Mi nuevo libro, Transexual, Transgender, Transhuman, Dispatches from the 11th Hour, culminación de una década de investigación sobre la poderosa industria del género, ha llegado por fin a la imprenta.
Mi esperanza es que este libro ayude a cambiar la narrativa del fenómeno de la identidad de género, de una cuestión médica a otra que reconozca que estamos asistiendo a la formación de una secta global, o una realidad virtual.
Lo que estamos presenciando en la industria del género es un culto de castración. Se han visto cultos de castración a lo largo de la historia y estamos viviendo otro. Lo que voy a llamar transhumanismo transexual es un culto de castración potenciado por la tecnología, la ideología transhumanista y alimentado por el afán de lucro. Se ha introducido en la cultura forzando y controlando un nuevo lenguaje que oculta sus orígenes en el fetichismo y la cosificación sexual de las mujeres.
El transexualismo se ha rebautizado como transgenerismo con fines de marketing y adoctrinamiento.
El culto transhumanista transexual promete a la juventud liberarse de la angustia normal que experimentan sus cuerpos en desarrollo cuando dejan la infancia y entran en la edad adulta. La construcción de la criatura con confusión de género que puede ser liberada mediante fármacos y cirugías monstruosas en sus sistemas reproductivos sanos, fue necesaria para normalizar el fetiche del transexualismo, para dar a los hombres que quieren ser mujeres acceso al poder social y político.
Este poder, junto con los avances en la reproducción artificial, permite ahora a los hombres con el fetiche de poseer la feminidad usurpar nuestras capacidades reproductivas, mediante la tecnología. Ya no se contentan con apropiarse de nuestra ropa, nuestros gestos y los facsímiles sintéticos de nuestras características sexuales secundarias, sino que ahora intentan descuartizarnos literalmente y reclamar nuestras capacidades reproductivas como propias, a través de la tecnología.
Estas tecnologías reproductivas en rápida expansión están a punto de reorganizar las fronteras de nuestras especies. Actualmente seguimos siendo una especie sexualmente dimórfica, pero con la investigación de la ectogénesis, la creación de embriones en placas y de gametos grandes y pequeños a partir de células de la piel, puede llegar un momento en el que nunca necesitemos copular para reproducirnos y las mujeres ya no gestarán la especie. La heterosexualidad quedaría obsoleta en este paradigma, al igual que la atracción hacia personas del mismo sexo. Nos quedaríamos sólo con las personalidades, libres de expresarnos como quisiéramos sin preocuparnos por reconocer el sexo de la otra persona para la reproducción o la atracción. De ahí la introducción de la doctrina del espectro de género.
Este es el reino reproductivo del transhumanismo que, en su nivel más elemental, es una apertura y mercantilización del cuerpo natural y nuestra fusión con la tecnología y las biotecnologías. Todavía no estamos en la fase de un episodio de Black Mirror o de la película Blade Runner, pero con las tecnologías CRSPR («repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas», secuencias específicas de ADN), la IA (Inteligencia Artificial) y la interfaz humana, y los avances en la reproducción tecnológica de nuestra especie, sin mujeres, lo estamos logrando.
Están preparando a niñas y niños para este futuro. Se les adoctrina en las escuelas a la idea de que pueden elegir su sexo y a verse a sí mismos como partes compartimentadas que se mezclan y combinan, frente a sistemas biológicos completos unidos al mundo natural y sostenidos por él. Se les enseña en primaria sobre tecnologías reproductivas y gestación subrogada, y que algunas familias se crean mediante la tecnología. Se les dice que pueden trascender sus cuerpos humanos y que la sexualidad es un batiburrillo de actos, que no tienen nada que ver con la reproducción o los vínculos íntimos, y se los traumatiza sexualmente hasta llevarlos a un estado de disociación.
Están borrando a las mujeres en el lenguaje y en la ley, y están reestructurando la sociedad para borrar las diferencias de sexo para dar cabida a estas tecnologías en constante avance y a la continua cosificación de las mujeres. Los mercados de los vientres de alquiler y la reproducción tecnológica ya están generando miles de millones de dólares en ingresos y están en constante crecimiento. En conjunto, se prevé que alcancen los cientos de miles de millones en 2032.
Cuando los hombres de Silicon Valley, como Elon Musk, Huval Harari, Mark Zuckerberg, Ray Kurzweil, Martine Rothblatt y otros, hablan de una futura realidad virtual, singularidad y metaverso, esto es de lo que están hablando. Han creado una secta, una realidad alternativa, y están cambiando las percepciones que tenemos de nosotros mismos como especie mediante sus inversiones en el culto a la identidad de género o el transhumanismo transexual, mediante la reestructuración de la sociedad hacia medidas deportivas y sociales unisex, y mediante la creación y la imposición de nuevos dictados lingüísticos y falsos conceptos sobre nuestra realidad sexuada. Una secta que adoctrina a grandes franjas de la población, y a todas nuestras instituciones culturales, incluyendo, y quizás especialmente, la ley, para convertirlas en una realidad virtual.
Es difícil imaginar que lo que estamos presenciando sea una secta tecnológica y religiosa organizada con fundamentos eugenistas. La contribución más importante para que Hilter pudiera continuar su holocausto contra los judíos en la Alemania nazi fue que la gente no podía, no quería, permitirse creer que estaba sucediendo. Era demasiado aterrador.
No vemos el ataque a las características sexuales humanas, con todo el mundo haciendo la vista gorda y apoyándolo, fuera de las sectas. Es lo único que explica que personas inteligentes crean que cortarles los pechos a mujeres jóvenes, porque se sienten chicos, y los penes a hombres jóvenes porque se sienten chicas, es progresista. Es una locura generalizada y está siendo apoyada por las personas más poderosas del mundo. Está organizada, sustentada por mentiras y alimentada por el dinero y el poder, todo lo cual cubro en mi libro. Si miramos de cerca, vemos el adoctrinamiento de la secta a nuestro alrededor: los mantras y cánticos repetitivos, el presentar a los que están fuera de la secta como intolerantes y nazis, la falta de voluntad para aceptar cualquier información que entre en conflicto con la doctrina de la secta, la incapacidad para explicar racionalmente sus propias creencias, un sistema cerrado, el estímulo para dejar atrás a la familia y las amistades, y los ataques espantosos a las características sexuales sanas de la gente.
Es hora de pasar de hablar de personas con «disforia de género» e «identidad de género», términos inventados, instituidos por personas poderosas para engañar al público y a la infancia, a hablar de reconocer que nos enfrentamos a una secta tecnocrática global. Nos están adoctrinando. Toda esta narrativa está construida corporativamente y no será socavada hasta que no empecemos a enfrentarnos a la verdad.
8 respuestas
Me horroriza el proyecto transhumanista. Yo trabajo en una universidad y desde alli se transmite dicha ideología, y muchas mujeres son promotoras …
A mí también, mucho. Siento que te toque tan de cerca, tiene que ser horroroso intuir o saber sus consecuencias, ver que lo están promoviendo en tu trabajo y no poder hacer nada. Te mando mi solidaridad.
Cuando leí «Delirio y Misoginia Trans» (Alicia Miyares), pensé que se trataba de un grupo de millonarios yanquis que soñaban con vida eterna. Al leer esta reseña de su libro «Transhumanismo Transexual», por su autora, de la que ya leí algunos artículo, me he quedado hecha polvo. Seguramente no voy a ver este apocalipsis, pero es igual de inquietante y tremendo. Solamente pensando en las niñas que lo van a vivir ya me entra una gran rabia, y me pregunto, las que vivan qué papel van a desempeñar; como poco lo que se describe en El Cuento de la Criada: violaciones continuas, medicalizaciones y cirugías drasticas. O directamente exterminación… Como yo muchas feministas sentirán la misma rabia. Juntémonos las rabiosas e ideemos una estrategia de resistencia global contra este patriarcado transhumanista. No hay tiempo que perder!!
Me parece que cuando empezamos a leer a Bilek, la mayoría pensamos que era una conspiranoica, que lo que estaba contando no podía ser verdad, por increíble y malévolo. Pero aporta pruebas irrefutables, y darse cuenta es todavía más deprimente.
Soy de las que piensan que vivir en la ignorancia sólo nos sirve a corto plazo, es mejor saber la verdad, por dura que sea. Sólo así podremos hacer algo al respecto.
Tienen demasiado poder, Lola, yo de verdad que no sé cómo luchar contra ellos a gran escala. Cosas pequeñas ya hacemos, en la medida de nuestras posibilidades, pero no tengo ni idea de cómo ganar esta guerra.
De acuerdo Lola. Creo que en estos momentos es bueno que las mujeres nos integremos en Asociaciones y Partidos feministas. Yo estoy en Mujeres por la Igualdad de Calpe, en el Front Abolicionist de la Prostitucion y en el PFAC ( Partido Feministas al Congreso )
Gracias a todas que habeís comentado mi respuesta. A Pilar decir que no puedo presumir de tener fórmulas mágicas o realistas ante tan enorme problema que tenemos con este delirio trans poderosisimo contra las mujeres pero como tu bien haces, la vía es en primer lugar organizarse, y luego se me ocurre, elaborar una estrategia conjunta a través de Plataformas, utilizando ya las existentes como La Internacional de Mujeres Feministas o WDI. Aunque las RR SS no llegan sobre todo a las mujeres de la segunda ola, es muy importante que insistamos a través de ellas mirando a las jovenas de la cuarta ola, teniendo en cuenta que es ahí dónde hay mayor deriva hacia el transgenerismo. Por mi parte la Editorial http://www.editorialfeministavs.com está abierta a vuestros textos.
Gracias, Nuria. Buscaré el libro, promete tratar el tema con el rigor necesario.
Un saludo,
Jennifer lleva como 10 años avisando y escribiendo sobre ello, es la que mejor y más investigó sobre la procedencia del dinero, y unió los puntos.
Yo todavía no lo pude pedir, Amazon me dice que está publicado, pero que hasta agosto nada.
Un saludo, Sol.