La inclusión de los transexuales en el movimiento de liberación de las mujeres significa expulsar a sus ex parejas: las viudas trans.
Por @transwidows
Soy una viuda trans, me casé con un hombre que más tarde decidió que quería «vivir como una mujer» y así terminaron 10 años de matrimonio.
Cuando me pasó eso, lo que me salvó la cordura fue el feminismo. El feminismo me dio las herramientas para analizar mis experiencias a través de la lente del derecho masculino, y me dio la motivación para ayudar a otras viudas trans que querían dejar relaciones infelices.
Pero podría haber sido muy diferente.
Imagínate que mi ex marido, en lugar de ser un activista de los derechos trans, dijera ser una feminista crítica de género, o una lesbiana, o la cara aceptable de la autoginefilia.
Imagínate que no hubiera podido conectarme con otras viudas trans en Mumsnet, porque él llegó primero. Imagínate que escribiera artículos compartidos por mujeres en todas las redes sociales, elogiándolo como impresionante y valiente, e imagine que las mujeres hicieran cola para llenarlo de elogios.
Imagínate que hablara desde plataformas en reuniones de mujeres, organizadas por asociaciones que pretendían dar voz a las mujeres. Imagínate que usara la asociación forzosa para construir una red de amistades y compromisos personales con feministas académicas destacadas.
¿Qué hubiera side de mí cuando necesitaba la ayuda de las mujeres y del feminismo? ¿Qué va a ser de mi hija y de otros hijos de personas en transición cuando crezcan y empiecen a tratar de dar sentido a sus experiencias?
Imagina el movimiento de liberación de la mujer tan preocupado por ser visto como tolerante que lo hubieran escogido a él en vez de a mí. Cuando aplaudes su discurso, ¿te preguntas si hay una esposa en casa, cuidando a los niños y poniéndole al mundo una cara valiente?
Voy a preguntar algo muy sencillo: ¿quién es más importante para el movimiento de Liberación de la Mujer: mi ex marido o yo? ¿A cuál vas a escoger? Porque no puedes tenernos a ambos. La inclusión de «aliados» transexuales en el feminismo excluye a las viudas trans.
Esta es una pregunta que las líderes de algunos grupos feministas parecen no estar dispuestas a responder, pero es una que va al corazón del debate sobre los derechos de las mujeres y la identidad de género.
¿Cuántas mujeres están siendo silenciadas porque sus voces tienen menos prioridad en el feminismo que la de su marido, padre, hijo o conocido masculino? Todos los «aliados» transexuales tienen mujeres en las sombras.
Este es un tema sobre el que he estado hablando durante varios años, por lo que ha sido alentador verlo mencionado en artículos recientes de Julia Long y el Dr. Em.
Procuro apoyar y amplificar las voces de las viudas trans. Permitir que sus voces sean escuchadas en medio de la cacofonía «impresionante y valiente» ha sido una lucha cuesta arriba. Esto se ve constantemente obstaculizado por la necesidad de las viudas trans de permanecer en el anonimato, para evitar represalias de nuestros ex esposos y sus partidarios. Pero aunque difícil, ha sido una lucha que vale la pena, y está empezando a tener cierto éxito.
Cuando comencé a contactar con otras viudas trans, la verdad es que no tenía ni idea de la prevalencia de dos cosas en su experiencia: la autoginefilia y el abuso doméstico, porque no habían sido un factor significativo en mi propia experiencia. Pero estos son los dos temas principales que escucho una y otra vez. Hasta tal punto de que estoy llegando a la conclusión de que esto no es una coincidencia y que las dos cosas están inextricablemente vinculadas.
La autoginefilia no es una actividad solitaria e inocua que no tiene impacto en los demás, al contrario, es perjudicial para las mujeres, ya sea directamente porque mujeres reales son obligadas a participar en ella, o indirectamente porque imita y fetichiza una visión patriarcal de la sexualidad femenina. Además, las mujeres fuera de la relación se ven obligadas a tomar parte involuntariamente en el fetiche cuando el individuo AGP anda por ahí jugando a un juego de rol pretendiendo vivir como «una de las chicas» en los espacios femeninos, lo que por supuesto incluye la participación en el feminismo.
Muchas viudas trans cuentan cómo fueron obligadas a participar en actividades sexuales que no son de interés alguno para una mujer heterosexual que ha contraído matrimonio con un hombre. Además, a menudo hay capas de abuso financiero y control coercitivo en estas relaciones, ya que el aspirante a transicionista miente y manipula a quienes lo rodean y gasta cantidades increíbles de dinero en perifollos femeninos.
A las viudas trans se las manipula y se les hace luz de gas para que pensemos que nuestra interpretación de la realidad es incorrecta, defectuosa, y para que creamos que si pudiéramos ajustar nuestra visión del mundo y de nosotras mismas, podríamos tener un futuro feliz. La realidad es que para la mujer es una pérdida total de la capacidad para tomar decisiones, hasta el punto de que algunas viudas trans heterosexuales que se quedan con sus maridos terminan declarándose lesbianas.
Es difícil para cualquier mujer que está en una relación con un hombre abusivo irse, pero las viudas trans se encuentran en la posición única en la que grandes partes de la sociedad celebran los mecanismos de su opresión como evidencia de que su esposo es impresionante y valiente, y esperan que compartan la celebración de esa opresión en lugar de escapar de ella.
Muchas feministas se consideran alertas a la dinámica del control coercitivo, pero todavía no han unido los puntos con respecto a las viudas trans.
El tipo de comportamiento dominante mostrado por los hombres AGP es familiar para cualquiera que esté al tanto del narcisismo, Lundy Bancroft, el Programa de Libertad o la Rueda de Duluth.
AGP es la máxima expresión del derecho masculino y ay de cualquiera que se interponga en el camino del derecho de un hombre a complacerse.
A la luz de esto, ¿qué es lo que hace que algunas líderes del movimiento moderno de Liberación de la Mujer estén dispuestas a dar plataformas y acumular compromisos con los «aliados» transexuales que son esposos y ex esposos de Trans Widow? ¿Qué es lo que están priorizando por encima de las mujeres y las niñas? Tienen amistades personales con estos hombres o hay algo más?
La respuesta obvia es que lo que quieren es llevar la izquierda política, en particular, el Partido Laborista del Reino Unido a un punto de vista más crítico de género, incluido el fin del apoyo del Partido Laborista a la reforma de la Ley de Reconocimiento de Género.
Muchas de nuestras líderes feministas actuales son como yo, miembros del Partido Laborista y sindicalistas. Otras son académicas de izquierdas. Quieren encontrar un argumento que sea aceptable para la izquierda. Creen que ser vistos como no intolerantes es una estrategia esencial para lograr esto, y la forma de mostrar sus credenciales anti-intolerantes es tener un aliado transexual mascota como si fuera una tarjeta de «salga de la cárcel» que pueden esgrimir contra cualquier acusación hostil de intolerancia. «¡Mira, esta persona trans está de acuerdo conmigo!»
Sin embargo, el problema es que, además de las barreras que esto crea para las viudas trans, es políticamente contraproducente. Esto se demostró en la debacle por la caída del apoyo crítico de género en el periódico Morning Star a principios de este año.
The Morning Star había sido el único periódico de izquierda del Reino Unido que tenía un enfoque crítico de género consistente, publicando artículos de feministas como Jo Bartosch, que había sido silenciada por otros medios. Sin embargo, cuando publicaron una caricatura que fue percibida por algunos como «transfóbica», hubo una fuerte reacción, liderada por grupos y activistas LGBT por un lado, y por el lado crítico de género por el amigo transexual de Women’s Place Kristina Harrison.
Con la condena de los activistas LGBT y los sindicatos que amenazan con retirar fondos del Morning Star, el último clavo en el ataúd del apoyo crítico de género en la prensa británica de izquierda dominante, llegó cuando Woman’s Place UK, emitió una condena de la caricatura. Puesto que Woman’s Place pudo haberse mantenido muy fácilmente al margen del debate, una solo puede asumir que su intervención provino de un sentido de amistad personal con Harrison. Sobre todo cuando dijeron en su declaración:
«Estamos agradecidas a aquellas personas trans que han trabajado con nosotras, hablado en nuestras reuniones y apoyado los derechos basados en el sexo de las mujeres y las niñas. Su solidaridad ha significado mucho para muchas y ahora estamos a su lado».
El Morning Star tuvo entonces que emitir una disculpa humillante que incluso incluía un nuevo apoyo para la reforma de la Ley de Reconocimiento de Género. Woman’s Place UK había coludido (probablemente de forma involuntaria) en la caída de la principal fuente de apoyo a los derechos de las mujeres, en la prensa de izquierda británica, con el fin de apaciguar a sus amigos varones transexuales.
¿Qué ha logrado este compromiso y otros similares, de feministas? ¿Ha tenido algún impacto en el Partido Laborista? ¿El sacrificio de las viudas trans ha servido para algo? No. Son los conservadores los que parecen haberse deshecho de la reforma de la Ley de Reconocimiento de Género, mientras que los parlamentarios laboristas todavía están haciendo cola para firmar documentos tan ridículos como el Compromiso Trans Laborista que llamó a Woman’s Place un «grupo de odio trans-excluyente» e implicó que sus partidarias deberían ser expulsadas del Partido Laborista.
Para algunas feministas, el camino al infierno está empedrado de las buenas intenciones de no ser vistas como «tránsfobas».
El feminismo no es nada si no prioriza a las mujeres y a las niñas, incluso las que están casadas con tus amigos y aliados masculinos, incluso las que secretamente crees que deben haber sido un poco débiles para meterse en esa situación, incluso las que se quedan en casa, se callan y fingen que están bien, incluso los que no tienen doctorados.
Si las feministas no priorizan a las mujeres, incluidas las viudas trans, está muy claro que nadie más lo hará.
