Un hospital se niega a operar a una víctima de violencia sexual por pedir que la trataran solo enfermeras de sexo femenino ya que le preocupan las instalaciones unisex.
La razón que el London’s Princess Grace Hospital le dio a la paciente, una abogada feminista jubilada que el MailOnLine va a llamar Emma, fue que «tenían que proteger a sus trabajadores de sufrimiento innecesario».
Emma debía someterse a una compleja cirugía colorrectal en las instalaciones de Marylebone el 10 de octubre y había completado un formulario de preadmisión detallando sus requisitos.
Emma, que vive en el norte de Londres, pidió una habitación no mixta y dijo que, según sus creencias, no deseaba «usar pronombres o involucrarse en tales manifestaciones de ideología de género».
Dijo a MailOnline: «No iba a acceder a rellenar un montón de papeleo hospitalario sobre mi inexistente «identidad de género» o dar mis pronombres a nadie».
El hospital es uno de los pocos que utiliza el robot Da Vinci, que puede realizar operaciones delicadas y complejas, y Emma lo escogió por esa razón.
Pero cuando llegó el 6 de octubre para su evaluación clínica preoperatoria, que conllevaba procedimientos íntimos, lo que parecía ser un hombre transgénero con una peluca rubia y maquillaje abrió la puerta e hizo contacto visual con ella.
El encuentro, que ahora está siendo investigado por el hospital y su empresa matriz HCA, la llevó a presentar una queja y a hacer una solicitud adicional urgente de atención de enfermería exclusivamente femenina.
Emma le dijo a MailOnline: «Comencé a preguntarme si era solo una coincidencia que este miembro del personal con una «identidad de género» me hubiera hecho sentir su presencia de una manera tan inapropiada durante mi primera visita.
«Empecé a sospechar que había sido a propósito porque mi historial clínico mostraba que me negaba a usar pronombres y quería instalaciones para un solo sexo, aunque no tengo evidencia de esto.
«Entonces comencé a entrar en pánico al pensar que hombres estuvieran atendiendo a mi cuidado íntimo en el hospital mientras estaba inmovilizada durante una semana entera después de una operación grave.
«Me di cuenta lentamente, y me sentí enferma. Las alarmas sonaban en mi cabeza. No puedo describir el miedo que sentí. No puedo racionalizarlo».
Escribió a HCA (Hospital Corporation of America, dueños del hospital privado) esa noche haciendo hincapié en sus preocupaciones y sus creencias relacionadas con el género y los derechos de las mujeres.
Emma citó el caso histórico de Maya Forstater, que dijo que las creencias críticas de género estaban protegidas por la Ley de Igualdad y eran «dignas de respeto».
Les decía en el correo electrónico que creía que la autoidentificación de los hombres en las salas del hospital de mujeres había resultado en ataques contra pacientes. Por esta razón, dijo que «es un hecho que las instalaciones hospitalarias mixtas no son seguras para las mujeres».
Agregó: «Siento que el hospital debería seguir un protocolo de ofrecer a TODAS las pacientes mujeres atención de enfermería de un solo sexo.
«Por favor, no le hagan la vida más difícil a las mujeres cuando están en un momento tan vulnerable forzándolas a situaciones incómodas y vergonzosas. No me puedo creer que sea la primer paciente que les ha pedido esto».
Se sorprendió al recibir un correo electrónico de la directora ejecutiva del hospital, Maxine Estop Green, diciéndole que habían cancelado la operación.
Le decía que el hospital «no compartía sus creencias» y que debería buscar otro hospital donde operarse.
El mensaje añadía que el hospital estaba comprometido a proteger al personal de lo que describió como «angustia inaceptable».
Emma los instó a reconsiderar, agregando en un mensaje adicional que pensaba que habían malinterpretado sus solicitudes, que dijo que estaban completamente dentro de la ley.
El hospital dijo que le ofrecería una habitación privada, pero NO facilitaría sus solicitudes de atención de un solo sexo después de la operación.
También mencionó su comentario sobre los pronombres y dijo que tenía la responsabilidad de proteger al personal de la «discriminación y el acoso».
Emma dijo: «Todavía estoy en estado de shock por esta reacción punitiva y discriminatoria del CEO de este hospital que se especializa en procedimientos para mujeres. Nunca me hubiera imaginado esto.
«Todo lo que ha sucedido es tan fuera de lugar e irracional, que me hace creer que he sido blanco de transactivistas dentro del hospital.
«Como siempre, se trata de satisfacer a los hombres que reclaman una identidad de género. Castigarán a cualquiera que diga la verdad. No me van a obligar a usar el lenguaje de la ideología de género, es decir, pronombres que no tienen que ver conmigo. La seguridad, la dignidad y la privacidad de las mujeres están siendo sacrificadas en el altar de esta cuasi religión.
«No puedo creer que esto esté sucediendo en el Reino Unido».
La decisión del hospital se produce en medio de un debate en curso sobre los derechos de las mujeres y la necesidad de espacios exclusivos para mujeres, como habitaciones de hospital.
También existe el temor de que depredadores sexuales se hagan pasar por «mujeres trans» para obtener acceso a baños e instalaciones femeninas.
Esto viene después de que la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos (EHRC) dijera que las compañías que deseen limitar los servicios a un solo sexo son legalmente capaces de hacerlo, siempre que las razones estén justificadas y sean proporcionadas.
El fallo significa que es legal que un gimnasio limite los vestuarios comunales a un solo sexo, siempre y cuando también se proporcione un vestuario de género neutro para las personas trans.
La activista de derechos Kellie-Jay Keen, fundadora de Standing For Women, calificó la postura del hospital de «misoginia con tacones».
Añadió: «Una vez que estamos en una sociedad en la que las mujeres se ven obligadas a fingir que los hombres pueden ser mujeres, y todo debe fluir de tal ortodoxia, las consecuencias no tienen límites.
«Lo que es más difícil de soportar son los temas de protección para mujeres y niños. Priorizar los sentimientos de un hombre sobre la salud de una mujer es solo otro ejemplo, en este caso particularmente atroz, de cuán poderosa es realmente esta ideología.
«Es asombroso el miedo que tienen las organizaciones a hacer lo correcto en lugar de lo que exige este movimiento de misoginia con tacones. Esperamos que esta paciente reciba el tratamiento y las disculpas que necesita».
Un portavoz de HCA dijo: «En el Hospital Princess Grace siempre nos esforzamos por brindar los más altos estándares de atención y valoramos y respetamos a cada uno de nuestros pacientes como individuos. Por razones de confidencialidad, no podemos comentar las quejas individuales de los pacientes.
«La política del hospital es siempre acomodar las solicitudes de los pacientes si es posible.
«Algunas, como una solicitud de «atención de un solo sexo», son particularmente difíciles, dada la diversidad de nuestros colegas y nuestra necesidad de priorizar la seguridad del paciente.
«Lamentablemente, en algunas circunstancias, podría ser necesario cancelar un procedimiento si no hay tiempo suficiente para discutir dicha solicitud antes de la admisión del paciente».