La pedofilia es vista como uno de los males sociales más horribles. Pero los científicos que estudian el trastorno sexual dicen que también se encuentra entre los más incomprendidos.

Cuando la mayoría de la gente piensa en la pedofilia, asumen que es sinónimo de abuso sexual infantil, un problema social generalizado que ha explotado a niveles de una crisis online. Los investigadores que estudian la pedofilia dicen que el término describe una atracción, no una acción, y usarlo junto con «abuso» alimenta percepciones erróneas.

El Manual Diagnóstico y Estadístico de trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría dice que la pedofilia se define por «fantasías recurrentes e intensas sexualmente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que involucran actividad sexual con un niño o niños prepúberes». En las últimas décadas, los científicos han mejorado su comprensión de las causas de la pedofilia, los factores de riesgo prenatales y de la primera infancia, así como la forma en que los pedófilos pueden controlar mejor sus impulsos.

Uno de los hallazgos más significativos es que los científicos que estudian el trastorno dicen que la pedofilia se determina en el útero, aunque los factores ambientales pueden influir en si alguien cae en el impulso de  abusar.

«La evidencia sugiere que es innato. Es neurológico», dijo James Cantor, psicólogo clínico, investigador sexual y ex editor en jefe de «Sexual Abuse: A Journal of Research and Treatment». «La pedofilia es la atracción hacia los niños, independientemente de si la (persona) alguna vez … hace daño».

No todas las personas que abusan sexualmente de niños son pedófilos. Algunos pedófilos nunca abusan de niños, dicen los expertos, y algunas personas que abusan sexualmente de los niños no los prefieren sexualmente, sino que los usan como sustitutos de un adulto. Pueden ser desinhibidos y antisociales, con problemas de control de impulsos.

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«Hay abusadores de niños y pedófilos. Si piensas en los diagramas de Venn, hay mucha superposición», dijo Anna Salter, psicóloga, autora y experta reconocida internacionalmente que ha realizado más de 500 evaluaciones de delincuentes sexuales de alto riesgo. «Hay personas que se sienten atraídas sexualmente por los niños … (y luego) hay algunas personas que abusan de niños que no son pedófilos. Abusan de los niños debido a la ira. Abusan de los niños porque tienen miedo de las mujeres adultas. Abusan de los niños para vengarse, pero en realidad no tienen una preferencia de edad por los niños prepúberes».

«Esto no es algo que la gente elija»

Michael Seto, director de investigación forense del Royal Ottawa Health Care Group en Canadá, dijo que hay más conocimiento neurocientífico de la pedofilia que nunca. La investigación de resonancia magnética está mostrando cómo se desarrollan los intereses sexuales en el cerebro.

«Creo que como campo, hemos aceptado la idea de que esto no es algo que la gente elija», dijo Seto.

Seto dijo que la pedofilia es algo con lo que las personas nacen o al menos algo por lo que sienten una predisposición. La evidencia muestra que los hombres son más propensos a tener pedofilia que las mujeres. Esto concuerda con la investigación que muestra que los hombres son más propensos a tener otras parafilias, incluyendo exhibicionismo, voyeurismo y sadismo. Los hombres también son más propensos que las mujeres a cometer actos delictivos.

La investigación también ofrece información sobre los factores de riesgo. Seto dijo que los hombres con pedofilia tienen una incidencia mucho mayor de lesiones en la cabeza en la primera infancia. Un estudio sobre pedófilos diagnosticados mostró que a menudo revelan que sus madres habían recibido tratamiento psiquiátrico, lo que sugiere que el trastorno puede estar influenciado por factores genéticos.

Los pedófilos y la elección de abusar

Salter dijo que cuando realiza cursillos, a menudo le pregunta a la audiencia: «¿Cuántos de ustedes alguna vez han tenido un pensamiento sexual inapropiado?»

Si nadie levanta la mano, ella les dice que están en negación.

«Por supuesto que la gente tiene pensamientos sexuales inapropiados. Es posible que te sientas atraído por la hermana de su esposa. Es posible que te sientas atraído por la niñera de 16 años. No significa que actúes en consecuencia», dijo. «Los pedófilos pueden no tener control sobre el hecho de que se sienten atraídos por los niños, pero son responsables de si actúan o no en consecuencia».

La conceptualización de Salter de la dinámica del abuso sexual involucra un motor y frenos. Muchas personas experimentan pensamientos sexuales inapropiados (el motor) pero hay frenos (empatía, por ejemplo) que impiden que alguien actúe sobre ellos. Para un pedófilo, el motor es su atracción sexual hacia los niños, pero aún pueden usar frenos para evitar abusar.

Salter dijo que se necesita más investigación para comprender por qué algunos pedófilos no actúan sobre sus atracciones, pero sus observaciones clínicas sugieren que al menos algunos pedófilos con malos frenos se crían en hogares donde fueron maltratados o desatendidos. También hay un componente genético, ya que algunos pedófilos muestran rasgos psicopáticos.

La polémica sobre la ‘desestigmatización de la pedofilia’

Un académico de la Universidad Old Dominion en Norfolk, Virginia, que habló de «desestigmatizar la pedofilia» y se refirió a los pedófilos como «personas atraídas por menores» dimitió en noviembre tras las protestas por esa frase. Allyn Walker argumentó que desestigmatizar la atracción permitiría que más personas busquen ayuda y, en última instancia, prevengan el abuso sexual infantil.

Hay un creciente apoyo para el punto de vista de Walker. Si bien Cantor dijo que no hay tratamiento que pueda convertir a un pedófilo en un no pedófilo, a los pedófilos se les puede enseñar autocontrol y estrategias compensatorias, lo que es más fácil de conseguir si están bajo el cuidado de un profesional, dijo. Argumenta que los pedófilos necesitan poder acceder a la terapia, lo que puede ser difícil ya que los afectados pueden sentirse avergonzados de buscar ayuda o preocupados por ser denunciados a las autoridades si lo hacen.

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«¿A dónde quieres que vaya esta persona? La terapia es a donde debería ir, y todo lo que hemos hecho es hacer que sea muy, muy difícil para un pedófilo acceder a ella», dijo Cantor. «Lo cual para mí es una locura. Empeora el problema».

Salter dijo que si bien los pedófilos no eligen sus atracciones, no cree que aquellos que ofenden estén siendo castigados injustamente. Se debe fomentar el tratamiento, pero sin minimizar el impacto que el abuso tiene en la vida de las víctimas.

«Es una elección actuar sobre el abuso sexual infantil», dijo. «No necesitamos decir: ‘Ofender no es tan malo. La verdad es que no es tu culpa. … Lo cierto es que no podías controlarlo. Eres víctima de una sociedad punitiva». Necesitamos decir: ‘Ofender es devastador. Daña la vida de las víctimas. Ha dañado tu vida. Puedes aprender a controlarte a ti mismo. Tienes la capacidad de ser mejor'».

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