Los documentos revelan que el travesti Asifa Lahore testificó un año en varios recursos de inmigración.
Un drag queen musulmán ha hecho de testigo de hasta 12 solicitantes de asilo que intentaban demostrar que eran gays, según revela The Telegraph.
Asifa Lahore, el «primer drag queen musulmán en salir del armario» en Gran Bretaña y que dice ser «una mujer trans», testificó un año en «10 o 12» recursos de inmigración, según muestran documentos judiciales.
El artista y DJ de 42 años, nacido en Southall, también testificó en tres casos distintos de solicitantes de asilo.
Varios de los casos identificados por The Telegraph eran recursos en los que los solicitantes de asilo alegaban que eran homosexuales o bisexuales y que sus vidas correrían peligro si regresaban a sus países de origen.
The Telegraph informó el año pasado de cómo se les había permitido quedarse en Gran Bretaña a un número récord de solicitantes de asilo que afirmaban ser homosexuales, pasando de 762 a 2.133.
En 2019, sólo 475 solicitudes tuvieron éxito.
Los escépticos creen que algunos solicitantes de asilo pueden estar engañando al sistema fingiendo ser homosexuales para que se les conceda la solicitud.
Este caso sale a la luz después de que The Telegraph publicara una serie de artículos en los que mostraba cómo los inmigrantes se amparaban en los derechos humanos, como su sexualidad, el hecho de tener familia en Gran Bretaña o las experiencias traumáticas vividas en los países de los que habían huido, para evitar las órdenes de expulsión.
Documentos judiciales indican que Lahore aportó pruebas escritas y orales en casos de inmigración mientras ocupaba el puesto de trabajador de salud sexual para la organización benéfica NAZ Project.
Los documentos de una sentencia de 2023 sobre el recurso fallido de un ciudadano bangladesí muestran que Lahore afirmaba ser una «persona LGBT totalmente autónoma y muy conocida como el “primer drag queen musulmán en salir del armario” de Gran Bretaña».
Este trabajador de la organización benéfica había declarado en una vista anterior, y el caso del ciudadano de Bangladés se presentó en apelación en parte porque el juez anterior no «consideró importantes» las declaraciones orales del artista de drag.
Sin embargo, los documentos del caso señalaban que ni el apelante, al que se concedió el anonimato, ni Lahore asistieron en persona a la vista de enero de 2023.
Actualizando las pruebas anteriores, a través de una carta enviada a los jueces del tribunal superior ese mes, Lahore contó que conoció al demandante en línea durante una «discoteca virtual» en septiembre de 2020, durante la pandemia de coronavirus.
«Desde que lo conocí [al demandante] he entablado una amistad que le ha llevado a venir a mi piso unas cuantas veces y a reunirme con él a título personal», dijo Lahore. «Creo plenamente que pertenece a la comunidad queer y comprendo [sus] duras circunstancias».
Se «creía que el demandante era un hombre gay» porque, aunque no se hablaban en inglés entre ellos, el hombre de Bangladés utilizaba «terminología queer», como «top, bottom y vers» (arriba, abajo y ambas posiciones), afirmaba la declaración de Lahore.
«Lo he visto flirtear con otros hombres en las discotecas y esto es algo que no se puede fingir», continuaba la prueba.
Frases como «top», «bottom» y «vers» se utilizan en la comunidad gay para denotar los roles entre parejas sexuales y las dinámicas de poder.
En la carta, Lahore continúa diciendo: «He acabado conociéndolo bastante bien y soy consciente de su situación como solicitante de asilo, y creo que si le devolvieran a Bangladés sufriría persecución por ser gay».
«Me ha contado los peligros que correría en una sociedad tan restrictiva y me preocupa su seguridad si se viera obligado a regresar».
Refiriéndose a Lahore como testigo, la juez del Tribunal Superior Judith A J C Gleeson escribió: «El apelante le había pedido [a Lahore] que fuera testigo a su favor, cosa que ella estaba dispuesta a hacer».
«Ella había contribuido a otros 10 o 12 recursos de inmigración, compareciendo sólo cuando creía que la persona era sincera. En los últimos 12 meses había testificado en tres vistas de apelación».
El hombre anónimo -que había sido detenido en 2019 tras vivir cuatro años en Reino Unido- había recurrido la decisión del Ministerio del Interior de denegarle la protección internacional y el permiso de residencia por motivos de derechos humanos.
Sin embargo, al dictar sentencia sobre el apelante -que seguía legalmente casado con una mujer en el momento de interponer el recurso-, la jueza Gleeson dijo que su «relato completo» estaba «plagado de incoherencias», y añadió que el tribunal no consideraba que las pruebas de Lahore -o de un médico que también prestó declaración- hicieran «creíble el relato del apelante sobre su orientación sexual gay».
En otro caso, el de un paquistaní de 28 años que había entrado en el Reino Unido con un visado de estudiante en 2010, los abogados del apelante dijeron que el juez Shiner del tribunal de primera instancia -que presidió su caso de solicitud de asilo- había vuelto a no considerar importantes las pruebas de Lahore.
Resumiendo las pruebas del juez Shiner tras la apelación, la jueza de primera instancia Susan Kebede dijo que el juez Shiner había dado «consideración detallada a todas las pruebas», añadiendo que «dio particular consideración a las pruebas de la Sra. Lahore».
Aceptó que Lahore no pretendía engañarlo, pero no estaba dispuesta a aceptar que su opinión sobre la sexualidad del apelante se basara en la realidad «dado su escaso conocimiento de él».
Al desestimar la apelación del hombre en marzo de 2018, la jueza Kebede también señaló que el juez Shiner «tenía derecho a tener en cuenta» un comentario de Lahore, diciendo que no se conocían «los entresijos de cada caso».
En otros dos casos vistos por The Telegraph, los jueces del tribunal fallaron a favor de los apelantes y remitieron los casos para una nueva audiencia.
En un caso de 2018, un juez de primera instancia desestimó el recurso de un hombre bangladesí de 28 años y señaló: «En muchas ocasiones me he encontrado con cartas de esta organización escritas por la misma persona que escribió la carta presentada por el apelante, a saber, Asifa Lahore».
Sin embargo, el juez adjunto del tribunal superior que anuló la decisión dijo que el hecho de que Lahore hubiera «facilitado cartas en relación con otros solicitantes de asilo homosexuales del sudeste asiático» no era razón suficiente para desestimar la declaración del testigo.
Otro juez, que remitió el caso de un hombre paquistaní de 35 años, dijo: «Considero que el juez no explicó por qué un trabajador capacitado en salud sexual, con conocimiento personal y profesional del apelante, a quien conoce desde hace más de un año, se equivocaría al creer que el apelante es un hombre gay».
Un portavoz de Naz confirmó que Lahore ya no trabajaba para la organización benéfica.
Lahore no respondió a las peticiones de comentarios.
