La nueva política pone a los ciudadanos a cargo de determinar qué materiales de la biblioteca financiada por los contribuyentes son apropiados para la infancia y la juventud.
Las autoridades del condado de Montgomery han adoptado una nueva política de revisión de libros de la biblioteca pública, que ahora tienen que ser aprobados por las madres, y que pone a los ciudadanos a cargo de determinar qué es apropiado para la infancia y la juventud.
El juez del condado Mark Keough presentó la nueva política de reconsideración de libros de la biblioteca en la reunión del 26 de marzo de la Corte de Comisarios del Condado de Montgomery.
Un panel de ciudadanos nombrados por los comisarios revisará los títulos de las secciones infantil y juvenil de las bibliotecas del condado que los residentes consideren que son inapropiados para esos grupos de edad.
Los miembros del comité deberán completar sus revisiones en el plazo de un mes a partir de las solicitudes de los residentes, y el personal de la biblioteca deberá llevar a cabo las decisiones del comité en un plazo de 14 días. Los libros se trasladarán a la sección de adultos durante el periodo de comprobación.
Las madres y los padres llevaban meses pidiendo cambios en la política de revisión de las bibliotecas.
«Ha sido un largo camino», dijo Michele Nuckolls, una madre del condado de Montgomery que aboga por mantener la sección infantil de las bibliotecas locales segura y apropiada para la infancia.
«Hace un año di la voz de alarma en el tribunal de comisarios sobre los libros infantiles», dijo Nuckolls a Texas Scorecard. «Encontré libros que no sólo enseñaban a las criaturas sobre transición médica, sino también sobre cómo encontrar más información en Internet y cómo eliminar los historiales de búsqueda para ocultárselos a sus progenitores».
En julio, los comisarios respondieron a Nuckolls y a otros progenitores aprobando cambios de política para limitar el acceso de los menores a libros sexualmente explícitos en las bibliotecas públicas del condado.
Los comisarios dieron instrucciones a la directora de la biblioteca, Rhea Young, para que agrupara los libros de la colección infantil por géneros, de modo que los libros de temática sexual fueran fácilmente identificables. También aprobaron una política según la cual los menores de 18 años no pueden sacar libros con contenido para adultos.
Pero los libros inapropiados seguían estando al alcance de los menores.
«A finales del año pasado cuestioné dos de los libros infantiles más alarmantes y la responsable del comité, una bibliotecaria, me envió una carta diciendo que se iban a quedar donde estaban», explica Nuckolls. «La antigua política no funcionaba».
Nuckolls dijo que la anterior política de reconsideración del sistema de bibliotecas del condado se estableció en 2013, y que el comité de revisión estaba dirigido por bibliotecarios.
«Actualmente, hay 10 miembros: cinco bibliotecarios y cinco ciudadanos. Pero ese comité nunca vota y nada de lo que hacen es vinculante», dijo.
Según la nueva política, Nuckolls dijo que «los ciudadanos del comité son nombrados por los miembros del tribunal, que son responsables ante los votantes».
Cada comisario nombrará a un miembro que ocupará el cargo durante un máximo de cuatro años.
«Los comisarios serán los que nombren directamente a los ciudadanos para el comité de reconsideración. Confío en que seleccionarán a personas sensatas», dijo la madre de Tomball, Jennifer Kratky, otra defensora de la nueva política que asistió a la reunión del tribunal de comisarios.
«Los materiales que no se ajusten a los valores de la comunidad se trasladarán a una sección «para progenitores» limitada a adultos», dijo Kratky. «Esto será un gran alivio para tantas madres que me han contado que llevar a sus criaturas a la biblioteca se ha convertido en algo estresante debido a toda la basura expuesta a la vista de todos».
«Las bibliotecas financiadas por los contribuyentes deberían reflejar los deseos de quienes pagan los impuestos», añadió.
Kratky dijo a Texas Scorecard que la sala de reuniones del tribunal estaba completamente llena, con muchos a favor de la nueva política vestidos de rojo. Varios residentes del condado hablaron a favor y en contra de la política.
Teresa Kenney, propietaria de la librería Village Books in The Woodlands, trajo una petición distribuida por el Texas Freedom to Read Project, un grupo que se opone a las restricciones de edad en el acceso a los libros de la biblioteca. Contó a los comisarios que la petición había reunido más de 1.100 firmas de personas que se oponen a esa política.
«¿De quién son los valores y los estándares que se utilizan como referencia?», preguntó.
Christian Collins, un activista conservador local, dijo a los miembros de la comisión que estaba «desconcertado» por la gente que sugiere que sus opiniones importan más porque tienen títulos en biblioteconomía o educación.
«Mucha gente tiene un título en sentido común», dijo. «Me desconcierta que sigamos hablando de esto».
Nuckolls resumió la nueva política «en el lenguaje común de las mamás» y abordó algunas de las críticas y conceptos erróneos.
- Habrá dos comités de reconsideración. Los bibliotecarios revisarán los libros de la sección de adultos de la biblioteca, mientras que los ciudadanos revisarán los materiales de las secciones infantil, juvenil y de «progenitores».
- La nueva sección «progenitores» de la biblioteca contiene «libros juveniles conflictivos que quizá no quieras que tu hijo o hija coja por su cuenta» y requiere que un adulto saque los libros que allí se encuentran.
- Sólo los residentes en el condado de Montgomery pueden presentar una solicitud de reconsideración. Al igual que con la política anterior, no se exige prueba de residencia, pero el formulario sí requiere un nombre y una dirección residencial dentro del condado.
- Un libro sólo podrá ser retirado completamente del sistema de bibliotecas si el comité acuerda por unanimidad que cumple la norma de material nocivo definida en el Código Penal de Texas.
«Sinceramente, me sorprendería que se retirara un libro al año, y no creo que se retire ninguno», dijo Nuckolls. «El listón está muy alto».
Cada año se entregará al tribunal de comisarios una lista de los libros retirados.
Los comisarios votaron 3-1 a favor de la nueva política. El juez Keough y los comisarios Matt Gray y Robert Walker votaron a favor. El comisario Charlie Riley votó en contra, citando estar preocupado acerca de potenciales demandas judiciales.
El comisario James Noack, que acaba de perder la carrera de 2024 a las primarias por los republicanos, no estuvo presente.
«Estoy muy orgulloso del juez Keough y el comisionado Walker por llevar esta política razonable y ecuánime a los comisarios», dijo Nuckolls. «Esto pone la decisión sobre lo que es apropiado para cada edad de nuevo en manos de los ciudadanos».
