Veo vuestras fotos y vídeos de las marchas abolicionistas del 8M en distintas ciudades de España y me dan ganas de llorar.
Vivo en Suiza, donde el feminismo radical no existe. Punto. Hace 5 años contesté un anuncio de una cuenta de Twitter, que pedía conocer a feministas suizas. Le contestamos dos mujeres. Dos. Y ninguna de las dos suizas. Publicó el mismo anuncio en Facebook y le contestó una mujer de Ginebra, medio americana.
La mujer que lo empezó todo se llama C M y sigue en el armario porque se arriesga a perder su trabajo y es madre sola de un adolescente. La otra que contestó en Twitter volvió a su país, y la de Ginebra se llama Stephane y ya viví otra aventura con ella, que mencionaré más tarde. Las tres formamos un grupo feminista, y hoy somos unas 25.
Las de la zona francesa iban a ir a la manifestación de Ginebra, y C M y yo fuimos en tren a apoyarlas. Éramos 8 nada más, Malou, F y C M (suizas), C y Stephane (suizo-americanas), A (brasileña) y yo, somos señoras de mediana edad, y E es una lesbiana de 18 años refugiada de un país islámico, para que os hagáis una idea del grupo. Yo había preparado una pancarta pequeña con la definición del diccionario de la palabra mujer en inglés, E llevaba una que decía en francés «a las lesbianas no les gustan los penes» y las otras llevaban unas grandes que decían en inglés «derechos basados en el sexo ya».

Caminamos hasta el edificio de correos, que es donde se concentró la gente antes de salir, y desde cuya escalinata se leyeron varios comunicados. Lo primero que nos sorprendió fue la cantidad de hombres, lo hablé con las compañeras y todas calculamos que el 60% lo eran. Había travestis, por supuesto, pero también muchas mujeres de mi edad (en la cincuentena) e incluso más mayores, y bastantes chicas a tratamiento de testosterona. Las organizadoras llevaban chalecos y camisetas violeta con el símbolo trans, a veces también pintado en la cara. Había una multitud de banderas, la mayoría trans, pero también palestinas, kurdas, de los pueblos originarios de América, de sindicatos y un montón que no habíamos visto nunca. Las pancartas decían cosas como «No hay feminismo sin nuestras hermanas trans», «El futuro presente es transfeminista», «Feminismo interseccional y decolonial», «Fuck the terfs (nique les terf)», un crío sosteniendo una que decía «Tengo 7 años, ésta es mi 5° protesta».
Nos paramos bastante cerca de las escalinatas de Correos, sacamos nuestras pancartas y cruzamos los dedos. Enseguida llegaron las miradas, los codazos, los susurros y la hostilidad mal escondida.
Se nos acercó un travesti, que dijo algo y Malou le contestó amablemente. Se acercó luego lentamente a mí, mirándome fijamente a la cara, yo tenía la mirada perdida en el horizonte, pero no se me escapaba nada. Al ver que lo ignoraba completamente, se me acercó mucho a la cara y me dijo algo, pero no supo reaccionar ante tal impasibilidad gallega y se fue con el rabo entre las piernas.
Luego vino un grupo de mujeres con los chalecos de la organización y nos dijeron que nos fuéramos. Las francoparlantes intentaron razonar con ellas, sin éxito. Stephane les pidió que hicieran sitio para todas las mujeres, aunque tuvieran opiniones diferentes, por ejemplo, en lo referente al velo. Le contestaron que a las que no estaban a favor del velo tampoco las dejaban marchar con ellas.
La primera en caer fue E: se abalanzaron sobre ella, le arrancaron de las manos el cartel de «a las lesbianas no les gustan los penes» y se lo rompieron mientras le gritaban. Luego fue todo muy confuso, recuerdo que empezamos a caminar al paso de la marcha, nos empujaron hacia la acera, luego le arrancaron el cartel a otra, no sé en qué orden. Después me tocó a mí, recuerdo caras, todas de mujer, rodeándome y gritando con rabia, cantando consignas. Me quedé parada, sosteniendo el palo del cartel, y empecé a grabar.
Seguimos caminando, siguieron gritando. Por el camino, nos para una mujer a preguntarnos qué nos estaba pasando, porque se lo olía. Ella y su amiga portaban la única pancarta que se salvaba: «Libertad para las mujeres afganas». Le cuento y cojo su nombre en Instagram. Resultó ser una española que se llama Marisa y que vive en Francia, que espero que se nos una al grupo feminista.
Cuando estábamos llegando a un cruce, agarraron a C M y le quitaron la última pancarta que nos quedaba. La situación se puso aún más tensa, nos acorralaron contra la pared de un edificio y nos cantaron “cassez-vous”, «fuera de aquí» a grito pelado.
Luego nos damos de bruces en el cruce con unos 20 policías y, sin saber cómo, nos habían rodeado a 6 de nosotras. Nos dirigieron calle adelante, nos dijeron que siguiéramos caminando hasta una plazuela, donde nos pararon y nos pidieron la documentación. Estuvieron unos 15 minutos con nosotras, hasta que cogieron nuestros datos y la manifestación había pasado. Uno me exigió que borrara los vídeos donde aparecían sus caras, lo que hice delante de él, pero me cogió el teléfono, fue a la papelera y los borró allí también él mismo. Le pregunté a uno que por qué nos sacaban a nosotras, no a nuestras agresoras, y respondió que en una situación así lo que hacían era aislar al grupo pequeño.
Por fin nos dejaron marchar. Decidimos ir a tomar algo y esperar a las dos de las que nos separamos, y cuando llegábamos a la cafetería, un hombre nos adelantó en la acera, teléfono en mano, para sacar fotos de Stephane. Más tarde, revisamos las fotos y aparece en alguna del principio. Creemos que sabe quién es Stephane y nos tememos que quiera causarle problemas en el trabajo.
Después de un vino con las compañeras francoparlantes, C M y yo cogimos el tren, 7 horas de viaje ida y vuelta para cada una, aliviadas de dejar Ginebra atrás.
En junio de 2023, Kellie-Jay Keen vino a Ginebra, y Stephane y yo (principalmente ella) ayudamos a organizar el evento (lo cuento aquí). Resumiendo: Pasamos un miedo de la hostia. Un montón de policías con equipo antidisturbios y un cañón de agua no fueron suficiente para parar la turba trans, que se nos acercaba cada vez más, hasta que los guardaespaldas de Kellie-Jay se la llevaron, la policía se fue, nos quedamos solas sin ayuda y tuvimos que salir corriendo. De ahí el título de este artículo.
Es curioso cotejar los recuerdos que una tiene con los vídeos de lo que pasó realmente. Cuando me arrancaron la pancarta y miré alrededor, lo que me vino a la mente fue una jauría de hienas, con espuma en la boca y odio en la mirada. En mis recuerdos, eran todo mujeres las que me acosaban y gritaban. En el vídeo, no era así.
La sensación general fue de odio, nos odian de una forma desatada, atávica, completa. Da mucha impresión vivirlo. Después de todo, lo único que habíamos hecho fue estar allí, con unos carteles ni siquiera tan provocadores, con la honrosa excepción del de las lesbianas y las pollas. No los interpelamos, no interactuamos con ellos a no ser que nos hablaran primero. Al final, cuando nos gritaban «solidaridad con los trans del mundo entero», mis compañeras cambiaban «los trans» por «las mujeres», pero ya nos habían arrancado los carteles por aquel entonces.

Mi amiga C M dice: «Lo que más me sorprendió fue la violencia y el odio de las mujeres que me atacaron. Mi pancarta decía «mujer, vida, libertad y derechos basados en el sexo ya». Soy una mujer alta y sostenía la pancarta muy arriba. Una mujer me golpeó por la espalda para hacerme bajar y luego me arrancó el cartel. Me gritaron y me empujaron. Excluida de una protesta por miembros de mi mismo sexo».
Mis compañeras hicieron un barrido de los medios de comunicación, y ninguno informó de lo que nos pasó, lo que es curioso, porque fuimos la causa de un amplio despliegue policial. De hecho, cuentan que fue un evento pacífico.

Este es un vídeo grabado por uno de los transactivistas, que se identifica como hombre cis: «la cara de la vergüenza: las terf (feministas radicales transexcluyentes, que no consideran a las mujeres trans como mujeres) que se están colando en la manifestación del 8 de marzo para sembrar su odio y sus nauseabundas reivindicaciones».

En resumen, muchos hombres y muchas acunapenes haciéndoles el trabajo sucio. Lo hacían tan bien que ellos no se tuvieron que ensuciar las manos, les sobró con mirar, gritar y regodearse. Ellas nos odian, y son completamente impermeables a cualquier razonamiento. No escuchan, no les interesa el diálogo, no se van a molestar en razonar nunca.
El feminismo en España, el de verdad, está a años luz del suizo. Aquí, en Suiza, somos muy pocas, nos dividen las lenguas y veo mucha ignorancia e indiferencia sobre el tema. Ver vuestros vídeos de las manifestaciones abolicionistas me llenó de orgullo y de cariño. Sois la hostia, no paréis nunca.
34 respuestas
Impresiona vuestra valentía y determinación. Quién sabe. Quizá con el tiempo acabéis montando vuestra propia manifestación. Si ya sois 25 podéis cambiar, si no el mundo, al menos sí Ginebra. Ánimo y un abrazo desde la España profunda.
Muchas gracias, Sinuhé. Justo eso es lo que deberíamos hacer, montar nosotras una y ver si alguien se nos une, lo estamos considerando. Veremos que pasa el año que viene. Gracias por los ánimos y abrazo de vuelta.
Eres muy valiente, querida Nuria. Y me encantan tus crónicas, aunque cuenten tan malas pasadas. Un abrazo a ti y a tus compañeras
Gracias, Laura. Lo peor es que no sirvió de nada, sólo salimos en sus redes sociales como ejemplo de fascistas, nazis y odiadoras, ningún medio aprovechó las agresiones para hablar de lo que reivindicamos. En fin, experiencias. Les paso tu abrazo, y te mando otro a México.
Qué duro me ha resultado leer tu artículo. La rabia y la indignación se mezclan con la admiración por vuestro valor y vuestra determinación para defender los derechos de las mujeres.
La furia trans es la violencia machista de siempre, propia de una secta que practica la misoginia.
En Madrid fuimos unas 9.000 personas, en su gran mayoría mujeres y, lo que más alegría nos dió (a mí y a las compañeras de PFAC) fue la gran cantidad de chicas jovenes. El relevo va creciendo día a día.
Un abrazo y mucha suerte.
Vamos a tener que replantearnos la estrategia, porque no creo que consigamos nada haciendo lo mismo el año que viene.
Aquí ya ves cómo estaba la gente joven: o es indiferente al tema, o apoyan el transgenerismo. Es descorazonador.
Gracias, Anselmo, y saludos.
Pero qué valientes, se me han puesto los pelos de punta!
Se te echó de menos, Aurora.
Me uno a todo el apoyo y a los ánimos que te están dando las compañeras.
Muchas gracias, Nuria, también a ese pequeño grupo de mujeres feministas por existir en condiciones tan adversas.
Sois la resistencia.
Un abrazo muy fuerte.
Muchísimas gracias, Marisa, agradezco tu mensaje y se lo paso a las compañeras. Un abrazo.
Nuria, habéis sido unas valientes!! Aquí en el 2021 estaba mejor que lo que describes de Ginebra, pero ojo, hubo agresiones también el 8M.
¿Quién diría en aquel momento que en 2025 habría las manifestaciones feministas (radicales) de este sábado pasado? En 2020, 2021 era desesperanzador, pero mira, ¡Hemos avanzado! Y sin la difusión de los medios mayoritarios… ¡¡No os rindáis!!
Gracias por defender el sentido común en Ginebra 💜🤍💚
Lo que estáis consiguiendo en España es increíble, y con todo en vuestra contra. Sois un ejemplo para muchos países, y me llenáis de orgullo.
Aquí no creo que lo viva nunca, el lavado de cerebro es completo, y las que piensan como yo no están lo suficientemente interesadas en el tema para hacer nada al respecto.
Es desesperanzador. Pero, cuando me desanimo, pienso en vosotras.
Un abrazo enorme, Fruti, y gracias.
¡Es terrible, Nuria! Me admira vuestra valentía. Yo reconozco que no sé si sería capaz de aguantar esa violencia y esa rabia contra nosotras.
En Alicante, desde hace ya dos años, somos las feministas las que convocamos bajo el eslogan «Defendiendo la agenda feminista». Van primero las asociaciones feministas, luego el PFAC y sindicatos y partidos detrás, si quieren ir.
Suele haber una o dos banderitas pastel y alguna pancarta de las llamadas «disidencias». Intentan provocar y colocarse entre las asociaciones pero como son cuatro gatos no lo consiguen. Así es fácil manifestarse.
Tengo algunas amigas viviendo en Suiza y me consta que no quieren implicarse. No están de acuerdo con la cosa queer pero tampoco quieren significarse. Para no generar contradicciones prefieren no enterarse de nada y mirar para otro lado.
Os admiro muchísimo.
Un abrazo.
Me encanta lo que cuentas de Alicante, yo sí que os admiro, habéis conseguido hacerla vuestra.
Es curioso lo que me cuentas de tus amigas que viven en Suiza, porque mi experiencia es la misma y me gusta verla confirmada: las mías, aunque están de acuerdo con todo lo que digo, les es completamente indiferente, nunca harían el mínimo esfuerzo para ir a una manifestación, para poner carteles, para hablar de tema siquiera.
Por eso digo que lo tenemos perdido, que yo nunca viviré otra cosa aquí.
Menos mal que tenemos el ejemplo español, me sana el alma.
Te mando un abrazo enorme, Paz.
Perdón, manifestación de Gijón, Asturias. Disculpa los errores de transcripción del texto, pero no me permite editar para corregir. Saludos.
Te edité yo algo, pero no todo, porque ya me di cuenta de que hablabas de la de Gijón, y que algunas palabras tenían errores. Pero se entendía perfectamente. Un abrazo!
Me ha indignado profundamente la reacción violenta y la excesiva en la marcha en Ginebra. Están cooptadas las mujeres por lo queer. Eso es porque realmente nunca han tenido un fondo feminista en su origen. Lamento el mal momento. Sois muy valientes.
Sólo el tiempo dará espacio a la verdad y la caída será brutal. Dan pena las jóvenes.
Justo me acaban de mandar un pantallazo donde la organización nos califica en Instagram de «extrema derecha y tránsfobas», porque el feminismo, ya sabes, es «antifascista, antirracista e inclusivo». Y la gente se lo compra, en fin…
Muchas gracias por el apoyo, crucemos los dedos para que la caída sea pronto, porque esto está fatal. Un abrazo.
¡Qué valientes sois! Es la manifestación de Gijón vinieron dos a provocar un altercado. Tenemos claro que fue premeditado. Yo supongo que están acostumbrados a que se organiza un acto violento la prensa y después del mundo se posiciona a su favor, pero por suerte se grabó todo en varios medios y la policía hizo su trabajo. Algún vídeo no se puede publicar porque ya hay denuncia tras obtener parte de lesiones de la compañera agredida. No fueron capaces de callarnos aunque desde la organización lo intentaron en varias ocasiones y por supuesto como buenas acunapenes, no están de nuestro lado. Tres vecinos nos importan intentaron que no cantáramos nuestros legas intentaron censurarlos, pero no nos dio la gana y no nos la dará. Lo que les da rabia es que cada vez hay más mujeres en el bloque no mixto abolicionista y de mujeres críticas con el género. Aparte de las mujeres que coreaban en nuestra espaldatas muchas otras vinieron a saludar a sacarnos fotos con simpatía y a corear nuestros lemas. Si buscas esta vez la prensa no se portó tan mal. Algo está cambiando porque en Madrid se duplicó la asistencia y esto está empezando a cambiar de bando. Espero que te dé esperanzas y ánimos.
Me dio muchísima esperanza ver a las españolas en tantas ciudades en los bloques abolicionistas, sois tantas que alegra el corazón. También da envidia sana, no lo niego, porque aquí estamos a años luz. Tanto, que no creo que lo viva.
Siento un orgullo enorme al veros ahí, tan valientes y determinadas. Suiza lo doy por perdido, de donde no hay no se puede sacar, pero por lo menos quiero que vean que hay una alternativa, aunque no sea nada popular.
Muchísimas gracias por tu testimonio y tus palabras, Te mando un abrazo enorme.
Si no lo veo no lo creo. Vaya siglo XXI, cuánta ignorancia, que poca capacidad de pensamiento crítico.
Sé que es difícil pero tenemos que seguir luchando, estamos en el lado correcto de la historia
En Suiza es terrible, se compraron el lote entero woke.
No podemos parar hasta acabar con esto, que tanto daña a las mujeres y la infancia.
Una lastima leer que esto nos pasa a las mujeres en pleno 2025, en el centro de Europa!
Nos dicen que somos libres e iguales, pero se ve, que solamente si obedecemos a alguna consigna patriarcal del posmodernismo.
Lo siento mucho Nuria.
Y espero que no les pase nada a la compañera identificada.
Lo de la policía yendo a lo fácil y dejando a los agresores irse de rositas, vamos, es demencial por no decir una barbaridad 😡.
Fue muy surrealista, y muy desconcertante ser el objeto de tanto odio.
Gracias, Mónica, le pasaré a la compañera tus buenos deseos. Un abrazo!
Qué barbaridad lo que os ha pasado. Lo siento muchísimo por vosotras (y por todas las mujeres y niñas, por la que tenemos encima). Qué mérito tenéis y qué valientes habéis sido, pero también, qué rabia que hayáis tenido que serlo.
Se dieron cuenta que había que parar al feminismo y esta es una manera limpia, estupenda y fácil de hacerlo, reconvirtiéndolo en «posmopseudofeminismo» o sea un machismo disfrazado, pero al que se unen mujeres voluntariamente.
En mi zona en la manifestación aún se comparten espacios, con discursos antagónicos, con cierta tranquilidad, pero el discurso final desde hace años es un batiburrillo, donde se mete: racismo, cuidados, disidencias, fascismo… Lo han fagocitado todo. Yo, desde el año pasado, dejé de ir, porque ya no sabía ni con quién ponerme y porque no aguanto callada tanto desvarío ajeno a lo que debe ser la defensa de la emancipación de las mujeres.
Está encantado el patriarcado con este movimiento antimujeres que presentan como feminismo, y encima ni se ensucian las manos, tienen alienadas que les hacen el trabajo sucio.
Un enorme y solidario abrazo para ti y tus compañeras.
Muchísimas gracias, María. Lo más desolador fueron las mujeres, y el ver tanto borrego sin pensamiento crítico. Y la violencia gratuita, pero supongo que también es un efecto secundario de la testosterona, y de eso había mucho, en los dos sexos.
Yo tampoco me hubiera unido sin hacer un acto de protesta a una manifestación pro queer, te entiendo perfectamente.
Un abrazo, y gracias.
y dándole otra vuelta a tu artículo me sorprendo y te pregunto, por qué no hay feminismo radical en suiza? está ya todo solucionado y no hay nada por lo que pelear?
Mi análisis de andar por casa es que, por un lado, este es el país de las farmacéuticas, imagínate la publicidad que se hizo. Hace unos años, si no recuerdo mal, ya había 4 hospitales donde se mutilaba por elección, en un país del tamaño de Galicia.
Y por otro lado, el wokismo se da sobre todo en los países muy desarrollados, y éste lo es. Como no tienen problemas, tienen que inventarlos.
Súmale la culpa de tener de todo, creo que puede ser otro factor.
ay! qué cosa más desagradable de vivir! mucho ánimo
Gracias, sí que fue muy desagradable, pero ya estoy preparada mentalmente para la siguiente, jeje.
Ese resistir vuestro en ese contexto hostil, vale más que una manifestación de miles de feministas.
Te sigo de hace mucho, te puse cara y abrazo en Teo el año pasado en el congreso PFRG.
Gracias por tanto, Nuria
Un abrazo desde Galicia.
Qué riquiña, Fani, por diossss, gracias, de verdad. Tengo la esperanza de que poco a poco vayan despertando, pero no creo que llegue a verlo, te lo digo en serio. Tengo amigas suizas y, aunque están de acuerdo conmigo, el tema les interesa lo justo. Es desolador.
Unha aperta dende Suiza, ata que nos vexamos outra vez.
Ánimo. Mucha gente de los 2 sexos os apoya.
Gracias, estoy segura de que sí, y consuela mucho. Otra cosa que me anima es ver lo bien que lo están haciendo las abolicionistas en España, Suiza tiene tanto que aprender de ellas…