobre sí mismas. Ponen su propia información y nombre por ahí y lo asocian con el odio. Exigen ser vistas, y nosotros las vemos. Eso las hace dramáticamente inempleables, ya que incluso los lameculos capitalistas dudarán en contratar a una empleado con un bagaje tan tóxico. Así que no te conformes con que despidan a una TERF, asegúrate de que recibe publicidad por haber sido despedida. Así, ninguna disputa legal impedirá que las cancelen.
Actualmente hay planes en marcha por parte de varios grupos de acción antifascista para construir una base de datos de miembros conocidos de la derecha alternativa, que contenga toda la información disponible. Esto se basaría en el trabajo de Sam Lavigne, quien valientemente reveló los nombres e información de LinkedIn de miles de agentes de ICE (el temido Servicio de Control de Inmigración y Aduanas) en 2018, lo que les permitió ser blanco de acción directa a nivel nacional. La base de datos sería accesible a nivel mundial y protegida para que nunca pueda ser borrada. Puedes estar seguro de que todas y cada una de las TERF también van a estar en esa base de datos.
¿Qué puedes hacer para ayudar cuando salga? Si encuentras una TERF, haz lo siguiente:
- Escribe el nombre que usa online y un enlace a cualquier cuenta en la que la hayas encontrado.
- Si ha publicado su nombre real, cógelo.
- Guarda una foto de su cara si está disponible.
- Captura de pantalla de algunas de sus publicaciones ofensivas como prueba en caso de que intenten eliminar pruebas. Guárdalo con Archive.
- Copia cualquier información personal que tenga en Twitter o Facebook, como lugar de trabajo, cumpleaños, etc.
Las TERF tienen una historia de ser descarados en sus confrontaciones y esconden muy poco sobre sus identidades, por lo que recopilar la mayor parte de esta información no es difícil. Cuando la base de datos fascista esté en línea, envía todo lo que tengas. Eso le dará a la coalición global contra el odio una imagen lo más completa posible de quién necesita reeducación.
Contra la propiedad
El daño a la propiedad es otra escalada en la cadena de acción directa. Si bien el quitarles la voz y el doxxing son legales (en los Estados Unidos), los daños a la propiedad son un delito. Este no es un camino que elegir a la ligera y se debe tener un cuidado extremo si se quiere ir por esta ruta.
Aún así, a pesar de los riesgos, el vandalismo ha sido efectivo contra los fascistas. En Austin, por ejemplo, el apartamento de un nómada de Texas que participó en Charlottesville fue marcado por el grupo antifa local. Los activistas también dejaron folletos por el vecindario que describían dónde trabajaba y por dónde se movía. Esto avisó a los vecinos que había un fanático en medio de ellos. También sirvió para que él fuera consciente de que no podía esconderse detrás de un cortina de anonimato online. Se le enseñó las consecuencias de sus acciones.
Los ecologistas han utilizado durante mucho tiempo la destrucción de los concesionarios de automóviles para luchar por estándares ecológicos para sus comunidades. En Alemania, está la AfD, un grupo de nazis literales, a los que se están oponiendo activamente. ¿Una de sus tácticas actuales? Prender fuego a los coches propiedad de la dirigencia de AfD. Imagina ser un nazi y despertarte para descubrir que tu coche había ardido igual que Dresden. ¡Es una símbolo apropiada para ellos!
Los sindicatos atacaban a los esquiroles lameculos lanzando piedras y ladrillos a sus ventanas. Algunos incluso disparaban contra sus casas, pero no apuntaban a dar a las personas que estaban dentro. Esto era efectivo para que las linead de piquetes se mantuvieran firmes. Aunque ilegales, esas tácticas de intimidación salvaron los empleos de miles de personas y aseguraron que la escoria capitalista no pudiera aprovecharse de los trabajadores.
En muchos sentidos, las feministas de hoy están involucradas en un piquete continuo contra el patriarcado moderno. La Marcha de las Mujeres es una prueba fácil de esto en acción. Se niegan a cooperar según las reglas establecidas por los hombres blancos cis que dominan la sociedad y buscan usar la solidaridad como una herramienta de negociación. Las TERF son los esquiroles, que trabajan para las organizaciones de derecha que tratan de romper esa unidad. Es apropiado que tomemos la posición de los líderes sindicales y tratarlas como esquiroles.
No uses el vandalismo contra la propiedad que quieres reutilizar. Por ejemplo, como se mencionó anteriormente, un refugio para mujeres violadas operado por TERFs no debe ser vandalizado. Ese espacio puede ser recuperado una vez que se cambie el liderazgo. La interrupción de su función actual sería perjudicial para las personas que están recibiendo ayuda.
Contra personas
¿Qué pasa con el daño corporal contra los intolerantes? ¿Es esa una táctica válida? Sí, pero con consideraciones importantes. Es la forma más seria de acción correctiva que puedes usar, y es muy probable que te metas en problemas. Úsalo solo como táctica si estás seguro de que puedes manejar las consecuencias si te pillan.
Hay varios grandes ejemplos de daños corporales utilizados contra los fascistas. Uno de los ejemplos más famosos es el neonazi Richard Spencer siendo golpeado. Esto ayudó a que Estados Unidos se diera cuenta de la invasión generalizada de los nazis en la esfera pública. Aún mejor, la persona que lo hizo nunca ha sido atrapada. Vive como una persona libre con el conocimiento de que golpeó a un nazi. Del mismo modo, la heroica mujer trans que casi asesta un golpe de justicia contra la TERF Julie Bindel.
Aún así, no todos podemos ser tan audaces. Si bien hay poco que iguale el impulso emocional salvaje de darle a un nazi su merecido, no es algo de lo que todos seamos capaces.
¿Qué pasa si no eres capaz de dar puñetazos? Una alternativa efectiva es el lanzamiento de batidos. Esto se popularizó en el Reino Unido contra figuras políticas a favor de la violación como Carl Benjamin (Sargón de Akkad). ANTIFA en Portland ha utilizado esto con un éxito loable contra lameculos como Andy Ngo. Los batidos causan un daño mínimo pero una humillación increíble. Si las TERF no pudieran entrar en lugares públicos sin temor a verse empapadas en batidos, a lo mejor se piensan dos veces su lealtad al odio.
Es importante evitar matar. ANTIFA en Estados Unidos nunca ha matado a nadie y es bueno seguir así. Cuando el camarada Willem von Spronsen atacó valientemente una instalación de ICE, lo hizo de una manera que sabía que no resultaría en una pérdida de vidas, excepto la suya. Dio su vida en su última batalla para llamar la atención sobre el Holocausto de Trump a lo largo de las fronteras de los Estados Unidos. Contrasta eso con el psicópata que atropelló a los manifestantes en Charlottesville o los numerosos terroristas de derecha alternativa responsables de casi todos los tiroteos masivos en Estados Unidos, como en El Paso. Somos activistas, manifestantes y defensores de la justicia, no somos asesinos a sangre fría.
Si alguien viene a ti con la intención de quitarte la vida, entonces matar en defensa propia está 100% justificado. Pero una persona muerta no puede encontrar la redención. No puede cambiar sus costumbres. Peor aún, puede convertirse en mártir y atraer a más personas a la causa de los supremacistas blancos. ¿Por qué darle a Trump una excusa para llamar a las terf «buena gente»? (Él ya sabe que están de su lado). En términos generales, matar es un paso demasiado grande.
Conclusiones
¿Qué debes hacer para contrarrestar la presencia de TERF en tu zona? Primero, haz una organización paralela que haga que la suya sea redundante. Supéralas. Al mismo tiempo, infiltrate y hazte con el control de su grupo desde adentro para reformarlo y volverlo una organización feminista real. Si eso no es posible, haz lo que puedas contra sus finanzas.
Si aún así se niegan a dejar de difundir odio, empieza la acción directa. Online, cierra sus medios de comunicación eliminándolos de las redes sociales. Usa doxxing para eliminar su anonimato para que tengan que enfrentarse a las cosas repugnantes que digan. En el mundo real, negarles publicidad. Excluirlas de los espacios seguros. Hacer que sus jefes se enteren de quiénes son y qué han dicho para que sean despedidas. Si es absolutamente necesario, marca sus vehículo, interrupciones destructivas y, finalmente, haz que asuman su responsabilidad por hacer daño a otros reflejando ese daño en ellas mismas.
A las TERF le gusta verse a sí mismas como las víctimas cuando se habla de proteger a la comunidad de su odio. Les gusta fingir que cualquier tipo de acción contra ellas es «violencia contra las mujeres». Esta es una falsa equivalencia, un intento de secuestrar el lenguaje de la revolución para sus fines malvados.
Cuando Richard Spencer fue golpeado en directo en la televisión, eso no constituyó «violencia contra los hombres», fue un acto contra el fascismo. Si les quitas las pancartas a las TERF cuando están tratando de meter mensajes de odio en un Desfile del Orgullo, eso no es «violencia contra las mujeres», es un acto contra las intolerantes. Cuando alguien elige ser fascista, renuncia a cualquier consideración que debas tener por su dignidad, posesiones o salud, porque han elegido no tener consideración por la tuya. El imperativo de golpear a los nazis siempre está ahí, independientemente del sexo que tenga el nazi.
Un fascista siempre puede elegir reformarse pacíficamente y reincorporarse a la comunidad como un ser humano decente, lo que pone fin a cualquier necesidad de tratarlo con hostilidad. Pero cuando las TERF persiguen a las mujeres trans y a otras personas, no detienen su acoso hasta que el objetivo está muerto. Es por eso que cuando nos enfrentamos a ellas, está justificado usar cualquiera de las estrategias descritas anteriormente.