La policía arrestó a una activista por los derechos de las mujeres por un presunto delito de odio y confiscó un libro académico de su casa por pegar carteles «dirigidos a la comunidad trans».
Jennifer Swayne, de 53 años, fue detenida durante más de 12 horas por pegar carteles en Newport que mencionaban a las mujeres trans en las cárceles, que decían que «los humanos nunca cambian de sexo» y que los hombres vestidos de mujer deben estar fuera de los espacios de las mujeres.
Acusó a la policía de Gwent de operar “como la Stasi” después de haberle allanado su casa y de llevarse un libro de ensayos sobre “la teoría y la práctica de los niños transgénero”. Editado por la Dra. Heather Brunskell-Evans, una académica boicoteada por estudiantes universitarios, el libro sostiene que la política, más que la ciencia, explica el aumento en el número de niños transgénero. Swayne dijo que la policía no le explicó por qué se llevaron el libro, que contenía sus notas escritas a mano.
Swayne, que tiene una discapacidad, estaba paseando por Newport en su scooter eléctrico de movilidad y pegando carteles el domingo por la tarde cuando la policía la detuvo. Fue arrestada bajo sospecha de daños criminales y del despliegue de escritura amenazante o abusiva que probablemente cause acoso, alarma o angustia. La policía dijo haber recibido seis quejas sobre carteles ofensivos y le dijo a Swayne que la evidencia incluía un video de CCTV de una mujer en un scooter de movilidad colocando pegatinas en los últimos meses. Swayne fue puesta en libertad bajo fianza a las 3:30 am. Su teléfono fue incautado.
El mes pasado, Priti Patel, la ministra del Interior, le dijo a la policía que hiciera más para proteger la libertad de expresión después de que los jueces dictaminaran que registrar “incidentes de odio que no son delitos” podría interferir con el derecho de las personas a expresar sus opiniones.
Fair Cop, que hace campaña contra la criminalización de la libertad de expresión, acusó a la policía de Gwent de “intromisión ilegal”. Harry Miller, el cofundador del grupo que obtuvo una histórica victoria legal contra otro departamento de policía cuando fue acusado de presuntos tuits transfóbicos, dijo que la policía de Gwent estaba “fuera de control”.
Miller dijo que los carteles que Swayne pegó por la ciudad galesa eran una «declaración política» que ni de cerca constituyen un crimen.
Sarah Phillimore, también de Fair Cop, dijo que el haberse llevado el libro era «preocupante» y dice que espera que la policía no llame a su puerta porque ella también lo tiene.
La superintendente Vicki Townsend de la policía de Gwent dijo: “Hemos recibido varias denuncias en relación con carteles que contenían material ofensivo que aparecieron en Newport entre octubre y enero. Los policías que patrullaban en Newport vieron a una mujer pegando pegatinas en dos farolas”. La policía se negó a explicar con detalle qué ponían las pegatinas mientras continuaba la investigación.
Swayne dijo que eran carteles que había hecho en casa. Las frases incluían «ningún niño nace en el cuerpo equivocado, los humanos nunca cambian de sexo»; “respetad los espacios de las mujeres”; y “Mujer = Mujer Humana Adulta”. Sus otros carteles decían que las mujeres estaban en peligro en las cárceles por culpa de los delincuentes sexuales transgénero y pedía «ningún hombre en las cárceles de mujeres». Uno de los carteles decía: “¿Estás de acuerdo con que tu hija de 13 años se duche al lado de un hombre adulto, sí o no?”.
Otro decía que los hombres vestidos de mujer deberían estar fuera de los espacios de las mujeres. Swayne dijo que los policías dijeron que una de sus pegatinas, que decía «cuello uterino: es una cosa de mujer», era «muy ofensiva».
Swayne explicó a The Times que no era transfóbica y que estaba educando al público sobre la política de género. “Nunca he hecho una pegatina con la palabra trans. Esto va de mujeres en peligro”, dijo.
Swayne dijo que la policía no le dijo por qué se habían llevado el libro transgénero, una colección de ensayos titulada Niños y jóvenes transgénero: nacido en tu propio cuerpo. Ella dijo que la policía parecía estar operando dentro de una “visión partidista muy estrecha de lo que es legítimo tener en su estantería. Eso es peligroso para una democracia liberal”.
Debido a su discapacidad, Swayne tuvo que acostarse boca arriba en una furgoneta de la policía de camino a la comisaría para ser interrogada. La policía de Gwent dijo que había recibido seis quejas sobre carteles ofensivos y que estaban obligados a responder cuando miembros del público denuncian que se sienten ofendidos por unos carteles.