¿Cómo acaba un hombre peligroso como el Dr. Rachel Levine en la Casa Blanca, escupiendo información posiblemente mortal al público sobre drogas para tratar a criaturas angustiadas por sus cuerpos sexuados? Tuvo el respaldo de The Victory Institute, que trabaja para llevar a los activistas LGBTQ a los niveles más altos de poder en los Estados Unidos.
Según el sitio web del grupo: «Cuando las personas LGBTQ nombradas por el presidente son empoderadas, pueden influir significativamente en las políticas y la dirección de las agencias y la rama ejecutiva para realizar un cambio positivo para la gente LGBTQ».
Es decir: En este caso, impulsar políticas y leyes de la industria de la identidad de género que perjudiquen a los niños y beneficien al complejo médico-industrial al promover la disociación del cuerpo sexuado como progresiva.
Levine es exactamente lo que The Victory Institute está buscando, y durante su temporada como Subsecretario de Salud y Servicios Humanos de Biden, ha trabajado para presionar a la administración, y al país, para que acepten la idea de que niños y niñas pueden cambiar de sexo. Esto a pesar de las conclusiones que muestran inequívocamente los peligros tanto de los medicamentos utilizados para detener la pubertad, como de los efectos que alteran la vida, el final reproductivo, de las cirugías. Levine «transicionó» ya de adulto, después de engendrar hijos, un largo matrimonio y una larga carrera médica.
Levine, un hombre con una parafilia que cosifica compulsivamente la feminidad, reduciendo su humanidad sexuada a partes, dijo al público estadounidense el 18 de julio que los niños necesitaban ser empoderados para cambiar su sexo. Intentó vender esto como un tratamiento de «afirmación de género», un eufemismo para los procedimientos médicos invasivos en el sexo de los niños, que se sabe que tienen efectos dañinos y duraderos en su salud.
Biden's Assistant Secretary for Health Rachel Levine: "We really want to … affirm and to support and empower these youth, not to limit their participation in activities … and even limit their ability to get gender affirmation treatment in their state." pic.twitter.com/a2ttBktM6d
— The Post Millennial (@TPostMillennial) July 18, 2022
La Dirección de Fármacos y Alimentos, dirigida por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Levine, había identificado solo unas semanas antes que los bloqueadores de la pubertad conllevan un riesgo de daño cerebral para la infancia. No es posible que Levine, un pediatra, no estuviera al tanto. Estos conocidos efectos secundarios en adultos fueron denunciados ya en 1996, cuando se informó que las mujeres con endometriosis y los hombres con cáncer de próstata en estado avanzado a los que se les recetó el medicamento presentaban los mismos efectos secundarios. El Dr. Laidlaw, endocrinólogo en Rocklin, California, ha hablado sobre los peligros de estos medicamentos no aprobados para niños durante años.
La parafilia de Levine, coloquialmente conocida como «transexualismo», ha sido rebautizada como transgenerismo para que los jóvenes de hoy abran mercados en manipulaciones médicas del sexo. Normalizar esta parafilia, con la creciente prominencia de los hombres que la tienen en todos los frentes de la sociedad, junto con la promoción mediática de ella como progresista, vanguardista, cool y parte de un movimiento de derechos humanos, sirve para impulsar más inversiones de las élites en clínicas para manipular las características sexuales y los tratamientos de fertilidad asistidos, que serán necesarios más adelante para los niños que ahora están siendo esterilizados y dañados por estos medicamentos. Esta industria es una consecuencia directa de la creación de características sexuales sintéticas que imitan la biología de las mujeres para que los hombres satisfagan su fetiche.
Creado en 1993, el Victory Institute supuestamente trabaja para lograr y mantener la igualdad global para las personas que se identifican como LGBTQ. Esto se hace a través del desarrollo de liderazgo y la capacitación para aumentar el número de funcionarios elegidos y designados abiertamente LGBTQ en todos los niveles de gobierno. El Victory Institute ha ampliado su programación para incluir la Iniciativa de Nombramientos Presidenciales, que trabaja para colocar a personas designadas abiertamente LGBTQ en administraciones presidenciales a favor de la igualdad. Levine es un hombre que funciona dentro de los límites de su compulsión sexual de autoginefilia. Él es un producto de estas iniciativas del Victory Institute para poner a hombres con esta parafilia en posiciones de poder.
Según el LGBTQ Victory Institute, en noviembre de 2020, ellos y sus socios «estaban trabajando con el equipo de transición para presentar e identificar posibles candidatos para puestos designados en la administración Biden-Harris», continuó el grupo, explicando además que sus objetivos incluían presionar a la administración Biden para que tuviera un miembro del gabinete LGBTQ, un juez de la Corte Suprema LGBTQ, embajadores transgénero, y para que «las personas abiertamente LGBTQ reciban una representación equitativa entre aquellos nombrados por el presidente».
La «presión» proviene de la influencia financiera del complejo médico-industrial. Arcus Foundation es una organización no gubernamental (ONG) LGBT estadounidense cuyo fundador es el heredero de Stryker Medical, una corporación de 17.1 mil millones de dólares con 54 sucursales en 37 países. Jon Stryker financia su ONG LGBT directamente desde sus acciones en la corporación médica Stryker.
Está a punto de hacer caja con el impulso de la ideología de identidad de género y la normalización del mito de que los humanos pueden cambiar de sexo con tecnología médica y farmacéutica. La Fundación Arcus ha financiado al Victory Institute con 10 millones de dólares desde 2004.
La lista de patrocinadores de Victory Institute parece una lista de famosos financieros interesados en normalizar las identidades sexuales sintéticas, incluidos Jon Stryker (aparte de los fondos de su fundación), Tim Gill y su ONG LGBTQ, Gill Foundation, Tides Foundation, Unilever, Pfizer, una de las corporaciones biofarmacéuticas multinacionales más grandes con un valor de casi 52 mil millones de dólares y envuelta en terapia génica y genética, Planned Parenthood, la Campaña de Derechos Humanos, RBC Capital Markets, un banco de inversión global que brinda servicios en banca, finanzas y mercados de capitales a corporaciones, inversores institucionales, administradores de activos y gobiernos a nivel mundial, con ubicaciones que abarcan 70 oficinas en 15 países de América del Norte, el Reino Unido, Europa y la región de Asia y el Pacífico.
Google, Gilead, Comcast, AT&T, David Geffen, Jennifer Pritzker y David Bohnett, por nombrar algunos, también apoyan las identidades sexuales sintéticas, las definen como progresistas y también financian Victory Institute.
En febrero de 2020, durante las audiencias de confirmación del Senado de Levine, éste se negó a responder las preguntas específicas del senador Rand Paul sobre si se debería permitir que los niños tomen decisiones médicas sobre sus cuerpos sexuados sin el consentimiento de los padres. Levine emitió declaraciones evasivas que sugieren que la «medicina de género» es un campo demasiado complicado para proporcionar una respuesta inmediata sobre si los niños deberían recibir medicamentos y cirugías que alteran la vida sin el consentimiento de los padres.
Levine repitió eso dos veces después de que se le pidiera que lo aclarara la primera vez y no pudo justificar por completo su posición de que los niños deberían poder tomar estas decisiones. Ahora, un año y medio después, Levine está respaldando los procedimientos que se sabe que causan daños permanentes y desde hace tiempo a niños y adolescentes.
Citada en The New Civil Rights Movement, Annise Parker, la exalcaldesa de Houston que ahora es la presidenta y directora ejecutiva del LGBTQ Victory Institute, dijo en un comunicado: «La nominación de Rachel Levine es innovadora y muestra que la administración Biden va a elegir a las personas más calificadas para dirigir nuestra nación, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. Levine está haciendo historia y transformará las percepciones de los estadounidenses sobre las personas ‘trans’ cuando asuma el cargo y comience a trabajar por ellas».
El impulso para normalizar las identidades sexuales sintéticas bajo la excusa de derechos humanos es un engaño flagrante por parte del complejo tecnomédico para abrir mercados en cirugías, medicamentos y procedimientos de fertilidad asistida para una generación de niños que están esterilizando con bloqueadores de la pubertad.
A los hombres, como Rachel Levine, impulsados por esta parafilia a apropiarse de la feminidad para satisfacer su compulsión, se les da rienda suelta en la sociedad para promover su parafilia como expresión humana saludable. Esto ha florecido en una industria donde la capacidad reproductiva femenina está siendo usurpada por el complejo tecno-médico con fines de lucro.
Los hombres con esta compulsión están siendo colocados por las élites a través de organizaciones como el Victory Institute en posiciones de poder y prominencia para normalizar esta industria que crea facsímiles sintéticos de características sexuales humanas para la comercialización mientras transfiere cada vez más el trabajo reproductivo de las mujeres al sector tecnológico.