Hassan Abou Hayleh, de 39 años, que agredió a una joven de 19, sufre trastorno de estrés postraumático tras ser torturado, según su abogado

Meter en la cárcel a un solicitante de asilo «muy peligroso» que agredió sexualmente a una adolescente podría vulnerar sus derechos humanos, según ha declarado un tribunal.
Hassan Abou Hayleh, de 39 años, atacó a la joven de 19 tras conducir a las 3 de la madrugada en busca de mujeres ebrias vulnerables.
Estaba previsto que fuera condenado el lunes en el Tribunal de la Corona de Bournemouth, pero la vista se aplazó después de que su abogado defensor alegara que enviarlo a prisión podría vulnerar sus derechos humanos.
Graham Gilbert dijo que Hayleh sufría trastorno de estrés postraumático por haber sido torturado en una cárcel siria bajo el régimen de Bashar al-Assad, ex presidente sirio.
El abogado afirmó que la cárcel empeoraría el estado del acusado.
Dijo al juez Robert Pawson que «El informe del médico no llegó hasta el sábado y expresaba preocupación por el trastorno de estrés postraumático de Hayleh».
«Tiene varios síntomas de trastorno de estrés postraumático que empeorarían con una pena privativa de libertad. También empeoraría sin el apoyo de su esposa y amigos».
«El tribunal debe determinar si una pena privativa de libertad infringiría el artículo 3 y sería inhumana y degradante para él…».
Hayleh atacó a su víctima cuando ésta estaba sentada sola en la acera esperando a que su padre fuera a buscarla.
Abusó de ella en la calle y luego intentó meterla en su coche antes de que intervinieran unos transeúntes.
Condenado en noviembre
El inmigrante sirio fue declarado culpable de agresión sexual en un juicio celebrado el pasado noviembre.
Tras su condena, el juez Pawson, le dijo: «Por las pruebas que tengo ante mí, usted es potencialmente un hombre muy peligroso. Tiemblo al pensar lo que podría haber ocurrido».
Tras escuchar los argumentos del Sr. Gilbert, el juez Pawson se mostró cauteloso y decidió aplazar la sentencia para evaluar mejor a Hayleh.
Dijo: «La salud mental de muchos presos empeora durante una condena privativa de libertad».
«Sin embargo, vamos a tener el máximo cuidado y precaución debido al trastorno de estrés postraumático del Sr. Hayleh por haber sufrido torturas en una prisión siria bajo el régimen de Assad».
«Meterlo en la cárcel le provocaría recuerdos de esa experiencia».
El artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos prohíbe la tortura, los tratos inhumanos y las penas degradantes contra una persona.
Corresponderá al juez interpretar y aplicar el derecho penal británico de forma compatible con la Ley de Derechos Humanos de 1998.
Hayleh, que necesitó un intérprete de árabe en el juicio, quedó en libertad condicional bajo fianza hasta su próxima comparecencia en abril.
El sirio llegó al Reino Unido en 2020 y había estado viviendo en Weymouth, Dorset.
Mujeres vulnerables
Durante la madrugada del 18 de diciembre de 2022, el sirio condujo hasta el centro de la ciudad en busca de mujeres vulnerables a las que atacar.
A las 3.25 de la madrugada, localizó a su víctima, que había salido de un club nocturno y había llamado a su padre para que la recogiera. Mientras lo esperaba, se sentó sola en la acera.
Las cámaras de seguridad captaron el momento en que Hayleh paró el coche y se acercó a la joven, antes de ayudarla a levantarse del suelo.
A continuación le metió las manos en los pantalones y por dentro de la ropa interior y le dijo que se subiera al coche.
La víctima se negó y gritó pidiendo ayuda a tres personas que pasaban cerca, diciéndoles que Hayleh la había tocado.
Su padre, que llegó al lugar cuando Hayleh se marchaba, declaró ante el tribunal que encontró a su hija con los tres desconocidos, angustiada y llorando.
Hayleh dijo a la policía que todo había sido un malentendido. Dijo que vio a la víctima tirada en la acera y se detuvo para ayudarla.
Dijo que ella lo abrazó y él se dio cuenta de que tenía los pantalones bajados, dejando al descubierto parte de su trasero, por lo que se agachó y se los subió.
El juez Pawson le dijo en una vista anterior: «Usted conducía la madrugada de un domingo esperando encontrar exactamente lo que encontró: una mujer borracha, joven y vulnerable a la que quería meter en su coche para poder abusar sexualmente de ella».
6 respuestas
Esto es ingeniería social. Creo que están probando hasta qué nivel los derechos de las mujeres pueden ser subordinados o eliminados y cuánto las sociedades occidentales y, nosotras en particular, podemos transigir «voluntariamente» en nombre de los supuestos derechos humanos de ciertos colectivos de hombres. ¿Tratarán de convencerla para que ella sienta pena y él le pida perdón y haga unos cursillitos y ya todo sea resuelto de común acuerdo?
En esta misma dirección de injusticia «antipunitivista» o de misoginia institucional (diría yo) o de descriminalización, veo que hay todo un impulso por parte de la política, la adjudicatura y la academia por «imponer» las llamadas «justicia restaurativa» e «intervenciones de mediación» para víctimas de violencia machista (de género y sexual), algo que prohíben los convenios internacionales como el de Estambul y las leyes españolas por razones obvias. ¿Nos convencerán finalmente también con la «compasión» para que lo aceptemos (consintamos) voluntariamente? Todo un éxito del patriarcado.
Me acuerdo que vi en twitter un trozo de un capítulo de Ley y Orden en la que una joven blanca violada por un joven negro no quiere denunciarle porque «el sistema judicial es racista y que ella tiene el lujo de poderse pagarse terapia para superarlo y él no, y puede que no lo supere».
Qué indignante todo.
Me recuerda a este caso, donde la policía británica había dejado en libertad a 870 violadores porque habían pedido perdón. En este caso, sin contar con la opinión de las víctimas.
https://salagre.com/policia-britanica-deja-en-libertad-a-870-violadores-que-pidieron-perdon/
A mí es que se me va la cabeza cuando leo esto. En fin.
Es muy injusto.
No, no viola sus derechos humanos. Por esa regla de tres ningún criminal peligroso debería apartarse de la sociedad y se les tendría que permitir campar a sus anchas. Esto es además de un i sulto absurdo hasta el hartazgo. Si tiene PTS que le den el tratamiento apropiado en la cárcel. Basta ya de tomarnos elpelo, las mujeres se ve que no somos ciudadanas más que para dar votis cuando toca, cuidanmás a los animales🤬
El trauma del violador usado como excusa. ¿Y el trauma de la víctima, que seguro que no lo va a usar para violentar a otra gente?
Cuando reincida, y digo cuando, el juez debería ser acusado de cómplice.