Un solicitante de asilo congoleño ha admitido haber violado a una adolescente de 15 años en el Reino Unido después de que su vuelo de deportación fuera bloqueado por la compasiva tripulación de cabina de Air France. Anicet Mayela llegó al Reino Unido en 2004 tras reclutar a un «agente» que le facilitó la salida de África, alegando como motivo un peligro inminente.
Mayela se ganó la atención generalizada de quienes se oponen a las deportaciones después de recurrir a la legislación sobre derechos humanos para luchar contra su regreso forzoso a la República del Congo, donde alegó que su vida «corría peligro». El primer intento de deportarlo fracasó porque Mayela alegó haber sido herido por el Centro de Expulsión de Inmigrantes de Colnbrook, en Middlesex.
Un año más tarde, en 2005, un segundo intento de deportarlo fue frustrado por una tripulación de cabina de buenos samaritanos de Air France. Mayela había sido puesto en un vuelo de Southampton a Brazzaville, y al parecer la tripulación de cabina de Air France se sorprendió del «mal trato» que estaba recibiendo por parte del personal de deportación y se compadeció de su terrible experiencia. Se negaron a permitir que el vuelo despegara, con lo que Mayela pudo permanecer más tiempo en el Reino Unido.
Mayela se convirtió rápidamente en un ejemplo modelo para los activistas de los derechos de los inmigrantes, e incluso recibió el apoyo del Instituto de Relaciones Raciales, una organización benéfica de «justicia racial».
Poco después de su liberación tras el incidente de Air France, Mayela se unió a una campaña para cerrar el centro de detención de Campsfield House y fue fotografiado protestando en el exterior con el cartel que decía: «Los migrantes no son criminales».
Pero ahora Mayela se ha declarado culpable de la horrenda agresión sexual a una niña de 15 años, que fue descrita como «perpetrada con un alto nivel de peligrosidad». Mayela se enfrenta ahora a una pena de hasta cadena perpetua, y será sentenciado más adelante.
En cuanto a la intervención de la tripulación de cabina, una fuente cercana al ministro del Interior, James Cleverly, declaró a The Sun que las personas «sin conocimientos» que «de repente deciden intervenir [en las deportaciones] pueden tener consecuencias terribles para los demás».
El diputado conservador Marco Longhi, que forma parte del comité selecto de Asuntos Internos, declaró al periódico que el caso «plantea serias dudas sobre el proceso legal y el derecho de Mayela a permanecer en este país.»
«Mis electores seguramente se enfurecerán al descubrir que se ha quedado aquí gracias a lo que parece ser una excusa endeble antes de cometer este horrible crimen».
3 respuestas
Esta frase tan acertada: «las personas «sin conocimientos» que «de repente deciden intervenir [en las deportaciones] pueden tener consecuencias terribles para los demás».
El buenismo, tan generalizado y tan dañino. Y esto vale para las deportaciones, el transgenerismo y cualquier tema sensible. Se unen la ignorancia, la compasión (o complejo de superioridad, no sé) y el miedo a ser señalados y el combo es peligrosísimo para la sociedad.
Las consecuencias del buenismo y la ignorancia pueden ser horribles, pobre niña. Me pregunto si se sentirán culpables los de la aerolínea.
Espero que les sirva, al menos, para reflexionar..