
Los documentos hechos públicos muestran la estrecha colaboración entre la clínica de género Tavistock y la activista Susie Green.
Un grupo de presión trans ayudó a redactar los planes del Servicio Nacional de Salud (NHS) para tratar a los niños que cuestionan su género, según puede revelar The Telegraph.
Susie Green, entonces presidenta de la organización benéfica Mermaids, formó parte de un grupo de trabajo que evaluó los servicios de la clínica trans de la Fundación Tavistock y Portman del NHS.
El programa del servicio, que describe el tratamiento para niños, incluía detalles sobre cómo «se estudiará ahora dar bloqueadores hormonales a niños menores de 12 años». La relación entre Mermaids y altos cargos del NHS queda al descubierto por primera vez en documentos vistos por The Telegraph.
La Tavistock dijo que no tenía correos electrónicos ni actas de las reuniones con la Sra. Green, pero después de que el regulador de información amenazara con emprender acciones judiciales, publicó más de 300 páginas.
En ellas se muestra que la Sra. Green tenía línea directa con la Dra. Polly Carmichael, directora de la Tavistock, y exigía que se la considerara como una profesional para poder derivar a menores a tratamiento cuando sus médicos de cabecera se negaran. La Sra. Green, que no tiene formación médica formal conocida, desempeñó un papel de asesora en dos de los estudios en los que participó la clínica sobre el efecto a largo plazo de la identidad de género.
El programa del servicio, que todavía está disponible en el sitio web de NHS England, debía sustituirse en 2020, pero quedó en suspenso cuando el Gobierno ordenó la Evaluación Cass independiente sobre la clínica.
La Tavistock dijo: «Como muchos servicios del NHS, el GIDS [servicio de desarrollo de la identidad de género] trabaja con una serie de grupos de apoyo a pacientes del tercer sector y organizaciones benéficas que tienen diferentes puntos de vista sobre cómo puede mejorar el servicio».
Mermaids afirmó que su «principal objetivo es apoyar el bienestar mental y físico de los jóvenes trans y no binarios de todo el Reino Unido».
La Sra. Green dijo que «no era un secreto» que estuviera involucrada en el programa del servicio».
Un portavoz del NHS dijo: «Hemos empezado a aplicar los consejos de la doctora Cass y hemos realizado una consulta pública sobre un nuevo programa provisional del servicio, que se publicará en las próximas semanas».
«La Tavistock estaba realmente bajo el yugo de estos activistas»
Son los documentos que la clínica de género Tavistock del NHS aseguraba que no existían. Más de 300 páginas de correos electrónicos y actas que dejan al descubierto por primera vez el alcance de la implicación de Mermaids en la única clínica para niños transgénero de Inglaterra.
Algunos informantes ya habían señalado hace tiempo a la polémica organización benéfica transgénero como una de las razones por las que la Tavistock había perdido su rumbo, y afirman que los activistas presionaban al personal para que recetaran medicamentos que podrían alterar la vida de los menores.
Ahora The Telegraph puede revelar cómo Susie Green, entonces presidenta de Mermaids, tenía línea directa con la directora de la clínica, la doctora Polly Carmichael, y podía hacer derivaciones incluso cuando el médico de cabecera de un menor se hubiese negado en repetidas ocasiones.
Los documentos dejan al descubierto la profundidad de su implicación en el servicio, incluida la ayuda para volver a redactar el programa del servicio y el asesoramiento sobre una serie de ensayos diseñados para informar sobre la forma en que trataban a los jóvenes pacientes.
En un principio, el Tavistock and Portman NHS Trust se había negado a divulgar los detalles de las reuniones celebradas entre 2014 y 2018, amparándose en una exención de la ley de libertad de información según la cual tendría un «nivel desproporcionado o injustificado de perturbación, irritación o angustia».
Cuando la Oficina del Comisionado de Información (ICO) les pidió que justificaran esa negativa, el Trust la retiró y dijo que después de «una búsqueda exhaustiva de correos electrónicos … el Trust no posee la información solicitada».
La ICO afirmó que, «estimadas todas las probabilidades», sí que disponían de la información y amenazó con denunciarlos ante el Tribunal Superior a menos que accedieran a la petición de uno de los padres. El Tavistock ha publicado ahora 322 páginas de comunicaciones entre 2014 y 2018.
Incluyen correos electrónicos entre la Dra. Carmichael, que todavía trabaja en la Tavistock, y la Sra. Green, que ha dejado su trabajo en Mermaids y ahora trabaja para un médico de cabecera en línea que receta bloqueadores de la pubertad. En un intercambio de 2016, la Sra. Green se puso en contacto con la jefa del servicio para cuestionar la decisión del personal de rechazar una derivación que ella había hecho.
Molesta por no ser vista como una profesional
La Sra. Green, que no tiene formación médica conocida, contó que le dijeron «que la derivación no fue validada o evaluada en riesgo por un profesional» y que por eso fue rechazada.
«Sólo puedo deducir de esta afirmación que no se me considera una profesional», añadió. «Ahora estoy muy confusa, ya que tenía entendido que tu servicio aceptaba derivaciones de Mermaids, pero esta declaración parece sugerir lo contrario ….».
«Si NO aceptas derivaciones de Mermaids debido al hecho de que no soy una profesional, me gustaría saber en qué te basas. La derivación por parte de un profesional no sanitario es aceptable si viene de escuelas, servicios sociales, etc., y tenía entendido que aceptabas las derivaciones de Mermaids.»
«Tu administrativo dejó claro que era necesario actuar de inmediato o la derivación sería rechazada, así que ¿puedo pedir que se aplique un nivel de urgencia para tratar este asunto?».
La Dra. Carmichael respondió: «Aceptamos derivaciones de grupos del tercer sector y sé que tú has enviado derivaciones en el pasado. Esto sigue siendo así. Los grupos del tercer sector a menudo desempeñan un papel vital en el apoyo a los jóvenes y sus familias y valoramos mucho su participación.»
Derivaciones «sin apoyo del médico de cabecera»
La Sra. Green derivó a jóvenes que «no contaban con el apoyo de sus médicos de cabecera» y, en un caso, envió la derivación señalando que el médico de cabecera «se ha negado sistemáticamente a derivar».
Los documentos muestran que ya en 2014 participó en la «nueva redacción del programa del servicio» para el servicio de desarrollo de la identidad de género (GIDS) del NHS para menores. Ella fue una de las 10 personas que asistieron a una reunión.
Entre los otros se encontraban la Dra. Carmichael, que presidió la sesión, Rob Senior, director médico del Trust, el profesor Gary Butler, consultor del University College London Hospital y actual responsable clínico de la clínica infantil de género, y Bernard Reed, fundador del grupo de campaña Gender Identity Research and Education Society.
Las actas muestran que acordaron actuar como un «grupo de trabajo» y que «se esperaba que el contenido de los debates no saliera del grupo».
Tomaron nota de los resultados iniciales de la «investigación sobre la edad para el tratamiento con bloqueadores hipotalámicos», que «sugieren que el bloqueador podría prescribirse a partir de la pubertad temprana«.
La Tavistock no ha facilitado las actas de ninguna otra reunión del grupo, a pesar de que en las notas se afirmaba que se reunirían dos o tres veces y compartirían los detalles de su revisión. En consecuencia, las aportaciones de la Sra. Green siguen sin estar claras.
Mayor énfasis en el tratamiento médico
En 2016, el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra publicó un nuevo programa de servicios que hacía más hincapié en el tratamiento médico de menores.
El nuevo programa decía por primera vez «que los bloqueadores hormonales se estudiarán para cualquier niño menor de 12 años si está en la pubertad establecida».
También actualiza la sección de «consentimiento informado» para indicar que: «La edad por sí sola no determina la capacidad para dar el consentimiento. Si se concluye que un cliente tiene suficiente autonomía y comprensión de lo que se le va a ofrecer, y además se cumplen otros criterios clave de elegibilidad y preparación, puede dar su consentimiento al tratamiento».
La relación con el programa del servicio se produjo cuando Mermaids presionaba a la Tavistock para que rebajara la edad para recibir hormonas cruzadas a los 14 años, como reveló la Dra. Carmichael en una entrevista en su momento.
La organización benéfica también pedía que se redujera el tiempo que los adolescentes tenían que tomar bloqueadores de la pubertad antes de que se les recetaran hormonas de sexo cruzado.
En una cadena de correos electrónicos en la que participó la Sra. Green, su compañero de campaña, el Sr. Reed, preguntó si había «propuestas para acelerar» el proceso. Señaló que los niños tenían que tomar bloqueadores de la pubertad de seis meses a un año antes de recibir hormonas de sexo cruzado, por las que tenían que esperar hasta cumplir los 16 años.
En la respuesta de noviembre de 2016, Sally Hodges, una de las directoras del Trust, dijo que «la situación está cambiando rápidamente», ya que el servicio había recibido más dinero y «Polly Carmichael está en contacto con Susie para asegurarse de que tienes la información más precisa y actualizada».
Cambio de género a los 16 años
La Sra. Green, que ahora trabaja para Gender GP, un servicio online que receta hormonas de sexo cruzado, había llevado a su propio hijo -nacido varón- a Estados Unidos para que le administraran bloqueadores de la pubertad antes de cumplir los 16 años. El día de su 16 cumpleaños, se lo llevó a Tailandia para someterlo a una operación de cambio de sexo.
En uno de los intercambios, pidió «claridad» a la Dra. Carmichael sobre si la Tavistock trataría a los niños cuyos padres habían buscado bloqueadores hormonales u hormonas de sexo cruzado de forma privada debido a las listas de espera o porque los medicamentos no se recetaban por el NHS a menores de 16 años.
«Esto supondría un gran alivio para los padres», escribió. «Muchos quieren acceder a bloqueadores de forma privada para sus hijos debido a la angustia causada por los continuos cambios puberales y la larga espera para conseguir una cita y que los evalúen, pero luego se ven atrapados en la posición de tener que financiar los bloqueadores indefinidamente ellos mismos».
La Dra. Carmichael respondió que «lamentaba mucho oír que había habido confusión» y dijo que «las circunstancias individuales varían mucho, por lo que habría que estudiar caso por caso».
La doctora explicó que si el niño ya acudía a un endocrinólogo a través de la Tavistock, se le retiraría la atención si empezaba a recibir fármacos de forma privada, aunque podría seguir recibiendo terapia. No obstante, añadió que los pacientes «pueden optar más adelante por ser derivados a la clínica endocrina si, por ejemplo, inician un tratamiento de hormonas de sexo cruzado fuera del servicio a una edad más temprana de lo que éste ofrece».
Jefa de la asociación benéfica invitada a participar en la investigación
En 2018, la Dra. Carmichael volvió a enviar un correo electrónico a la Sra. Green para invitarla a participar en una investigación que contaba con el apoyo del Instituto Nacional de Investigación de Salud (NIHR). Escribió: «Estamos en el proceso de presentar una solicitud a NIHR para hacer un seguimiento a los usuarios de servicios más jóvenes. Sería estupendo que Mermaids participara».
La Sra. Green contestó que estaría «encantada de colaborar contigo en la aplicación y realización del NIHR».
El estudio que analiza el desarrollo de la identidad de género en niños de 3 a 14 años comenzó en 2019 y se espera que «informe a los proveedores de salud y educación».
Stephanie Davies-Arai, fundadora de Transgender Trend, dijo: «La Tavistock estaba realmente bajo el yugo de estos activistas. Estaba captada ideológicamente».
La Sra. Davies-Arai, que hace campaña por la atención médica basada en la evidencia, dijo que se había puesto en contacto por primera vez con la Tavistock en 2016 debido a las preocupaciones que tenía sobre el tratamiento que estaban ofreciendo y le dijeron que su opinión sería bien recibida, ya que estaban dispuestos a escuchar diferentes voces.
Sin embargo, cuando envió un correo electrónico a la Dra. Carmichael con sus preocupaciones, no obtuvo respuesta.
La Sra. Green declaró que «no era un secreto» que estaba involucrada en el programa del servicio y solicitó participar «como directora ejecutiva de la mayor organización benéfica del Reino Unido (y probablemente de Europa) de apoyo a niños y jóvenes transgénero, y a sus familias».
Se mostró «satisfecha» de que el nuevo programa «eliminara un rango de edad arbitrario» para los bloqueadores hormonales y aceptara estudiarlos para niños menores de 12 años.