La mujer barbuda está embarazada

Sobre los freak shows y la intolerancia diluida de las expectativas trans.

Eso no es una barba de verdad. Casi ni hay pelusilla en esa mandíbula. Llámalo barba metafórica, porque ni siquiera es la barba de la mujer barbuda de P.T. Barnum. Esta es una mujer que se autolesiona. Las irregulares cicatrices de su mastectomía hablan de su disforia, que no se desencadena por el embarazo, sino sólo por los pronombres.

No debemos referirnos a ella de otra forma que él, de lo contrario «él» podría morir. He recortado la imagen de Logan Brown que aparece más arriba no sólo para ocultar la perturbadora visión de las cicatrices quirúrgicas de su autolesión, sino para señalar los límites de lo que se supone que debemos ver.

Se supone que las cicatrices de autolesión se camuflan con las estrías. (Son, de hecho las estrías del tejido cicatricial de la mastectomía.) Se supone que debemos ver una barba y una barriga embarazada y celebrar las nuevas «posibilidades de embarazarse» de la «identidad de género». Se supone que debemos idolatrar las cicatrices en lugar de verlas como autolesiones.

Se supone que no debemos preguntarnos si esto es sano para la madre o para el bebé.

Se supone que lo encontramos glamuroso.

Se supone que nuestras hijas deben tomar ese comportamiento como modelo.

Se supone que las jóvenes lesbianas en particular deben imitar este comportamiento, pero también las marimachos heterosexuales y otras mujeres que no se ajustan a su género.

Esto es glamour. Esto es fama. Es la felicidad. Van a ser veneradas por hacer esto.

Por tener bebés. Al igual que todas las mujeres, siempre, fueron veneradas por tener bebés.

Pero con una barba. Una barba poco convincente.

Y cicatrices donde deberían estar sus pechos, si no las hubieran convencido de que amputárselos las haría felices.

Facebook censura las imágenes de pezones femeninos.

Facebook considera que el pezón de «una mujer trans» es un pezón femenino que debe ser censurado.

Publica una foto de una «chica trans» en topless, incluso una sin hormonas ni silicona, sólo con pintalabios y sombra de ojos, y Facebook la va a censurar, y te va a eliminar la cuenta.

Si incluyera una imagen del pezón de una mujer, o de «una mujer trans», en este post, Facebook me bloquearía la URL del post.

Sin embargo, Facebook no tiene ningún problema con el pezón de «un hombre trans». A Facebook le parecen bien las imágenes positivas de autolesiones trans.

Pero si un usuario de Facebook publica una imagen de las cicatrices llamando la atención sobre esas cicatrices, se arriesga a ser sancionado por incitación al odio transfóbico.

Estas eran las normas de imagen de Facebook hace unos 18 meses, cuando borré mi perfil. Puede que esas normas hayan cambiado.

Lo que quiero decir es que el pezón femenino sigue siendo polémico y sujeto a las normas de decencia, a menos que se ponga una barba.

Al igual que las mujeres siempre han sido celebradas por el embarazo, las mujeres también han sido celebradas por diversos tipos de autolesiones en diversas épocas, como marchitarse de melancolía.

Este «hombre» es una mujer que está siendo celebrada por el embarazo y la autolesión. Es una celebración woke de la misma mierda patriarcal de siempre. No el lado correcto de la historia, sólo la historia, rimando.

Esto es abuso infantil. No me refiero a los pechos ausentes, aunque el bebé sí que podría. Me refiero al uso de testosterona como forma de control de la natalidad, que es ineficaz y un tópico tristemente común entre jóvenes «hombres trans».

Me refiero al control y a la negligencia narcisista que, en el caso de al menos un hijo de «un hombre trans» que Exulansic está monitorizando, ya ha provocado un aplanamiento de la cabeza del bebé (plagiocefalia).

Me refiero a crecer con una madre que exige en todo momento la participación en su fantástica vida interior, la receta para un niño con problemas.

Me refiero a la fetichización de un bebé aún no nacido para el abastecimiento narcisista de los adultos, no sólo del hijo de esta madre, sino los hijos de todas las madres cuyo «viaje de género» se acabará pareciendo a esta catástrofe.

Nos están haciendo luz de gas sobre su futuro.

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2 respuestas

  1. Descripción valiente, y terrorífica. El bebé nacerá en un entorno enfermo, no tendrá oportunidad alguna para un desarrollo adecuado. Esta desgracia debería estar penalizada como abuso infantil prenatal.

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