
El proyecto, que pedía la eliminación progresiva del lenguaje no inclusivo, merece una burla despectiva, dice el eminente biólogo.
Richard Dawkins ha prometido «utilizar todas y cada una de las palabras prohibidas» que los científicos han pedido que se eliminen porque ya no son inclusivas.
El martes, los académicos que trabajan en ecología y biología evolutiva pidieron que se evitaran palabras como macho, hembra, hombre, mujer, madre, padre, foráneo, invasor, exótico y raza.
En su lugar, alentaron el uso de términos como «productor de esperma» o «productor de óvulos» o «individuo XY/XX» para evitar «enfatizar los puntos de vista heteronormativos».
Pero el profesor Dawkins, eminente biólogo evolutivo y autor de El Gen Egoísta y El Espejismo de Dios, tachó de ridículas las sugerencias.
«La única respuesta posible es el ridículo despectivo», declaró a The Telegraph. «Seguiré utilizando cada una de las palabras prohibidas. Soy un usuario profesional de la lengua inglesa. Es mi lengua materna».
«No voy a dejar que una versión adolescente de la señora Grundy me diga qué palabras de mi lengua materna puedo o no usar». (Nota de la traductora: la señora Grundy es el nombre figurativo que se le da a una persona extremadamente convencional y mojigata, y que aparece en la comedia Speed the Plough de Thomas Morton de finales del siglo XVIII)
Otros expertos también tacharon de «absurdas» las alternativas y argumentaron que podrían causar confusión en ámbitos científicos.
También señalaron que los términos «productor de óvulos» y «productor de esperma» eran simplemente sinónimos de mujer y hombre, y confirmaron que el sexo es binario.
El profesor Karol Sikora, experto en cáncer, declaró: «Desde luego que no estoy de acuerdo y ese lenguaje no aparecerá en ninguno de mis trabajos científicos».
El humorista Francis Foster comentó la investigación en GB News: «Como siempre pasa con estas cosas, carece totalmente de sentido, va a ocultar lo que realmente estamos hablando y es ridículo, va más allá de la parodia».
El Proyecto Lenguaje EEB, que se presentó en la revista Trends in Ecology and Evolution de este mes, está recopilando un repositorio de «palabras problemáticas» que han sido identificadas por científicos estadounidenses y canadienses y consideradas perjudiciales y sugiere alternativas.
Por ejemplo, los participantes han señalado el término «ciencia ciudadana» diciendo que podría ser «perjudicial para las personas que no tienen un estado-nación». En su lugar, sugieren «ciencia participante o ciencia comunitaria».
«Microagresiones»
Los académicos advirtieron que los investigadores pertenecientes a minorías estaban sufriendo «microagresiones» con palabras como «invasivo».
También afirmaron que se ha utilizado un lenguaje anti-trans para describir a las serpientes macho que imitan a las hembras, y advirtieron que frases como «estrategia de apareamiento furtivo» podrían «normalizar comportamientos sexuales masculinos problemáticos».
El término «invasor» o «especie no autóctona» también se considera «xenófobo, anti-inmigrante y militarista» y podría sustituirse por «recién llegado» o «especie molesta», sugieren.
Los autores escriben en la revista «Uno de nuestros autores, formado en EE.UU., recuerda «lo cansado que le resultaba cuando era estudiante el oír cómo las especies invasoras de otros países diezman los prístinos ecosistemas estadounidenses. Me recuerda a cuando la gente me dice a mí o a otras personas de color que volvamos al lugar de donde venimos. ¿Por qué iba a querer dedicarme a un campo que exotiza a los inmigrantes o refuerza la idea de que los inmigrantes son una plaga?»
Incluso la expresión «doble ciego», que suele utilizarse para describir ensayos en los que ni los participantes ni los científicos saben si alguien está tomando un fármaco o un placebo, se ha considerado potencialmente ofensiva para las personas con discapacidad, al igual que la expresión «la ley del más fuerte».
Los autores también incluyeron una «declaración de posición» en su artículo en el que advertían que tenían «diversos grados de marginación y privilegio basados en nuestras identidades sociales, roles profesionales y formación educativa».
«Nuestro equipo de autores está formado por estudiantes de posgrado, miembros del personal, becarios posdoctorales y profesores adjuntos empleados en instituciones históricamente blancas y que atienden a minorías en EE.UU. y Canadá, y varios autores tienen vínculos personales con otros países», advierten.
6 respuestas
Si fuera biologa haria exactamente lo mismo, aunque me cueste el puesto…en el punto en el que estamos, me costaria igual si digo que el sexo es binario. Esta proposición a los biologos es para reirse de ellos en su cara y moficar un lenguaje científico por uno «inclusivo» no tiene sentido.
Todos deberíamos negarnos a seguirles el juego, pero muchas se juegan el trabajo, y entiendo que callen. A veces, las circunstancias personales no nos permiten decir la verdad, es así de distópico.
Si no es una broma es el ridículo más grande de la comunidad científica desde el motor universal.
Cuando esto pase, no van a tener donde meterse. Están tirando por la borda su reputación a cambio de puntos woke. Quién va a confiar en ellos nunca más?
¿Es broma? La información contenida en la parte «Microagresiones» es parodia de algo o en la comunidad científica se debate eso… Ironía modo off, por si acaso, lo pregunto de buena fe.
No, no es broma, ojalá. La comunidad científica ha caído ante la secta queer. The Lancet hace ya unos años que llama a las mujeres «cuerpos con vaginas», ciertos medios españoles que se identifican como feministas hablan de «vidas migrantes» y «mujeres racializadas»… Es el neolenguaje de la izquierda posmolerda.