Cuando las víctimas de violación se utilizan como herramienta para la validación masculina.
Billy Connolly dijo una vez que el deseo de ser político debería ser una razón para prohibir que alguien se convierta en uno. Lo mismo podría decirse de cualquier hombre que quiera trabajar en un servicio para mujeres traumatizadas por la violencia machista.
Edinburgh Rape Crisis Centre (ERCC, refugio para mujeres violadas de Edimburgo) acaba de nombrar a su nuevo director general. Es un hombre.
En un tuit que ya ha sido borrado, el ERCC anunció que le habían dado a Mridul Wadhwa el puesto más alto.
Mridul Wadhwa es un hombre que se dice trans. No tiene certificado de reconocimiento de género, por lo que no sólo es biológicamente un hombre, sino también legalmente.
Anteriormente, fue el director del Forth Valley Rape Crisis Centre, un trabajo que parece haber conseguido mintiendo sobre su sexo.
Dijo que «nadie le había preguntado». Pero había toda una sección en el formulario de solicitud.
En esta entrevista de 2019 con Fox Fisher, Wadhwa admite que probablemente no hubiera conseguido el trabajo en el Forth Valley Rape Crisis Centre si hubiera sido honesto sobre su sexo. También afirma que hubo «incredulidad» cuando finalmente «salió del armario» con sus colegas. Obviamente, nunca se le pasó por la cabeza que tal vez las mujeres en el centro tenían miedo de ofenderlo y se sentían obligadas a fingir que no se daban cuenta.
Wadhwa ha sido objeto de polémica y salió a menudo en las noticias el año pasado (hemos informado sobre él dos veces). Tenía aspiraciones políticas y el octubre pasado, ocupó un lugar reservado para una mujer en una lista de finalistas del SNP (Partido Nacionalista Escocés) (Pues claro que no tuvo reparos en robar una oportunidad reservada a una mujer). Luego abandonó el SNP unos meses más tarde para unirse al Green Party (los Verdes).
Así que tal vez Forth Valley no preguntó y honestamente no sabía que estaban empleando a un hombre. Pero el ERCC sí lo sabía. No podían tener ninguna duda.
A continuación se muestra el formulario de solicitud de empleo (que ha sido borrado de la página web desde que se tomó esta captura de pantalla).
El trabajo fue anunciado bajo la Lista 9 Parte 1 de la Ley de Igualdad de 2010 y el formulario establece claramente que sólo las mujeres pueden solicitarlo. Pero el ERCC, el refugio para mujeres violadas de Edimburgo, nombró a un hombre. Un hombre que ocultó su sexo para conseguir un puesto trabajando con víctimas traumatizadas de violación.
En diciembre pasado, los diputados votaron a favor de una enmienda que permite a las sobrevivientes de violaciones y agresiones sexuales elegir el sexo, a diferencia del género, del médico que las examina.
La redacción original del Proyecto de Ley de Servicios Médicos Forenses permitía que «el examen médico fuera realizado por un médico registrado de un género especificado por la persona«. La distinción es crucial, porque el género, a diferencia del sexo, no tiene una definición clara en la ley y esta redacción habría permitido que los hombres que se identifican como mujeres se incluyeran en el grupo en el que se escoge el personal sanitario femenino.
Sin embargo, la diputada escocesa (MSP), la laborista Johann Lamont, trasladó una enmienda al proyecto de ley para poner la palabra sexo. Aunque nunca debió de haber sido necesario, afortunadamente, los diputados votaron abrumadoramente a favor de la enmienda.
¿Adivinad quién no estaba a favor de reemplazar «género» por «sexo»? Wadhwa, el director de un refugio para víctimas de violación, no cree que las mujeres traumatizadas por la violencia sexual masculina tengan derecho a ser examinadas por una mujer.
De hecho, estaba tan indignado con los diputados del SNP que votaron a favor de la enmienda de Lamont, que se largó para unirse al Green Party (los Verdes).
Pero esto no debería sorprendernos. En diciembre de 2015, Wadhwa tomó la palabra en una investigación del Comité de Mujeres e Igualdad sobre la igualdad transgénero.
La investigación examinaba las disposiciones segregadas por sexo permitidas en virtud de la Ley de Igualdad de 2010 (páginas 32-33 del informe). Examinaba la disposición que permite a los empleadores estipular que un puesto sólo está abierto a personas con una característica protegida particular si constituye un «requisito profesional genuino». Como ejemplo específico, se citaba la necesidad de que los refugios para mujeres violadas empleara únicamente a personal femenino. Wadhwa se quejaba de esta disposición era discriminatoria para «las mujeres trans».
«Realmente creo que no hay espacio para esto en el sector de la violencia de género y que no tiene cabida en el trabajo de la violencia contra las mujeres. Desconocía su existencia hasta hace unas semanas. Me decepciona pensar que alguien tiene derecho a negarse a trabajar conmigo y con otros como yo en mi sector sólo porque piensan que tal vez no sea una mujer».
Wadhwa no sólo no expresa empatía alguna o preocupación por las mujeres que utilizan los servicios del «sector de la violencia de género», sino que también es lamentablemente ignorante sobre la legislación que les afecta. Admite abiertamente que desconocía las disposiciones segregadas por sexo permitidas por la Ley de Igualdad de 2010.
En esta serie de tuits que datan de enero de 2020, Wadhwa demuestra una vez más su ignorancia de la legislación que tiene una influencia directa en los servicios de las mujeres. Por aquel entonces, ya llevaba 6 años trabajando en refugios para mujeres violadas.
En mayo de 2019 Wadhwa fue entrevistado por The Student. Tuvo la poca vergüenza de decirles que un hombre no podía ser un buen director de refugios para mujeres.
«No creo que los hombres estén listos para montar servicios de esta naturaleza. Los refugios y organizaciones de ayuda a la mujer se han establecido con la sangre, el sudor y las lágrimas de las mujeres. Se trata de la experiencia femenina de la violencia sexual. Nuestra plantilla está reservada únicamente para mujeres.»
¿Cómo hostias se atreve?
O está genuinamente delirando o está haciendo cosplay de la condición de mujer y usa a mujeres traumatizadas como validación. Sea lo que sea, no se le debe permitir acercarse a un servicio para las mujeres que han sufrido violencia machista. Vergüenza les debería dar a todos los responsables del ERCC por su nombramiento.